Pactos

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Silvia

Estaba preparada en caso que Andrés quisiera venir por mí, estaba preparada para recibir unas puertas cerrada de parte de los pastores y nunca volver a saber de la iglesia, pero jamás, ni por un momento estuve preparada para que me sonara el celular con un mensaje, nunca me imaginé que un solo mensaje me distraería tanto, y mucho peor aún, jamás me hubiese imaginado que aun produciría un efecto en mí, baje con cuidado las escaleras asegurándome que Dylan no estuviera escuchando, y en vez de responder con otro mensaje marqué al número

- ¿Silvia?

- Hola

- Que gusto es escuchar de nuevo tu voz

- ¿Qué quieres?

- Tú sabes que quiero

- Si lo supiera ¿no crees que no te estaría haciendo preguntas obvias?

- Vamos chiquita, no te enojes- Si esas palabras hubieran salido de Andrés lo hubiese visto con mala cara, pero viniendo de Manuel, esas palabras pesaban y traían con ellas miles de recuerdos

- No me pidas que no me enoje cuando decides aparecerte después de 21 años dónde me dejaste abandonada con una niña y sin tener ningún oficio

- Pero Silvia, si Rebequita me perdonó, yo sé que tú también puedes hacerlo

- Pues yo no estoy segura de ello

- Silvia por favor...

- No lo sé

- Déjame verte, si decides que sigo siendo el mismo, te prometo que me marcho

- De acuerdo

- Nos vemos a las 4, te voy a mandar un mensaje con el lugar

- Bueno

Al subir note que Dyan estaba con sus audífonos escribiendo así que supe que estaría a salvo, decidí irme arreglada, finalmente era mi Ex esposo del que hablábamos, saque uno de los pocos vestidos que Andrés me dejo conservar y me lo puse, dure toda la tarde arreglando mi cabello y recordando cómo se maquillaba, al verme al espejo casi no me reconocí

Tras un par de horas llegó nuevamente un mensaje

>> Esta es la dirección chiquita, sal ya, sabes que odio que llegues tarde

Esperaba tener la misma suerte que tuve con Dylan al hacerle la llamada a Manuel, pero no fue así, venía justamente subiendo las escaleras

- Silvia, que guapa estas

- Muchas gracias

- ¿A dónde vas?

- Pues...

- ¿No vas a ir a ver a esa bestia verdad?

- No por supuesto que no

- Bueno... te cuidas igual, estas muy linda

Me despedí de Dylan y salí de casa, sentía mi corazón latiendo a mil por hora, incluso sentía  como las manos me sudabanun poco, llevaba mucho tiempo sin hablar con él, no entendía que pretendía, pero, quizás por fin la vida me empezaba a sonreír.

Al llegar Manuel estaba fuera esperándome, y al verme sacar la billetera abrió la puerta del coche y pago él, me ofreció la mano para salir

- Estas hermosa

- Gracias

Me dio dos besos en cada mejilla y caminamos despacio hasta su auto

- ¿Aún vamos más lejos?

CelestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora