La Corona de la Diosa

Capitulo 3

No he podido dormir de la emoción! Estoy a punto de cumplir cinco años y de tener la oportunidad de conocer a la Diosa Ume. En toda la noche no he dejado de dar vueltas esperando que sea ya de mañana para poder celebrar esta ocasión y tener una oportunidad aunque sea pequeña de poder ser candidata a la corona. Mi reloj de mesa me dice que faltan dos minutos para la media noche, mis ojos no tienen intención de cerrarse para dormir y estoy que exploto de la emoción.

-Chariot... deja de hacer ruidos y duerme... -dice mi hermana Charize desde el otro lado de la habitación.

Somos gemelas, pero a pesar de ello somos muy diferentes. Ambas somos de piel clara, cabello rojo intenso y nuestros ojos también. Nuestros padres dicen que es porque la Diosa nos eligió desde antes de nacer para ser sus sucesoras y para no dejarlo pasar nos marcó con ojos rojos. Charize dice que no es justo, pero a mí me encanta la idea.

-Psss hey Charize! A que faltan 30, 29, 28...

-Ya basta, déjame dormir.

-21, 20, 19...

-ARGH! Chariot! pouvez-vous arrêter, s'il vous plaît?!

-Como me pides que me detenga si ya faltan menos de 10, 9, 8...

-Te juro que a pesar de ser gemelas y de quererte me chocas hermana.

-Es por eso mi nombre! Duh!

-FELIZ CUMPLEAÑOS A NUESTRAS PRINCESAS! -Son nuestros padres que abren de un porrazo la puerta de nuestra habitación, dirigiéndose a nuestras camas para cargarnos.

Nos llevan a su cuarto y nos permiten dormir con ellos, estando nosotras en el centro de la cama y ellos a cada esquina. Tomo la mano de mi gemela y le susurro la canción de feliz cumpleaños mientras ella la canta en francés. Mientras voy cayendo dormida, una corriente suave me recorre, el viento golpea la ventana de mis padres y me dan ganas de abrirla para sentir frio, a pesar de que no me gusta, mi hermana dice que sentir corrientes suaves en el cuerpo es señal de que algo bueno sucederá tarde o temprano, sin duda alguna lo único que quiero que pase ahora es que la Diosa Ume venga y me elija.

Son las seis de la mañana y me levanto con mucha energía como siempre, salto de la cama donde Charize sigue durmiendo y corro hacia la cocina. Mamá ya está preparando nuestro desayuno y papá debe estar escondiendo los regalos.

-Hoy vendrán tus primos para celebrar junto con tus tíos, quieres que llamemos a alguna de tus amigas?

-N-O, hoy es para estar con mi familia, además creo que me quedare todo el día en la ventana por si la Diosa Ume viene a vernos.

-Jajaja muy bien cariño, pero creo que para ti es imposible quedarte en un solo lugar. -Mi mamá me conoce muy bien, me alegra parecerme a ella físicamente - Ve y llama a tu hermana.

Vuelvo a correr a toda velocidad y salto a la cama de mis padres, haciendo que Charize vuele por los aires. Cuando cae, ya despierta, finge enojarse y me golpea con una almohada a lo cual yo respondo y comenzamos nuestra guerra de cumpleaños. Creo que ha pasado una hora desde que nos lanzamos las almohadas porque me falta el aire y me tumbo en el centro de la cama, no sin antes llevarme a mi hermana conmigo y nos quedamos riendo mientras recuperamos el aliento y la noción del tiempo. Charize se gira hacia mí y me observa como si fuera a desaparecer.

-comment vous sentez-vous?

-Estoy bien, y tú?

-Bien.

Charize prefiere hablar nuestra lengua madre, así solo ella, nuestros padres y yo nos entendemos. Ambas queremos ser elegidas, pero diría yo más que ella, sin embargo nos prometimos que haríamos todo lo posible por ser candidatas y que la mejor ganara la corona, eso no quitaría nuestro lazo de hermanas. La abrazo sin poder contener la alegría de que hoy estamos más cerca de ese sueño, y tenemos un año entero para ser elegidas, para mi sorpresa ella me devuelve el abrazo más fuertemente y me susurra: "Ayer soñé que tú eras la elegida"

Se levanta y sale caminando lentamente de la habitación, por lo que decido no prestar atención a su comentario y alcanzarla para ir de la mano juntas. Tomamos asiento en la mesa mientras nos sirven el desayuno como si fuéramos auténticas princesas, nuestro padre llega y nos entrega la primera pista de lo que será "La búsqueda del tesoro". Terminamos nuestros desayunos en tiempo record y corremos hacia el garaje. Alzo a Charize hasta el estante más bajo y alcanza la segunda pista.

"A pesar de ser para limpiar, muy sucio a veces me encontraras"

-EL BAÑO! - Grita Charize - Corre!

Al llegar, encontramos la tercera pista cerca del retrete.

"Cuando sean grandes se podrán sentar, y con mi ayuda, hermosas quedaran"

-EL TOCADOR DE MAMÁ! -Ahora soy yo quien grito.

Duramos corriendo de un lado a otro encontrando pistas, a veces confundidas pero la mayoría fáciles de encontrar y descifrar. Por fin llegamos al último lugar... La cocina.

-Qué crees que signifique? -Le pregunto a mi hermana.

-Espero sea un pastel de la pastelería de papá- Dice ella haciendo que su voz dulce se escuche un poco fría.

-Mitad de chocolate,

-Mitad de fresas.

Ambas reímos por terminar la oración que pensábamos, y luego se escucha como nuestros padres saltan desde atrás del mesón de la cocina y nos entregan las pequeñas cajas de regalo. Las abrimos si bien han tocado nuestras manos, y vemos que dentro tienen un collar dividido por la mitad, es una corona cuando unes las dos partes.

-FELIZ CUMPLEAÑOS PRINCESAS-Dice papá.

Suena el timbre y eso nos indica que nuestra familia ha llegado, ambas vamos a saludarlos aun con nuestros pijamas puestas y nuestro nuevo obsequio colgando de nuestros cuellos.

Nuestros tíos y primos traen regalos también, la mayoría es ropa y comida, me alegra poder compartir este día con ellos, pero mis ojos no dejan de mirar la ventana fijamente. Desvió la mirada de vez en cuando para hablar con ellos o ver a mi hermana, quien se encuentra frente a mí con cara de pocos amigos. No me había dado cuenta de que tenía esa expresión, solo hasta ahora que la miro con más detalle. Creo ver lágrimas en sus ojos, mientras nuestros familiares hablan, yo me acerco a ella y la tomo de la mano e intento que me mire pero no lo hace. Retira su mano de la mía, y hace que me duela el corazón, algo está sucediendo con ella porque jamás me había hecho algo así, justo cuando voy a hablarle escucho como unos truenos y una melodía llena el ambiente.

Una esfera de luz atraviesa la ventana y me pongo a dar saltos de emoción, esto solo puede significar una cosa!