Karol
-Oye, necesitó que pases por donde Nati a recoger algunos conjuntos y por Como Quieras Que Te Quiera también, salió una nueva linea y la necesitó. Las llaves de mi casa las dejé en el departamento de Lio así qué puedes pasar a buscarlas allí esta tardé, por favor que no se te olvidé mis lentes de fórmula se fueron dentro de la maleta qué te llevaste y me hr pasado estos dias con los de contacto, ¡ah! Y también busca una de las cremas hidratantes que se encuentra en el cajon del medió de mi tocador, la qué tenía se me esta acabando y ya sabes como me pongo cuando....
-¡Ya! Ya entendí Karol, Dios jamás en mi vida volveré hacerte un favor como este -sé queja Valentina del otro lado de la linea.
-Esas son las conciencias de haberte ofrecido a llevar mi equipaje.
-Me compadezco de tu madre, eres muy complicada.
-Sólo esperó que no de te olvide nada.
-Lo he anotado todo, con mala caligrafía por escribir rápido pero entendible.
-Que bueno es saberlo -sonrió para mi misma- y cuentame, ¿como te va en estos dias?
-Aparté de sentirme tu esclava... Bastante bien, muchas cosas interesantes.
-¿Como cuáles? -sostengo mi cecular entre mi oreja y hombro mientras destapó un paquete de gomitas.
-Como volver con Marcos.
Se me cayeron las gomitas sobre la cama.
Mamá me va a matar.
-¿¡Que!? ¿¡En serio!? -exclamó mientras trató de recoger todas las gomitas y sacudir toda la azucar fuera de mi cama.
-Si, la verdad es qué ya llevamos tiempo hablando y bueno ahora qué estoy aquí en Argentina nos vimos, salimos a cenar y todas esas cosas y pasó, volvimos.
-Sí, pero... ¿Mike? ¿Que paso? ¿y no hay nada?.
-Me di cuenta qué lo único que siento por Mike es cariño, tal vez tuvimos nuestros momentos de calentura pero hay qué ser realistas, los dos de la única manera en la que funcionamos es como amigos.
-¿Y el piensa lo mismo?
-Totalmente, tanto así que volvió con Ana -comenta.
-Si definitivamente lo suyo no iba a funcionar -afirmó- me agrada Marcos.
-A todos -presume- cambiando de tema ¿que haces?
-Hace un rato regrese de dejar a Ruggero en el aeropuerto y ahora me encuentro comiendo dulces en mi habitación mientras hablo contigo, probablemente mi madre entre en cualquier momento a gritarme el porque aun no estoy lista para las entrevistas.
-¿Y no lo estas?
-Si, pero como me gusta verla alterada dejo qué piense que no lo estoy.
-Qué dulce de tu parte.
-Lo sé.
-¡Karol apurate que vamos tardé! -grita mamá desdé afuera.
Y ahi está.
×××
-Mamá, por favor -lloriquea mientras la sigo.
-A ver si recuerdo, hace tres meses atrás te paraste justamente en éste pasillo a rogarme que te dejara ir sola a la gira y ahora me ruegas para que vaya contigo, ¿quien te entinde?
-¡Si! ¡te necesito! Soy un desastre sin ti, me perdi en una ciudad de España, espera ¿fue España?. -me preguntó- ¡vez! Ni siquiera me recuerdo en que país fue, se me cruzan los horarios, a veces se me olvida el equipaje en el aeropuerto y Lea tiene que volver por el, me despierto tardé porque se me olvidar reprogramar la alarma, vuelvo y repito: soy un desastre.
Ella me mira con lo qué parece ser pena mientras niega, tengo la leve esperanza de que acepte pero aquélla idea se va al caño cuando dice:- Lo siento, pero no puedo Karol.
-Mamá...
-Cariño, debo arreglar algunos contractos aquí en México, también Mau y Natalia acaban de tener a las gemelas y necesitan ayuda con ellas ¿entiendes? -se explica pareciendo apenada- sólo te queda un mes y medio de gira cariño, creó qué podras sobrevivir si tu mamager.
Mi mamager.
Tenía razón, no podía ser egoísta y obligarla a ir conmigo a Europa cuando claramente mi hermano la necesitaba más y retrasaria más su trabajó. Esta es una clara señal que debo ponerme los pantalones de niña grande.
-Entiendo, lo anotare como una meta más; llegar viva al fin de la gira.
-Tengo la esperanza de que llegues a cumplir los diecinueve.
-¡Mamá!
-Mamá, mamá y mamá es lo único qué escuchó en esta casa -niega tomándome de un brazo y caminamos hacia la sala- debemos hablar Karol.
-¡Yo no fui! ¿que se supone que hice?
Qué no me regañe, que no me regañe, que no me regañe.
-No hiciste nada hija -toma asiento en el sofa y palmea su par indicando que me siente. Lo hago- hablame de Ruggero.
-¿Que te puedo decir de el? Llevas tres años comiéndolo mamá, sabese todo de el.
-A veces me preguntó si eres o te haces la tonta -mi boca se abre en una perfecta O mostrando lo indignada qué me encuentro.- me refiero a cómo es contigo, ¿te trata bien?
-Mamá, Ruggero siempre me a tratado bien -digo obvia- sabes como es él.
-Lo sé, pero quiero asegurarme de qué no te hagan dañó -admite, mi mamá siempre a sido muy protectora conmigo, si fuera por ella estaría encerrada en una vitrina de cristal, ella sabe por todo lo qué e pasado y sufrido estos años, es entendible que se preocupe.
-Ruggero es increíble, me trata bien, me cuida es caballeroso y me ama mamá -aseguró sujetando sus manos- el me hace feliz, siempre esta ahi cuando lo necesitó. Puede tener sus defectos pero se esfuerza para ser lo mejor para el y también para mi.
Era cierto, el se encuentra mejorando su persona, como muchos de nosotros alguna vez lo hemos hecho. Yo aún trabajo en mi, también trato de ser una mejor persona para quienes me rodean y para mi misma, a veces debemos alejar algunos defectos de nosotros para sentirnos conformes.
-Está bien -sonrie- sólo queria asegurarme de qué te sintieras comoda y feliz a su lado.
-¿Y si lo crees?
-El brillo en tus ojos cuando hablaste de el me lo confirmó.