♡ 21 ♡

8.1K 1.1K 163
                                    

Primer día de vacaciones. Yoongi se encontraba solo en su casa. Había puesto un canal de música en la televisión, y decidió ordenar un poco su hogar, aunque todo estaba limpio. Era ya pasado el mediodía cuando logró terminar. Y luego de haberse aseado, salió para ir hasta la cocina y, de esa forma, preparar algo. Sin embargo, algo lo detuvo. El timbre sonó, y él corrió hacia la puerta. Luego de haberla abierto, se sorprendió al haber visto allí a Jimin y a Sun Hee. El padre se contuvo, pero no la más chiquita, quien corrió extendiendo sus brazos para que Yoongi la levantara, lo cual este hizo inmediatamente.



—¡Qué sorpresa!

—Sí, decidimos venir a verte. Espero que no te haya molest--

—Para nada, lo sabes —sonrió—. Pasen.



Jimin entró y cerró la puerta. Observó, feliz, cómo el otro joven charlaba con su hijita entretenidamente.



—Ayer salí triste del jardín de niños, porque pensé que ya no iba a verlo en las vacaciones. Pero después me sentí mejor, porque papá dijo que podíamos visitarlo.

—Así es, linda. Puedes venir cuando quieras.



Ella rió, feliz, y bajó, corriendo en dirección al cuarto del mayor. Jimin la miró con atención, a medida que la pequeña se marchaba.



—¿A dónde va?

—A mi habitación.

—¡Sun H--!

—Está bien. Seguramente fue a buscar el oso de peluche.

—Ah, creí que podría tocar cosas que no debe.

—Ella siempre se comporta como un ángel, no te preocupes —sonrió— ¿Han almorzado?

—No, aún no. Pero no te preocupes, lo pediré por teléfono.

—¡Claro que no! Les prepararé algo.



Yoongi caminó hacia la cocina, sacó un par de cosas del refrigerador y las colocó sobre la mesada. Jimin, quien lo había seguido, lo observó cocinar durante varios segundos. Sin siquiera preguntar, comenzó a ayudarlo.



—Jiminnie, eres un invitado, descansa.

—No quiero. Quiero ayudarte.



Dicho aquello, el menor se estiró para darle un sonoro beso en la mejilla y recostó su cabeza sobre su hombro, sin dejar lo que había empezado a hacer.



—Feliz primer mes juntos.

—Gracias, igualmente para ti —negó con la cabeza—. Es una fecha especial. Aún así, te estabas disculpando por haber venido a casa. No puedo creerlo.

—Uno nunca sabe cuándo puede o no ser una molestia.

—Tú sabes que no lo eres. Nunca lo serás.

With all of my heart [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora