Capítulo 23: La familia Brown.

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- Tranquila, no te van a comer.- me dice Sebastián riendo mientras vamos en el auto a casa de sus padres.

- Quieres callarte.- exijo.

- Qué puede salir mal? Me corrieron de casa para que solucione las cosas contigo, mis hermanas ya te adoran, y mi madre también lo hace, ya que la vas a hacer abuela. Mi padre es un hombre normal deseando conocer a su nuera, y mi hermano si es ratito, pero tranquila te acostumbras.

- Ya cállate Sebastián. Aún estoy sorprendida de que mis padres y los chicos se tomasen tan bien el hecho de que volvamos a estar juntos, pero con tú familia es distinto, no los conozco, entiendes eso?- estoy muy alterada.

- Tranquila ellos ya te adoran.- me trata de tranquilizar.

- Al menos falta mucho para llegar, cierto?- preguntó esperanzada.

- Allison hace diez minutos que detuve el auto frente a la casa y finjo conducir.- ya no se contiene y se echa a reír.

- Qué? Por qué no me lo dijiste? Deben de pensar que estamos discutiendo, ya bájate. No quiero dar una mala impresión.- estoy histérica.

Sebastián sigue riendo como sí nada pasará.

- Deja de reírte.- exijo.- No es gracioso.

- Si lo es, estás tan preocupada que no notas nada.- se baja del auto lo rodea y abre mi puerta ayudándome a salir.

Cuando ya estamos en la entrada de la casa él abre la puerta sin golpear.

- Mamá, papá,- dice en voz alta.- llegamos.- una vez adentro cierra la puerta de la casa.

Él me guía a una sala donde encontramos a un hombre, su padre supongo, viniendo hacia nosotros. Es alto 1,85 por lo menos, más o menos la altura de Sebastián, cabello castaño oscuro y ojos azul grisáceo.

- Hola papá.- Sebastián lo abraza.- Te presento a tu nuera, Allison él es mi padre.

- Es un gusto conocerlo señor.- nerviosa, extiendo mí mano a modo de saludo, él me mira extrañado, antes de acercarse y abrazarme.

- Bienvenida a la familia Allison, puedes llamarme Federico.- dice cuando me suelta.

- Federico.- digo con una sonrisa. Esto está yendo muy bien.

- Cariñito.- canturrea una mujer bellísima saliendo de una habitación, que supongo es la cocina. Es idéntica a Jimena, solo que en una versión mucho más adulta pero no menos hermosa.- Deja de bloquear a mí nuera. Hola hermosa,- saluda una vez frente a mí.- yo soy Minerva, tú suegra. Pero tranquila no soy ese tipo de suegra metereta y bruja.

Ante ese comentario me echó a reír, Sebastián tenía razón no había nada que temer.

- Owww, cariño permíteme abrazarte.- se acerca y le devuelvo el abrazo como hice con mí suegro.

- Es un placer conocerlos a ambos, tienen una casa preciosa.- digo observando el buen gusto de la decoración a mí alrededor.

- Gracias hermosa. Cómo está esa pancita?- pregunta tímida.

- Su nieta está perfectamente.- respondo amablemente.

- Sentimos mucho lo ocurrido,- mira a Sebastián quien observa toda la escena en silencio.- yo no lo eduque para que se comporte como un idiota,- Sebastián agacha la cabeza ante el regaño.- al menos ahora está corrigiendo sus errores.

- Mamá, por favor no me hagas sentir una mierda de nuevo, ya sé que lo soy, pero quisiera no recordarlo está noche.- yo me acerco y lo abrazo, odio que hable así de sí mismo.

Malditas Vegas, Maldito Alcohol, les doy gracias por esté Amor (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora