Kill me, Burn me, Slowly [BnHa-Todobaku/Bakutodo] [PlusUltra19]

-X

Monoma silbaba una pegajosa melodía, mientras caminaba despreocupadamente con las manos en sus bolsillos. Se dirigía a las habitaciones del 1-A. No necesitaba indicaciones, pues sabía con exactitud la localización de cada alumno de aquella fastidiosa clase, después de todo ellos eran el enemigo.

—El presidente de la clase, el eléctrico, el cara de tronco... —Murmuró entre dientes. Monoma iba nombrándolos a medida que pasaba por sus habitaciones, y se asomaba ligeramente —. ¡Uff! —Soltó una pequeña risa cual hiena hambrienta —. ¡El sin cerebro de las bombas!

— ¡SHINE! —Soltó Bakugou para luego cerrarle la puerta en la cara.

—Igual de amable que siempre —dijo irónico. Entonces continuó su búsqueda por el pasillo —. El multibrazos, el de las esferas, el... ¡Bingo!

Monoma golpeó la puerta un par de veces para luego continuar silbando su melodía. Se apoyó en el marco, sin perder aquella molesta e hipócrita sonrisa que tanto le caracterizaba.

Te tengo.

Pensó. Cuando por fin le abrieron, su boca se abrió soltando una pequeña carcajada llena de ironía. Miró de pie a cabeza a quien tenía frente a él, para luego ingresar a su pieza sin siquiera pedir permiso. Ya dentro, se volteó para observarle mejor.

—Debemos hablar —soltó rompiendo el silencio —. Lo sabes, ¿verdad, héroe?

El otro enmudeció, y su rostro perdió color de golpe.

—Dime exactamente con qué te están extorsionando —. El chico abrió los ojos sorprendido y comenzó a sudar frío, ¿cómo lo sabía? ¿Cómo lo había descubierto? —No hay que ser un genio para averiguarlo —contestó la pregunta que explícitamente colgaba en el aire —. Amas ser un héroe más que cualquier otro. Tus convicciones son fuertes, te he visto.

Monoma tomó una silla próxima a él, y la volteó de un sólo movimiento. Luego se sentó en ella con sus piernas abiertas, recargando sus brazos en el respaldo frente a él.

—Suéltalo todo, cortito de mente. No hay mucho tiempo, por como te veo.

—Yo... —Tragó duro, para luego mirarle con determinación. Él había tomado valentía de pronto —. Ayudame —soltó entre dientes tomando por sorpresa al rubio —. Monoma, ayudame por favor.