Capítulo 1: Quiero el divorcio!

6.3K 403 20
                                    

Estoy recostada en la arena calentita, con el agua del mar acariciando la punta de mis pies, se escuchan aves cantando y... Un momento que es ése cosquilleo en mí cintura, y porque ya no estoy en la arena con el mar acariciándome?

- Amor despierta. - dice una voz masculina susurrante en mí oído.

Abro los ojos asustada. Dónde estoy? Quien es este hombre que parece un Dios griego y está tan bueno?

- Hola bombón, al fin abres esos bellos ojitos. - dice el Dios griego.

Hay me está sonriendo!!! Siento cosquillitas en el estómago, es tan lindo, y esos ojazos azules como zafiros que me miran con adoración. Por qué estoy en una cama con él y no lo recuerdo? Mejor le respondo o va a creerme  estúpida.

- Hola - la voz me sale ronca por el sueño, que vergüenza.

- No me recuerdas. Verdad? - él Dios griego ahora se ve triste.

Maldito cerebro reacciona! Recuerda a éste bello hombre o mejor, recuerda que pasó anoche. Eso es, de anoche recuerdo estar en un bar llamado Luxe y...

- Mejor iré a dar una vuelta. - dice él.

- No! Por favor espera, nos conocimos en un bar llamado Luxe anoche, cierto?

- Sí. - responde recuperando la sonrisa.

- Tú te acercaste cuando estaba bailando y me pediste que bailé contigo, yo acepte. Luego fuimos a la barra y tomamos unos tragos hablando sobre nosotros, en un momento estábamos besándonos y tú me preguntaste si quería venir a tú hotel y aquí estamos. - le digo recordando y uniendo las piezas en mí mente.

Él sonríe más ampliamente y su nombre aparece mágicamente en mí cabeza Sebastián Brown, su nombre y su apellido son atrapantes igual que su profesión corredor de motocross; con lo que a mí me fascina ese deporte.

- Veo que está en las nubes está mañana señora Brown. - dice acercándose a mí.

Tiene razón, anoche bebí y no estoy acostumbrada...

- Espera. Dijiste señora Brown? Estas equivocado mí nombre es Allison Stanley.

- No té acuerdas que desde anoche eres la señora de Sebastián Brown?

- Qué???

- Por Dios Allison, anoche nos casamos. No te acuerdas?

Seguramente se dio cuenta por mí cara que era mejor que me contase lo demás.

- Cuando íbamos en él auto hacia el hotel nos detuvimos en él semáforo y nos volvimos a besar y te dije que estaba seguro de a ver encontrado a la mujer de mi vida, tú respondiste que si eso era cierto nos casaremos y eso hicimos fuimos a una capilla y nos casamos. Luego vinimos aquí y...

- Y tuvimos sexo lo sé, maldita sea. - digo interrumpiéndolo- Ve a Las Vegas decía mis amigos, té divertirás decían, y mira como estoy ahora con veintidós años, casada con un completo extraño del cual lo único que sé es su nombre y su profesión, me quiero morir!!! Qué voy a hacer ahora, me lo quieres decir?

- Allison, tan malo es estar casada conmigo? Porque yo sigo pensando que eres la mujer de mí vida y dudó que eso cambie algún día.

- Pero...

- Por favor intentémoslo, dame tres meses.

- Es que tú no lo entiendes! Anoche estaba ebria, yo no tomó alcohol nunca y ya vez porque, debemos encontrar un buen abogado y acabar con esto lo más pronto posible.

- Voy a vestirme y continuaremos está conversación en el desayuno, pero puedes estar segura de que por mucho que insistas y por muy bueno que sea él abogado que busques yo no voy a firmar el divorcio.

Malditas Vegas, Maldito Alcohol, les doy gracias por esté Amor (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora