Kill me, Burn me, Slowly [BnHa-Todobaku/Bakutodo] [PlusUltra19]

-X

Se encontraba sentado detrás de su espacioso despacho, con un móvil en la oreja. Realmente le fastidiaba tener que dar explicaciones y hacer reportes, aún cuando tenía mucha tarea como héroe, sin embargo cada detalle, cada paso era realmente primordial en la operación que estaba llevando a cabo.

—Su fe es casi inquebrantable —explicó —, tal vez tardemos más de lo esperado.

Un gruñido del otro lado de la línea fue toda al respuesta que obtuvo.

—Pero podemos utilizar nuestro movimiento como una prueba —continuó —, y hasta podríamos conseguir destrozar aquél heroísmo del que tanto se jacta la academia.

—Realmente le tienes una confianza rebosante a ese hijo tuyo que tienes —replicó.

—Tch —chasqueó la lengua con desagrado —. No es confianza, simplemente me adelanto a los hechos. Conozco a Shouto, y puedo manejarlo.

—Eso espero, o todo el plan se irá a la mierda.

— ¿Dudas de mí? —Gruñó molesto.

—No. Yo dudo de él.

Endeavor suspiró pesado.

—Limítate a contactar a nuestro informante. Necesitamos los detalles para nuestra próxima aparición.

—No me das órdenes, Todoroki Enji. Recuerda tu posición en ésta organización —le advirtió —. Él pronto me contactará, confío ciegamente en el muchacho, jamás me ha decepcionado. Tu hijo, por otro lado...

—Estará listo —gruñó interrumpiéndolo, quería acabar cuanto antes con aquella llamada —. Shouto es la pieza clave en esto. Y no fallará. Él es mi objeto más preciado.

Un inquietante silencio se apoderó de la línea.

—Estaremos en contacto, Endeavor.

El héroe chasqueó la lengua con desagrado. Cortó la llamada y guardó el aparato en uno de sus cajones, cuando de pronto las puertas del despacho se abrieron, y una cabellera bicolor hizo ingreso a la habitación.

— ¿No fallaré en qué, maldito viejo?

Endeavor rápidamente posó sus ojos en él.

—En vencer a All Might, ¿en qué más? —En cierta forma, no era mentira.

— ¿Ya le estás contando a tus amigos sobre mí? —Preguntó con la ira en su voz. Endeavor se limitó a sonreír con superioridad —. Me niego a aceptar el destino que has escogido por mí. Si voy a ser el número uno, será a mí manera. No usaré mi lado izquierdo, jamás —advirtió el menor de los hijos.

Todoroki arrojó una gruesa carpeta sobre un pequeño escritorio cercano a la puerta de entrada.

—Te lo envía mi hermana.

Dicho esto, volvió a desaparecer trás las puertas.

—Eso está por verse, hijo —susurró apoyando su cabeza sobre sus manos y sonriendo como nunca antes lo había echo.