Retrospectiva

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Marta

Siempre considere mi familia una bendición, era mi familia de ensueño, antes de tan siquiera conocer a mi esposo, Dios me había dado promesa con hasta mi tercera y cuarta generación, pero jamás imagine que íbamos a terminar aceptando a nuevas personas en ella.

Cuando llegó Becca, me vi en sus ojos, ellos eran el reflejo de una adolescente perdida sin identidad ni amor, y ahora estaba Silvia, una mujer que seguía siendo una niña en su interior, Antonio ya me había dicho que era mejor no involucrarnos tanto con esa familia por el bien de nuestra hija, pero aquí estamos, involucrándola en una noche que iba a ser para los dos.

Decidimos volver antes por esa misma razón, Antonio se encontraba alterado, decía que había algo en su espíritu que le inquietaba, y Silvia había dejado un medicamento el cual al parecer le impedía tener unas migrañas terribles, por eso apenas se subió al coche cerró los ojos quedando profundamente dormida.

Miraba en la carretera el paisaje en la oscuridad, el cielo, aquel gran espejo en donde Dios nos permite ver tan solo un poco de su gran e inmensa obra, entonces, comenzó a sonar el teléfono

- Golondrina contesta por favor

- Amor, es tardísimo, lo que sea puede esperar a mañana

- Por lo mismo que es tardísimo te lo digo, pudo haberle pasado algo a Luna

En ese momento el celular dejó de sonar

- ¿Algún día vas a superar lo del accidente de la niña?

- Jamás... siempre me voy a....- Nuevamente el celular, esta vez conteste y como era el teléfono de mi esposo lo puse en altavoz

- Dios bendice su llamada, buenas noches

- Pastor- Antonio y yo nos vimos a los ojos por un instante, era Francisco, de fondo se escuchaba que Sara estaba llorando y Becca gritaba algo que no entendíamos muy bien

- Hijo ¿qué pasó?

- Pastor por favor, yo no sé qué hacer, Rebecca.... espera... déjame hablar con él....

- Aló- Era Rebecca claramente acongojada, al ver a Antonio él me permitió hablar a mi

- Rebecca hija que pasó

- Pastora Martha, yo sé que ustedes me han cuidado como a mi propia familia, y que incluso me han enseñado muchas cosas, pero yo no voy a permitir que Luna destruya mi hogar

Mi esposo y yo nos miramos confundidos

- ¿De qué hablas?

- Así como lo escucha, me cansé que Luna este buscando lo que no debe y es mejor que separemos nuestras familias

- Rebecca, haber cálmate

- No pastora, es que yo tengo que cuidar mi hogar

- Martha mi Biblia- Dijo Antonio, le indiqué con mis manos que no entendía para que la quería

- Hija, tú puedes cuidar tu hogar, pero, tienes que entender también que Luna y Francisco son como hermanos

- Nada de eso, Francisco jamás vio a Luna como una hermana

- Mi Biblia Martha

- Hija espérame un momento- Le pasé mi celular a Antonio para dejar que fuera él quien hablara con ella, solté mi cinturón de seguridad y me estiré para alcanzarla, pero justamente cuando ya la tenía entre los dedos se me deslizo y quedo bajo la silla

- Silvia despiértate- Dije suavemente tratando que ella me ayudara

- Ten- Dijo Antonio soltando también su cinturón, yo me volví a sentar y entonces lo vi.

Todo pasó en cámara lenta y sentí como en ese momento todo se derrumbaba, un camión estaba pasando en ese instante, tomé a Antonio del brazo para que frenara, Silvia abrió los ojos primero confusa y después su gesto de terror quedo en mi mente, y ahora todo era negro

Seguramente esto era lo que Luna nos contaba, del lugar en dónde se encontraba con Dios, un espacio en blanco, en donde observaba todo como si se tratara de una película

Vi a Antonio chocar con violencia contra el espejo del coche, vi mi cuerpo traspasarlo y quedar tirado a unos metros, Silvia lloraba histérica tomando el celular con sus manos, Antonio salió con dificultad del coche, quedo inconsciente poco antes de llegar hasta donde yo estaba, nuestro coche, comprado en las épocas en que los dos éramos novios, era solo un pedazo de metal reducido a su máxima expresión, Silvia salió del coche e intentaba coger señal, poco después llegaron los paramédicos.

- Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos

- ¿Papá?

- Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación

Las ambulancias empezaron a llegar, escuchaba la voz de Luna recibiendo la llamada

- Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.

Martha tuvo un shock nervioso y se desplomó en el suelo, el chofer se había quedado dormido, debió tener un día largo

- Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

Antonio abrió los ojos y le dijo algo indescifrable al paramédico, el asintió y lo escribió rápidamente

- Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Mi corazón dejó de funcionar, los paramédicos tardaron un minuto en devolverme los latidos a mi pecho

- Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios

En ese momento Papá tomó mis hombros, toda la vida hablando de Él y ahora que lo tenía junto a mí no podía reaccionar

- Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Luna gritaba en el hospital, Dylan la estaba apartando de Rebecca y Francisco

- Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

Los médicos trabajaban fuertemente con Antonio que luchaba con todas sus fuerzas para seguir vivo, yo, ya estaba en la presencia

- Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.

- ¡Alégrense! ¡Pónganse contentos! Porque van a recibir un gran premio en el cielo. Así maltrataron también a los profetas que vivieron antes que ustedes- Termine de decir y gire a ver a mi Dios cara a cara

- Culminado es... Hija, entra en el reposo de tu Señor

- Señor, pero... Luna

- Luna es mi Hija, yo me encargo

En ese momento entendí la visión de Jacob en Bethel, vi esa escalera llena de ángeles subiendo y bajando, Dios tomó mi mano, y a medio camino, giré a ver atrás, ahora Antonio había dejado de luchar

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