With all of my heart [Yoonmin] ©

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La cena había finalizado, y un par de tazas de café se habían ido en muy poco tiempo en aquella cita. Ya habiendo llegado todo a su fin, Yoongi y Jimin caminaron hasta la puerta de la casa del mayor.

—Ven conmigo, ¿Sí?

—¿Contigo?

—¿No quieres pasar la noche en casa? —se sonrojó— A Sun Hee le gustaría tenerte allí en la mañana.

Yoongi rió. Sabía que su hija era sólo una excusa como para disipar su vergüenza tras la petición de dormir junto a él, incluso cuando podían no haber más intenciones detrás de sus palabras.

—Está bien que pienses en ella, pero ¿Qué quiere su padre? ¿Estaría bien con eso?

—Por supuesto que sí.

—Entonces, que me espere —besó rápidamente sus labios—. Prepararé mis cosas.

Mientras Jimin encendía el auto, Yoongi corrió a preparar ropa y lo que fuera a necesitar. En un momento, mientras guardaba todo dentro de su mochila, se vio obligado a detenerse. Su corazón latía demasiado rápido, ya que apenas podía creer aquella realidad que estaba viviendo.

¿De verdad él y Jimin estaban saliendo? Miró sus manos, y estas temblaban, pues se encontraba extremadamente feliz, como no se había sentido en años. Rió como una criatura, incluso en la soledad de su habitación, y cubrió su boca, aún incrédulo. A decir verdad, él no esperaba que Jimin aceptara... o que alguna vez se fijara en él, y eso le dolía como nunca nada le había dolido en sus veinticinco años de vida. Pero todo aquel dolor se esfumó por completo durante ese último tiempo.

De pronto, cuando se dio cuenta de que ya se estaba tardando demasiado por pensar acerca de sus sentimientos, terminó de preparar sus cosas y salió, pues Jimin lo estaba esperando.

**************

Seokjin se acercó de puntitas hasta la cama de Sun Hee. Luego de haber jugado bastante con ella, la pequeña había caído rendida... aunque se había rehusado a quitarse su bonita tiara para dormir. El mayor aprovechó y se la quitó, dejándola con cuidado sobre su mesita de noche. Después de haber apagado la luz, salió y escuchó el ruido de un auto. Supo que Jimin había llegado, y fue a abrirle la puerta, aunque se sorprendió al haberlo visto de la mano de su amigo.

—Hola, Seokjin ¿Qué tal todo?

—Ya... —miró de nuevo hacia aquel par de manos entrelazadas— Sun Hee acaba de dormirse. Jugamos muchísimo y comió muy bien.

—No sé cómo agradecerte todo esto...

—Por favor, no tienes que hacerlo. Es una chiquilla adorable y se porta muy bien. Cuando lo necesites, podría cuidarla... siempre y cuando estés de acuerdo.

—¡Claro que sí!

Seokjin volvió a bajar su mirada y sacudió su cabeza, sin poder retener sus dudas por mucho más tiempo.

—Esperen un momento, ¿Eso qué significa? —señaló sus manos— Y Yoongi, ¿No deberías estar en tu casa?