L a s a r d i e n t e s c h i s p a s
d e l c o r a z ó nBakugou Katsuki no era alguien que actuara sin pensar en consecuencias y costo. Aunque pareciera que todo era por instinto, siempre estaba calculando sus próximos movimientos. Él tampoco era alguien entrometido en problemas ajenos, sabía muy bien separar las cosas, es por ello que no tenía piedad a la hora de hacerle frente a alguien en un combate.
Bakugou era de los que le hacían frente al villano, él miraba la maldad con fieros ojos y reía ante su próxima lucha. El rubio si caía se ponía de pie, porque un héroe siempre debía ganar. Bakugou tenía muy claro el estilo de héroe que era. Entonces, se preguntó, ¿qué lo había llevado a salvar al Mitad y Mitad?
Él estaba sentado en las gradas, mirando cada movimiento de sus compañeros, cuando oyó el razonamiento de Midoriya. ¿Así es como iba a acabar todo? Él sabía del gran potencial que tenían los poderes del grupo de Todoroki, pero también sabía lo ineficientes que aún eran. Por otro lado, Kirishima resultaba ser un gran líder, al contrario de Todoroki, quien acostumbraba a trabajar solo.
Como él.
De un momento a otro, el equipo del heterocromático había tomado cierta ventaja, gracias a la rápida reacción que tuvo Uraraka. Sin embargo no fue suficiente contra el chico eléctrico, que rápidamente la había dejado fuera de combate. Bakugou en ese momento observaba todo con el ceño fruncido.
¿Es que no habían ideado un maldito plan?
Luego, Mineta había atrapado a Momo utilizando su fastidioso quirk. El fin se veía venir. Sin embargo aunque todo el equipo de Todoroki fue derrotado, no bastó para que él se diera por vencido. Con un par de movimientos ya se había deshecho de Mineta, pero su pie fue retenido por una de las bolas púrpuras y allí fue cuando Bakugou vio todo en cámara lenta.
-Sal de ahí... -susurró, apoyando las manos en sus rodillas.
Kaminari y Kirishima vieron la oportunidad de dejar fuera de combate a Todoroki. Uraraka lo comprendió rápidamente, e intentó pensar en algo para detenerlo, pero su quirk era inservible contra el de Denki. Miró con desesperación a Momo, pero con las manos atrapadas era imposible que pudiera crear algo a tiempo para la protección del heterocromático.
- ¡Kaminari, ahora! -Gritó Kirishima, sin dejarles más tiempo para pensar.
- ¡Llámame Pikachu!
La descarga de electricidad que Bakugou vió, fue realmente impresionante comparada a otras. Aquella venía desmedida, sin control e inmesurable. Apretó la tela de su pantalón.
-Sal de ahí -repitió en un susurro.
¿A qué mierda viene esto? Se preguntó con fastidio. ¿Por qué de pronto le importaba tanto aquél bastardo? Si se muere no era asunto suyo. Sin embargo...
Cerró los ojos con fuerza.
«No es mi problema. Puede usar su quirk. No me importa que muera. No me interesa. No me importa el maldito y su estúpida vida»
- ¡Todoroki-kun! -Midoriya gritó con desesperación.
« ¡Maldición, maldición! »
En aquél momento, saltó de su asiento y con la ayuda de su quirk, se impulsó hasta llegar rápidamente a Todoroki. Quién había atinado a cerrar los ojos y cubrirse con las manos, esperando lo peor.
El corazón de Bakugou latía a toda velocidad, la desesperación por llegar hasta el bastardo le estaba ganando a la calma y el control con el que siempre manejaba situaciones críticas. La velocidad de la electricidad de Kaminari estaba alcanzando al semi albino, y el pecho de Bakugou amenzaba con estallar. Gruñó lleno de salvaje e incontenible furia.
Hizo un último esfuerzo creando explosiones de mayor magnitud, estiró su brazo y entonces... Lo alcanzó.
Deslizó una mano por la cintura de Todoroki, haciéndole soltar un suave jadeo que llegó a oídos del rubio, quien en respuesta apretó y aprisionó al semi albino más contra sí mismo. Con la otra mano, hizo volar el trozo de tierra que mantenía sujeto el pie de Todoroki.
El rostro de éste volteó a verlo sorprendido.
-Bakugou... -Susurró.
El mencionado le obsequió una sonrisa llena de soberbia y superioridad.
-Bastardo Mitad y Mitad -saludó de vuelta.
- ¡AGH! -Bakugou gruñó molesto.
Se encontraba sobre su cama descansando. Luego de un día agitado como el que había tenido, el fin de semana quería tomarlo solo para recuperar fuerzas y entrenar. Sin embargo su memoria insistía en hacerle recordar el momento en que había salvado al bastardo Mitad y Mitad.
Se desperezó, y se reincorporó a la cama, sentándose sobre ella con los pies colgando.
A fin de cuentas el dichoso rayo de Kaminari jamás llegó, puesto que Aizawa-Sensei había anulado su poder. ¿Cómo es que no se detuvo a pensarlo siquiera? Se quería patear a sí mismo. A ver si así se le iba de una vez el maldito recuerdo de Todoroki y su estúpido jadeo.
Además, además...
«Tú... ¿Me esperaste todo este tiempo sólo para hablar conmigo? »
- ¡Maldito bastardo! -Volvió a gruñir.
A lo largo de ese día, Bakugou no había podido quitarle la vista de encima. El solo recordar lo que había sentido al rodear su fina cintura, le encendía las mejillas y algo ardía en su interior. Aquello realmente perturbaba su paz. Así que cuando notó que el heterocromático tenía la cabeza en otro lado, supuso que estaría pensando en lo que ocurrió. Realmente ni siquiera sabía porqué demonios lo esperó en la salida, pero lo había echo.
Y allí se había encontrado, sin saber exactamente qué decir frente a él, para luego salir completamente acorralado y marcharse panteando todo lo que estaba a su paso.
Suspiró sonoramente.
Se puso de pie y decidió ir hasta el gimnasio para entrenar y así, despejarse de toda la mierda que rondaba su mente. Al ser sábado, pocos alumnos se quedaban en la academia, visto que la mayoría se marchaban sus casas a pasar tiempo con sus familias.
Con toalla en hombro y botella de agua en mano, Bakugou ingresó al gimnasio, pero vaya sorpresa se llevó cuando un blanquecino y casi pálido torso desnudo, se hallaba frente a sus ojos levantando pesas.
Todoroki Shouto también había decidido ir a entrenar ese día.
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Kill me, Burn me, Slowly [BnHa-Todobaku/Bakutodo] [PlusUltra19]
FanfictionPreso de un pasado difícil, Todoroki Shouto a adoptado una actitud distante e indiferente con quiénes le rodean, escudándose detrás de un rostro cargado de neutralidad e inexpresividad. Un rostro que Bakugou Katsuki no puede soportar, y que hará est...