With all of my heart [Yoonmin] ©

♡ 24 ♡

Yoongi llegó a su casa, luego de haber dado un pequeño paseo por la ciudad. Al estar de vacaciones y tener a su pareja lejos, se sentía solo y aburrido. Tampoco podía contar mucho con Seokjin, pues tenía su empleo y sus propios asuntos familiares que atender. Cuando hubo ingresado a su hogar, suspiró y se agachó para dejar a su nuevo amigo de cuatro patas en el suelo.

Pequeñito, lanudo, de color café y mirada dulce, Holly, como él había decidido llamarlo, avanzaba tímidamente, mientras olfateaba todo a su alrededor. Lo había encontrado en la calle. Estaba solo, y necesitaba a alguien que lo cuidara. Yoongi creyó que él era el indicado en cuanto lo vio, y también pensó en Sun Hee, quien siempre había querido un cachorro. Él sabía que Jimin se negaba por alguna razón, pero no sería un problema si se quedaba en su casa y se encargaba él.

Una vez que lo vio corretear con más confianza por toda la sala, pensó en la pequeña y en la enorme sonrisa que tendría al ver al animalito frente a ella, una vez que estuviera de vuelta.

Realmente los extrañaba a los dos, y no podía esperar un segundo más. Quería que estuvieran de regreso.

**************

La puerta de una casa se abrió. La madre de Eun Ji, quien lo había hecho, soltó un par de lágrimas de alegría al haber visto a Jimin y a su nieta frente a ella. Los abrazó a los dos fuertemente y los invitó a pasar.

—¿Está usted sola?

—Sí. Mi marido trabaja, y los demás vendrán más tarde —miró a la niña—. Hola, mi amor.

Sun Hee se escondió detrás de su padre. Este acarició sus cabellos para tranquilizarla.

—Lo siento, ella es... algo cohibida.

—Lo sé... —suspiró— es idéntica a ella —sonrió, nostálgica—. Tiene sus ojos, su cabello, su pequeña nariz... es igual a ella.

—Y también tiene un corazón de oro.

Sun Hee tironeó suavemente de la camiseta de su padre, quien se agachó para poder escucharla.

—¿Cuándo volveremos a casa?

—Pronto, mi amor ¿Por qué no vas a jugar con tus cosas un rato? Yo estaré aquí, hablando con tu abuela.

La pequeña asintió y se llevó con ella su bolsa de juguetes. Jimin se sentó a la mesa junto a la señora, quien bajó su mirada, triste.

—En muy poco tiempo se cumplirán cinco años.

—Lo sé, el tiempo vuela —sonrió, pensando en la fiesta de cumpleaños que organizaría para Sun Hee.

—Aún no puedo creer que se haya ido.

El muchacho la miró, serio. Carraspeó, sintiéndose incómodo. Él no había considerado que ella estuviera hablando de Eun Ji. De todas formas, el tiempo sí volaba. Aún recordaba todo como si hubiera pasado hacía cinco minutos: la primera vez que se habían visto, cuando se habían hecho amigos, cuando habían empezado a salir, el día en que habían decidido casarse, el haberse enterado de que irían a tener un bebé... todos esos recuerdos que, hasta hacía, poco dolían como nunca, en ese momento eran cálidos y felices.