Capítulo 33: Tienes vagina?

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Hoy llegué a una conclusión, la ecografía de los siete meses es un modo de tortura mental para las madres, que hace a tu cerebro repetir constantemente con voz infantil: "solo faltan dos meses para mí llegada y todavía no tienen nada listo."

- Tenemos que pasar todo de mí casa a la tuya.- digo a Sebastián mientras regresamos a casa.

- Si claro, pediré ayuda a mí familia para...

- Si sí, también tenemos que decorar la habitación de Julie.- lo interrumpo.

- Tengo una idea respecto a eso...

- Luego me la dices, aunque creo que mí diseño será mejor.- vuelvo a interrumpirlo.- A propósito ya sé que cuna quiero, así que mañana iremos a comprarla.- Sebastián se mantiene callado.- No vas a decir nada?

- Para qué? Si no dejas de interrumpirme cada tres palabras.- dice con fastidio.

- Lo siento,- me disculpó.- es que no puedo creer que solo falten dos meses y aún no tengamos nada listo para la llegada de Julie.- suspiró.- Voy a ser una madre horrible.

- Vas a ser una madre estupenda. Y si no tenemos nada listo aún es porque todavía no tuvimos oportunidad. Pasamos por tanto que es comprensible olvidarnos de que el tiempo transcurre.- me consuela.

Es cierto, el último mes y medio desde que recuperó la memoria fue un caos, entre las entrevistas de prensa que dimos, la alegría de poder volver a estar juntos, qué le sacaron el yeso y el hecho de volver a hacer vida normal, fue demasiado para ambos.

- Lo sé. Y por eso digo que debemos comenzar ya mismo.- en mí cabeza ya estoy trazado un plan.

Estaciona en la entrada y yo me bajo apresurada, cuando él entra a la casa yo estoy saliendo de la oficina con el portátil.

- Que estás haciendo?- pregunta confundido cerrando la puerta.

- Ayúdame, vamos a adelantar trabajo.- tomo asiento en el sofá y comienzo a teclear en el portátil encontrando una famosa tienda online de productos para bebés.- Vamos a hacer compras.- canturreo mientras aplaudo.

- Eres única.- dice riendo tomando asiento a mí lado.

- Mira que bonitas cortinas.- le señalo unas de color blanco de dos capas con estrellas en color rosa y plateado.

- Si, me gustan. Y esa carriola es perfecta.- señala otro de los artículos.

- Tienes razón, me encanta.- digo y las pongo en el carrito de compra.

El tiempo pasa rápidamente mientras nos divertimos poniendo y sacando objetos del carrito a medida que encontrábamos cosas que nos gustaban más que las anteriormente seleccionadas, y charlamos de la practicidad de cada una. 

- Bien,- dice Sebastián mirando la lista.- tenemos coche, cortinas, sábanas, pegatinas para las paredes, lámparas.

- Mierda.- digo asustada mirando la hora.- Sebas, Alexia ya va a llegar para la noche de chicas y debo de ponerme a preparar nuestra cena.- guardo la orden de compra como un pendiente y cierro el portátil.

Acabo de decir eso cuando escucho el timbre. Dejo el portátil arriba de la mesa y voy a abrir.

- Alex!- digo abrazándola de costado porque con nuestras panzas se está poniendo un poco difícil.

- Alli!- responde, haciendo el mismo intento de abrazo que yo, provocando la risa de nuestras parejas.- Dejen de reírse, no es gracioso.- dice enfurruñada.

- Y esas bolsas?- pregunto curiosa a Frederick.

- Es que Sebastián y yo cenaremos aquí.- dice entrando a la casa.

Malditas Vegas, Maldito Alcohol, les doy gracias por esté Amor (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora