Epílogo

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Qué quieren que les diga? No podía esperar!! 😂😂😂

El día brillaba como hace tiempo no lo hacía en Madrid. La primavera estaba inundando las calles de aquella ciudad iluminando con el sol que resplandecía en cada esquina.

Estaba perfecto para los planes que tenían hoy y es que los dos hombres favoritos de Samuel cumplían años. Aquel pequeño, ya no tan pequeño, Bruno estaba cumpliendo sus deseados 18 y nunca estuvo tan feliz en su vida como en estos momentos. Era extraño verlo tan contento por su cumpleaños, casi nunca le gustaba organizarlos. Que sí celebrarlos, pero eso de hacer las comidas, comprar bebidas, ordenar toda la casa y aguantar a los invitados hasta muy tarde no era algo que le gustara mucho. Para su suerte -y la de Guillermo- su padre Samuel y sus abuelos por parte de Guille iban a organizar toda la fiesta mientras ellos iban de compras como regalo del mayor al menor.

Cada año, en su cumpleaños, ambos iban a comprar ropa y demás para estrenar el mismo día de la fiesta. Un ritual que había comenzando cuando Bruno cumplió sus 10, y desde entonces todos los años iban a cualquier shopping o tienda a comprar algunas prendas que el menor quisiera.
A Guillermo le encantaba tener este tipo de relación con el menor. A pesar de todo, Bruno nunca le demostró que no era bienvenido a la familia. Desde pequeño, siempre lo recibió con mucho amor y cariño. Jamás va a estar tan agradecido con este, ahora, adolescente. Jamás pensó que iba a tener el apoyo del hijo de Samuel de forma tan fuerte para su relación. Y aunque ni ellos pensaban que iban a durar tanto tiempo -que 14 años no se dicen pronto- estaba realmente sorprendido por la hermosa relación y confianza que había adquirido con Bruno. Lo quería como si fuera su hijo, y es que lo siente así. Todos le dicen que es su hijo, ya hasta adoptó manías que eran típicas de Guillermo. Cada vez que habla del tema con Samuel, el mayor siempre le dice que cada día se parece más a él. Siente un poco de celos y Guillermo lo sabe, pero en el fondo estaba muy seguro de que jamás iba a poder ser tan buen padre como lo era Samuel.

De los dos él era el más estricto con el chico. En época de adolescencia, los hombres cada vez parecían que estaban más metidos en la edad del pavo; ese tiempo en el que no son conscientes de las gilipolleces y tonterías que dicen o hacen. Todos los sufrimos, pero parecía que en Bruno no terminaba más. Guillermo creía que sin su presencia, alguno ya habría matado al otro y después suicidado por arrepentimiento. Sí, así de fuertes eran sus peleas.
Gritos por acá, por allá, más de una vez habrán volado almohadones por el salón y se habrá roto un poco más el marco de la puerta por los fuertes golpazos que Bruno daba al salir dramáticamente de la habitación en la cual estaban peleando. Aún si peleaban en el cuarto del menor, éste de iba a su aún presente sala de juegos, la cual estaba actualizada con consolas y computadora. Una habitación que según Samuel, todo adolescente querría. Y Bruno no podía estar más contento con esa hermosa sala que le habían hecho y mantenido desde pequeño.

Tenía hermosos recuerdos en ese lugar. Así como peleaba mucho con Samuel, también jugaban mucho y la pasan realmente bien. Con Guillermo tenía una relación más llevada a la cocina. Desde que él se había mudado con ellos, había empezado a aprender a cocinar más y mucho, mucho, mucho mejor. Lo que era algo realmente gratificante para el paladar de los otros dos hombres. Samuel cocinaba de vez en cuando, más que nada para que Guillermo no haga el trabajo siempre, pero a él no le molestaba en lo más mínimo. Y menos si tenía a Bruno como su aprendíz.
Los únicos días en los que Samuel cocinaba, eran cuando él llegaba más temprano que Guillermo.

Luego de ganar el juicio, los horarios para todos habían reducido una gran cantidad de horas. Ahora trabajaban ocho horas los días hábiles, los sábados tan sólo de 7am a 13pm y los domingos nadie trabajaba. Era un horario que todos agradecían y gracias al mejor descansar, todo iba para arriba. Las estadísticas habían subido una gran cantidad de porcentaje y estaban todos felices.

El Niñero de Mi Hijo⚽WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora