Poor rich girl

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Llegamos con Dylan aprisa a la iglesia, Javier era sin duda alguna uno de los contactos que uno no debe perder, al llegar una joven un poco menos que yo llegó casi gritando hasta nosotros y abrazó con fuerza a Dy, lo mire confundida, pero él se veía el doble de confundido

- ¿Hola?

- ¡Luna! - La jovencita me abrazó con la misma fuerza

- Luna, creo que ya conociste a mi hija

- No sabía que tenías una hija- Dije apenas ella soltó su abrazo y sonreía sobre entusiasmada

- Es mi culpa, creo que jamás la mencione, Luna te presento a...

- Valentina. mucho gusto, soy muy, muy fan de ustedes dos

- me imagino que más de Dylan que mío

- Oh no, mi hija te admira mucho

- Papi tiene razón, desde la primera vez que estuve aquí en jóvenes

- Javier ¿querías hablar con nosotros?

- Casi se me olvidaba, por favor, acompáñenme

Caminamos escuchando a Valen, la cual realmente tenía buena memoria, nos contó en qué momento se volvió fan de Dylan y como, al enterarse que estaba asistiendo a mi iglesia llego y de ahí nunca quiso salir

- Siéntense por favor- Dije cuando llegamos a mi oficina

- ¿Esta es tu oficina? Pensé que sería más grande

- Val

- Uy perdón

- Lo lamento, como comprenderás mi hija solo está acostumbrada a mi oficina

- La oficina de mi papi mide lo mismo que la sala de la casa de Dylan... bueno, la anterior

- Val...

- Ya, prometo no decir nada más

- Luna, me entere de lo que has pasado, estaba en un viaje de negocios en Francia, entonces como entenderás no he estado muy pendiente de las noticias locales

- Pero apenas llegó yo le conté

- Así es y aunque no podemos hacer mucho en este momento, queremos saber si hay algo en lo que necesites, con mucho gusto nosotros nos haremos cargo

- Pues... Javier te agradezco... les agradezco a ti y a tu hija la preocupación, pero en este momento hay ya muy poco que necesite, las terapias de mi papá las estamos pagando con el sueldo que era de mi madre, ahora lo que queremos es encontrar un apartamento en el que podamos estar un tiempo en lo que mi papá se recupera, porque la casa como tiene dos pisos impide que se mueva

- Déjame y les doy un apartamento

- ¿Qué?

- Luna, dije que en lo que pusiera ayudar

- Javier enserio te agradezco, pero es demasiado

- Nunca va a ser demasiado Luna

UN AÑO ATRÁS

Valentina

- Señorita Valentina su padre ha llamado

- No me digas Carlos, no va a venir

- Lo siento mucho señorita

Tire mi maleta al suelo mientras mi amiga Milena me acariciaba la espalda

- Siempre puedes quedarte en casa

- ¿Sabes qué? Tienes razón... Carlos, lleva el carro a casa

CelestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora