Malditas Vegas, Maldito Alcohol, les doy gracias por esté Amor (1)

Capítulo 26: La carrera.

- Qué tal la noche de bodas?- canturrea Alex.- Te portaste mal?

- Llamas portarse mal a hacer turismo por una semana?- preguntó enfadada.

- Qué? Pero, pero...- no sabe que decir.

- Pero nada, no quiso tocarme. Todo porque dice que puede dañar al bebé o provocar otra hemorragia, y ni qué decir de qué está leyendo libros de paternidad.- volvimos anoche de Las Vegas, y necesito desahogarme con mi mejor amiga.

- Eso es genial.- miro a Alex queriéndola asesinar.- Que esté leyendo digo. Si Frederick me deja sin sexo con lo ninfómana que estoy soy capaz de abusar de él mientras duerme.- se encoje de hombros.

- Alexia eres una genia.- estoy eufórica.

- Pero eso es algo que yo haría, tú...

- Yo nada.-la interrumpo sonriente.

- Pobrecillo lo que le espera esta noche.- comenta Alex riendo.

- Qué paso, de que me perdí?- pregunta mí primo entrando a mí casa sin llamar.

- Sebastián no quiere acostarse con Allison y ella está ninfómana.- explica Alex.

- Espera que?- dice Jeremy apareciendo.

- Quieren jodidamente tocar la puerta? Mi casa no es una tienda.- estoy enfadada.

- Uyyy, realmente necesitas sexo.- yo gruñó.- Y con urgencia.- da un paso hacia atrás.

- Está noche va a abusar de él.- les cuenta Alex sonriente.

- Buena idea. Ponte algo sexy y sáltale encima por la noche, no tendrá manera de defenderse.- apoya mí primo.

- Exactamente, como por la noche llega agotado por el entrenamiento de su nueva carrera no tendrá modo de defenderse.- dice Jeremy.

- Nueva carrera.- pregunta Alex.

- Qué carrera?- preguntó furiosa.

- Ups, creo que metí la pata.- se rasca la nuca.

- Respondeme ya mismo Jeremy!- grito.

- En tres días corre la carrera por el título mundial. Pensé que lo sabías.- habla en voz muy baja.

- Lo voy a matar. Por eso me dejo tantas horas solas en Las Vegas, estaba con la cabeza en la maldita carrera en lugar de pensar en nosotros, él arruino mí luna de miel perfecta. Va, eso ni siquiera podía llamarse luna de miel.- definitivamente voy a quedarme viuda pronto.

- No te enfades, tal vez olvidó decirte.- dice Jeremy, y todos lo miramos como si fuese imbécil.- Ok, cierro la boca.

- Llámalo, dile que es urgente y cuando ya esté aquí lo aprietas hasta que canté.- dice Max.

- Eso mismo estoy pensando, pero antes necesito calmarme, porque si no como que me llamo Allison Stanley que lo mato.

- Tranquila, tal vez tuvo motivos para no decírtelo.- intenta calmarme Alex.

- Qué motivos? Yo jamás interferirá en su trabajo, como tampoco me gustaría que él lo haga en el mío. Pero poner el trabajo antes que nuestra relación, ya es demasiado.

- Es cierto. Ni que decir que te dejo sin luna de miel.

- Mejor cállate Máximo.- dice Alex con mirada asesina.

- Él tiene razón,- lo apoya Jeremy.- Allison se merecía una luna de miel digna. No semejante desplante.

- Chicos necesito estar sola, y planear lo que voy a hacer.- Alex intenta decir algo pero la cortó.- Por favor, necesito espacio.

Luego de que todos se marchan me recuesto en el sofá y pienso en todos los pros y los contratos de lo que hizo Sebastián y la verdad hay más pros que contras.
Encabezado mí lista está qué: arruinó mí luna de miel, me oculta cosas importantes, no confía en mí, y un millón de cosas más que nombraré como etcéteras.

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Son las 6 de la tarde cuando se abre la puerta de casa, Sebastián entra riendo con mí cuñado. Yo sigo en el sofá.

- Cariño,- se acerca al verme.- te encuentras bien?

Yo me deslizo hasta poder sentarme para ponerme de pie.

- Tenemos que hablar.- digo fríamente.

- Amor qué ocurre?- intenta tocarme pero yo me alejó.

- No me toques.- voy camino a la cocina y él me sigue.- Hola Fernando, espero no te moleste esperar un minuto en la sala. Esto va a ser rápido.

- Hola cuñada, claro no hay problema.- se rasca la nuca nervioso.

- Dime qué ocurre.- pide Sebastián una vez en la cocina

- Mejor dicho, que no ocurre.- él me observa confundido.- Primero arruinas mí luna de miel,- intenta hablar pero no lo dejo.- no digas nada. La arruinaste, decidiste quedarte una semana en Las Vegas para hacer turismo, o eso pensaba yo. Pero la verdad es que estabas entrenando para tu puta carrera. Si Sebastián, ya me enteré de todo.- confirmo comenzando a caminar por doquier sin poder dejar de mover los brazos.- Mientras yo estaba eufórica porque te acuestes conmigo, ya que el embarazo me hace querer sexo las veinticuatro horas del día, tú ni me dabas la hora. Simplemente me dabas las buenas noches con un besito en la frente como si fuese una niña.

- Allison yo...

- Está noche vete a dormir a tú casa, no te quiero aquí.

- Ves, por eso te lo oculté, sabía que enloquecerías.

- No enloquecí, acaso te haces una idea de lo rechazada que me sentí todos esos días en Las Vegas? Creí que teníamos confianza, que ya no nos ocultaríamos nada para no volver a separarnos, pero aún no hacen diez días de la boda y ya volvimos a tener que pelear porque no te comunicas solo ocultas.

- Preferí que no lo sepas para que no te alteres. El mismo día que cenamos con mis padres me enteré de la carrera y pedí que noté dijesen nada.

- Encima hiciste que otros te encubran. No lo puedo creer.- me contengo para no gritarle.

- Allison lo siento, no creí que te sintieras así como respecto a esto.

- No es solo con respecto a esto, es por todo. Si me lo hubieses dicho no la hubiera pasado tan mal en mí luna de miel, podría haberte acompañado a los entrenamientos. Hubiese entendido que no quisieras tocarme por que estabas cansado, aunque eso no era cierto, y lo sabes. Pero te hubiese entendido.- suspiro.- Como ya te dije está noche vete a tú casa. Yo necesito espacio.

- No me voy a ir.- se enfada.

- Si no te vas tú me voy yo. Pero no pienso estar en el mismo lugar que tú. Necesito pensar.

- Está bien me voy a la casa de enfrente.- cede él.- Cualquier cosa llámame.- sale de la cocina y escucho como le dice a su hermano que lo siga.

Una vez que se marchan voy a la sala y vuelvo a recostarme en el sofá, está vez estoy llorando. No sé el porqué, pero el pensar en la carrera me mata.