With all of my heart [Yoonmin] ©

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Después de un día bastante agitado, luego de haber correteado todo el día, Sun Hee cayó rendida en el sillón de la sala del mayor, en cuya casa habían hecho la fiesta de cumpleaños. Jimin la tomó en brazos suavemente, y la dejó sobre la cama del pequeño cuarto de huéspedes que quedaba casi al final del pasillo que daba a los dos únicos dormitorios. Después, besó su frente y salió de manera sigilosa hasta haber cerrado la puerta. Caminó con cuidado de no hacer mucho ruido hasta el cuarto de Yoongi, y se recostó junto a él en la cama. A pesar de la oscuridad, podía verlo a los ojos, ya que una de las lámparas sobre las mesitas de noche estaba encendida.

—Quedó encantada con la fiesta. Nunca había tenido una.

—¿No?

—No así. Gracias.

—No es nada. Si fuera por mí, organizaría cada una de sus fiestas de cumpleaños por el resto de mi vida, y me esforzaría para que fueran cada vez mejores.

—¿Te has puesto a pensar en eso?

—¿De qué hablas?

Jimin se removió sobre el colchón hasta quedar boca arriba, y juntó ambas manos sobre su estómago.

—No es la primera vez que hablamos de lo nuestro como si fuera a durar por siempre.

Yoongi se inquietó. Se incorporó un poco, sosteniendo su peso en su codo, el cual estaba apoyado sobre su almohada, y miró a los ojos al más chico.

—¿Es... eso malo?

—No, no, para nada. Sólo me llamó la atención. Si tuvieras que ser sincero... ¿Crees que podamos estar juntos siempre?

—¿Qué hay de ti?

—Te pregunté primero.

—¿Y eso qué? Ahora te pregunté yo.

—Bueno, sí, por supuesto, ¿Y tú?

—¿Eh?

Una tonta sonrisa se dibujó en sus labios.

—Park Jimin...

—Min Yoongi, no respondiste.

—Claro que sí, amor. Me sorprende que lo preguntes a estas alturas.

Silencio. Sólo sonrisas y mejillas sonrojadas. Jimin se sentó en la cama, y Yoongi imitó su acción.

—¿Qué pasa?

—Sólo... quería verte mejor.

Con sus pequeñas manos, comenzó a acariciar el rostro de Yoongi. Segundos después, plantó un beso sobre sus labios y lo abrazó con cariño. Su cara se escondió en el hueco de su cuello, e inhaló su perfume. No tardó mucho en ser rodeado fuertemente por los brazos del otro muchacho.