Recaidas

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- Luna tienes que ser fuerte en este momento para él

- Si claro doctor

El doctor suspiro antes de decirme

- Luna la salud de tu padre no mejora, al contrario, cada vez lo perdemos más

- Pero la actividad cerebral...

- Si, se ha mantenido normal, pero no despierta, eso complica mucho todo

- Pero doctor

- Luna, es mejor que te prepares para lo peor, tu padre no esta luchando

Mi voz se entrecorto así que me limite a asentir, el doctor me dejo a solas, empece a caminar al principio lentamente, luego comencé a correr con fuerza, salí del hospital y me aleje. Todo lo que estaba pasando era tan injusto, me encontré con un parque que había en la zona y me adentre entre los arboles, y me deje caer en mis rodillas finalmente agotada, tanto física como animicamente.

- Padre ¿qué te hice Señor? Qué quieres de mí ¿acaso no te he servido con fuerza, haz olvidado mis años de servicio? He dado todo lo que tengo a ti, me he guardado por ti, he servido por ti ¿No ha sido suficiente? Dime qué quieres que haga Señor y lo haré, dime a qué debo renunciar, pero Señor no me hagas más esto Padre, no soy tan fuerte Jesús, créeme que no soy tan fuerte.

Abracé mis rodillas mientras empezaba a llorar, justamente en ese momento las corrientes de viento empezaron a rodearme, yo sabía que Dios estaba en el lugar, y aunque no podía dejar de llorar en parte me sentía mejor, entendía que Dios me estaba consolando, a su manera, en su extraña manera de comunicarse conmigo. 

Llame a Dylan y le di mi ubicación, instantes después llegó por mí

- Gracias por venir 

- ¿Cómo llegaste hasta aquí?

- Corriendo

- Esta bien

Dylan tomó suavemente mi mano y me entro nuevamente al parque

- Pensé que ya nos íbamos

- Digamos que quiero pasar un tiempo contigo

Caminamos en silencio durante un tiempo, él no me decía nada y yo no sabía si estaba lista para contarle

- ¿Fuiste hoy al hospital?

- Si, acabo de volver

- ¿hay noticias nuevas?

- Las mismas... aunque...

- ¿Qué?

- El doctor me pidió que te hiciera pensar en... desconectar a tu papá

- ¡¿Cómo?!

Nos quedamos en silencio, papá estaba sufriendo, yo lo sabía, recuerdo lo doloroso que era conectar tu alma con tu cuerpo nuevamente, como eras consciente del dolor que Dios no te había querido dejar sentir.

- Luna, es una buena noticia

- ¿Por qué el que los doctores recomienden desconectar a papá es buena idea?

- Cuando fue tu accidente los doctores sugirieron lo mismo... en ese momento tu papás empezaron a orar con fuerza por ti y... bueno, aquí estas

- Yo no se si Dios me oye a estas alturas

- Lu... claro que te oye, eres su hija favorita

Sonreí sin abrir los labios, terminamos de dar la vuelta al parque y llegamos al coche, nos subimos sin saber bien que decir, yo solo pensaba en papá ¿lo mejor era dejarlo descansar? 

CelestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora