En la oscuridad puedo sentir a alguien oculta, su respiración la delata y por mi cuerpo recorre un temblor al recordar que en mi sueño una sombra se desplegaba matando a mis amigas, no puedo ver nada que no sea oscuridad y eso hace que empeore las cosas. La Diosa ha puesto una fuerte barrera pero no sé cómo esquivarla para salir de su mente, ya lo he intentado desde que la oscuridad me succiono y no he tenido éxito para desconectar mi mente de la suya.
-Idara, no es aun el tiempo de desconectarte. –La voz de ella inunda el espacio –Ahora estas en un lugar de mi mente donde con solo desear lo que quieres ver te lo mostrara.
-Diosa Ume, es tu presencia la que siento en este lugar?
No responde pero su vínculo aún sigue en pie.
-No.
Desesperada, doy vueltas tratando de enfocar algún cuerpo extraño ajustando mis ojos a la oscuridad, sin conseguirlo. Me estoy agotando.
-Aun tienes media hora, no la desperdicies. –Y sin más ya no siento su compañía.
-Quisiera conocer más sobre la vida de la Diosa. – He cambiado de planes a último minuto, un presentimiento inesperado me animo a hacerlo.
La oscuridad da paso a una luz blanca que se expande tan rápidamente que ciega mis ojos por un instante. Veo como Ume ha crecido y debe tener alrededor de veinte años, ya no llora pero su cara se ve muy triste. Detrás de ella, ahora sostiene un bulto redondo en sus manos y lo alza al cielo mirando con tristeza a sus amigas, quienes se arrodillan ante ella. Todas menos una, la que esta vestida de azul, sostiene su mirada y se aproxima a Ume, trata de robar lo que está en su mano pero ella la impacta con una onda al parecer de aire, haciendo que su amiga vuele por los aires y caiga varios metros lejos de ella. Las demás rodean a Ume y se lanzan a protegerla de su anterior amiga, esta sigue dando batalla lanzando tornados de agua a sus enemigas.
-Basta – La voz de la Diosa suena en mi cabeza y trata de sacarme de su recuerdo.
Antes de hacerlo, veo como su anterior amiga elimina a sus enemigas frente a ella y huye a un viejo portal. Ume cae al suelo tratando de revivir a sus anteriores amigas, usando un tipo de magia llena sus cuerpos y luego todo desaparece; me saco del recuerdo.
-No debiste ver eso.
-Alteza, usted no levanto una barrera... yo no sabía...
-No tienes excusa. No puedes decirle nada de esto a nadie Idara, está prohibido que interfieran con el destino.
-No entiendo... son sus recuerdos... No los nuestros, no es nuestro destino. –Y es allí cuando recuerdo, su historia y mi sueño se parecen mucho.
-Exacto, la historia puede repetirse, pero nada ni nadie debe influir Idara.
Al instante ya me encuentro fuera del cuerpo y mente de ella, estoy tumbada en el suelo respirando aparatosamente mientras gotas gruesas de sudor recorren mi cuerpo, es como si hubieran subido la temperatura en un segundo. Ella se ve molesta ante mí, suspira una vez mientras se levanta del sillón y camina a la puerta, todo sin siquiera voltear a verme.
-Recuerda, nadie debe saber lo que viste.
No puedo decirle nada más porque se ha ido dando un portazo a la puerta de la sala. Un guardia aparece y se ofrece a llevarme al centro de cuidados, pero le pido que me deje en mi habitación ya que no sufrí ningún daño en la práctica. Una vez me deja en el sofá de mi habitación, Zhue se acerca y comienza a analizarme mientras vuela a mí alrededor y me hace levantar los brazos y piernas. Un golpe a la puerta interrumpe su chequeo mientras que esta se abre y da paso al Sabio Virhun.
-Como se encuentra, señorita Idara? – Pregunta mientras hace un ademan con las manos y se sienta en una silla próxima a mí.
-Sabio Virhun, que agradable sorpresa. –Es cierto, él es muy amable conmigo y con todas, además es muy inteligente y siempre que puedo coincido con él en los jardines para hablar.
-Ume me ha contado de su práctica y ha quedado preocupada por usted.
-Creo que la he ofendido – Y mis manos comienzan a temblar.
-No pienses eso, estoy aquí porque ella ha sentido lo mismo que tú. Aquí estamos para ayudarlas mi niña.
Virhun juega un rato con Zhue mientras yo sirvo té y le tiendo una taza.
-Tú tienes más poder que todas las candidatas juntas Idara, debes tener mucho cuidado de no caer en la maldad y no permitir que tus amigas lo hagan. Es la forma de cambiar la historia.
-Pero la Diosa dijo...
-Ya se lo que dijo – Me interrumpe- y te repito, ella me envió aquí.
Me da un apretón de manos, y entiendo lo que sucede. La Diosa lo ha enviado para que me diga cómo cambiar la historia, como salvar a mis amigas.
-Ahora dime, quieres ir a ver a tus amigas?
Asiento repetidas veces con la cabeza, haciendo que me dé un poco de mareo. Mientras él y Zhue van caminando frente a mí pasando por varios jardines y pistas de correr, su información queda dando vueltas por mi cabeza. A que se refería con "caer en la maldad"? hace mucho leí que las almas son puras e inocentes, a pesar de que con el tiempo se van ensuciando un poco existe una pequeña línea entre el bien y el mal; purificarlas o matarlas por su estado de corrupción. Como se corrompen?
Llegamos al centro de cuidados, allí varias anunciadoras un poco más grandes que las nuestras y sin los aros en sus espaldas se mueven rápidamente de una sala a otra. A quien veo de primero es a Altaira, sentada en una cama y vestida con una bata purpura claro, su cabello largo esta suelto, sus manos blancas se ven frágiles y al verme sonríe de medio lado. No puedo entrar pero le hago señas formando corazones con las manos provocándole una sonrisa más amplia. Sigo caminando y esperaba ver a Chariot en la misma situación pero esta se encuentra de pie estirando su cuerpo. Al verme, sale corriendo y me abraza, frotando su mejilla con la mía, lleva la misma bata que Altaira, y su cabello está recogido en la nuca.
-Galatea aún sigue en cuidados, y Enora ya casi sale, debe estar en su habitación. –Su voz gritona es reconfortante.
Nos reunimos con Altaira en la habitación de Galatea, ella sigue dormida y conectada a oxígeno, las marcas en sus ojos han desaparecido.
-Mañana es el último día de entrenamiento antes de partir – Dice Chariot mientras come una galleta.
-De donde has sacado es... no importa, que creen que debamos hacer? –Pregunta Altaira mientras reprende con una mano a Chariot y roba media galleta de ella con su otra mano.
Comienzan a discutir, sé que están jugando y es justo en ese momento cuando no puedo más, me abrazo fuertemente a ellas dos, cayendo sobre Galatea para abrazarla también. Las abrazo con tanta fuerza y tanto amor que no importa que más tarde se burlen de mí por eso.
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La Corona de la Diosa
FantasyCinco niñas, dos mundos, una Corona. Cada cierta cantidad de años, un proceso de eleccion toma lugar en ambos mundos. La Diosa debe atravesar el portal para elegir del mundo mortal a cinco candidatas que se formaran para llegar a ser la sucesora de...