With all of my heart [Yoonmin] ©

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Luego de haber esperado y esperado a que llegara el momento perfecto, un año y seis meses después de que hayan iniciado su relación, el día más importante había llegado. Lo estaban por celebrar en una preciosa casa que habían alquilado sólo para la ocasión. Estaba un poco alejada del ruidoso centro de la ciudad. Tenía un amplio patio y un salón adentro en donde harían una pequeña fiesta a la noche, para lo cual no faltaba mucho. Sería poco después de que hubiera terminado la boda.

Yoongi se miró al espejo por milésima vez, y suspiró. Seokjin, quien estaba detrás de él, se acercó y puso una mano sobre su hombro.

—¿Qué pasa? 

—Desconozco a ese tipo de ahí —señaló su propio reflejo— ¿En serio está pasando esto?

—Es más que real —rió.

Los dos se acercaron a la ventana junto a ellos, que daba al patio. Las familias de Yoongi y de Jimin ya estaban presentes, y Sun Hee corría de un lado al otro con sus primitos nuevos, con quienes se llevaba más que bien.

—Todavía recuerdo el día en que lo conocí. Me parece increíble el hecho de que hoy estemos por casarnos.

—Le cambiaste la vida por completo, Yoongi.

—No...

Miró de nuevo hacia afuera. Jimin aún no se había cambiado. Se encontraba corriendo detrás de su hijita para decirle que no se ensuciara, mientras que ella huía, pensando que la persecución era parte de un juego.

—Él cambió la mía —sonrió.

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Una suave melodía de piano comenzó a sonar, y las puertas del salón se abrieron. Yoongi y Jimin salieron tomados de las manos, mientras recorrían el camino —que estaba marcado con una alfombra blanca— hasta el altar. El mayor se sorprendió en demasía cuando vio a todos sus pequeños alumnos entre la gente. No podía creer que hubieran asistido. Sun Hee y una de sus primitas, hija del hermano de Yoongi, estaban esperándolos en el altar, usando preciosos vestidos iguales.

A medida que la ceremonia se llevaba a cabo, Jimin no podía dejar de pensar y pensar. A decir verdad, desde el día de la propuesta, no podía dejar de pensar en la boda, y tenía mucho miedo. Sabía que había superado casi todo, que había podido comenzar una relación, que había podido confiar en esa persona para que fuera padre de Sun Hee, y que había podido hacer amigos. Todas estas eran cosas que no había podido hacer cuando Eun Ji aún era dueña de todos sus pensamientos, y de parte de su corazón como su esposa. Incluso siendo consciente de ello, tenía miedo de que todos sus recuerdos volvieran a la vida al estar frente al altar por segunda vez en su vida, y que eso lo hiciera entrar en pánico. Sin embargo, en vez de eso, sólo pudo sentir su corazón acelerándose más y más dentro de su pecho mientras miraba a Yoongi. Él sí lo miraba con algo de temor, y es que eso era completamente nuevo para él. A la vez, también era algo que realmente quería hacer desde hacía tiempo.

Una vez llegado el momento, Sun Hee se acercó a ellos con los anillos, y los intercambiaron. Ella nunca había asistido a una boda. Nunca había visto una de cerca, pero aquel momento, en un segundo, se volvió en el más especial de toda su vida, ya que, además de estar presenciando su primer casamiento, era el de sus papás, a quienes más quería ver juntos.