Capítulo 10

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                                                         -          2 AÑOS DESPUÉS      - 

      - Has crecido, Kaede – Dijo Hiruzen sonriéndole a la joven delante de él. Kaede llegó de repente a su despacho, parecía tener urgencia por hablar con él - Parece como si hubiera sido ayer, cuando eras una chiquilla traviesa.  Ahora mírate, te has convertido en toda una Kunoichi, tan buena eres que violaste la barrera sin ser detectada. Debo suponer que Danzo no sabe de tu presencia aquí ¿o sí?

- No Hokage-sama, todavía no ha podido capturarme, aunque no le voy a negar que sigo temiendo por mi vida– El cambio físico en Kaede, no era demasiado notorio. Había crecido en estatura y era un poco más esbelta, lo que aumentaba su atractivo considerablemente. También había tenido que cortarse el lacio y cobrizo cabello hasta el mentón. Era lo que más amaba de sí misma, pero no podía seguírselo permitiendo. Para muchas Kunoichis el cabello no era más que un estorbo.  – Debe de suponer que mi visita es de carácter urgente. Yo quisiera saber de su opinión acerca de algo.

- Sí, soy consciente de eso. Cuéntame, ¿Cómo ha estado Itachi?

Todo el tiempo pasado no había sido en vano. Kaede tuvo que abandonar durante dos años a su amado, para entrenar en una aldea lejana, mejor conocida como la aldea del lobo aullante. Un lugar en el cual las hierbas medicinales y los venenos contribuían al sostenimiento de los habitantes.  Allí la chica se había especializado en todo tipo de medicamentos, principalmente en el que curaría la agonía de Itachi. Debía de enviárselo cada mes puntualmente. Pero el mayor objetivo de Kaede no era convertirse es una gran "curandera". Era encontrar la cura de la enfermedad del chico, lo cual no se le estaba dando para nada fácil. A pesar de que su mentor era el mejor proveedor de hierbas y creador de medicina, para ninguno de los dos estaba siendo sencilla la creación del medicamento.

 - Itachi... No he podido saber mucho de él – Expresó con angustia – La última carta que me envió tiene dos meses de antigüedad. Hokage-sama  es verdad que esa medicina ha logrado detener un poco el curso de la enfermedad, pero no he podido encontrar una cura y si no lo hago a tiempo, él morirá.

 -  Kaede, entiendo que quieras salvar su vida a toda costa. Pero debes de tener en cuenta, la elección que hizo de morir tarde o temprano a manos de Sasuke, no podrás hacer nada en contra de su decisión.

    - Yo... Solo quiero que tenga una muerte digna – Estaba a punto de romper a llorar. La frustración era grande, la sensación de estar perdiendo algo valioso también -  Él lo oculta pero sé que siente dolor, he visto cómo vomita sangre. Esas plantas solo lo mantienen vivo, no sirven para curarlo ni tampoco para detener muchos de los síntomas, yo no puedo seguir viendo como sufre.                                                                                                                                        

- ¿Y él sabe que estás buscando la cura a su enfermedad?  - Hiruzen escuchaba atentamente a la chica, sin poder ocultar la sensación de sentirse vigilado. Danzo jugaba bien sus cartas. No podía saber si realmente la presencia de la chica en la aldea había pasado desapercibida.

 -  No, pero lo sabrá cuando sea el momento indicado. Hokage-sama  sé que no quiere que Itachi muera, no después de todo lo que ha pasado. Sé que usted al igual que yo, desea con todas sus fuerzas encontrar al menos una manera de evitarlo.

- Tienes razón, no quiero que muera y haría lo que fuera para evitarlo-  Admitió el Sandaime con expresión pensativa -  Pero Itachi decidió su destino hace mucho tiempo, nuestros deseos no bastaran para evitar lo inevitable.  ¿No crees que tanto Itachi como Sasuke descansarán cuando todo esto termine?, ¿Cuándo no hayan muertes, ni odios, ni venganzas con las cuales cargar?, no podemos ser egoístas con sus deseos.

Guerra de EngañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora