Capítulo 35: Llegó la hora.

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- Sebastián.- camino hacia él con el bolso de recibimiento listo.

Sebastián mira el bolso, me mira a mí, vuelve a mirar el bolso y otra vez a mí.

- Ya?- pregunta nervioso y con cara de pánico.

- Ya.- confirmó.- Las contracciones son cada veinte minutos y se me están acalambrando las piernas.

- Llamaré al hospital.- intenta sacar el celular de su bolsillo.

- Ya llamé, tu solo llévame allí, si es que no quieres que tenga a nuestra hija aquí de pie.- digo haciéndolo reaccionar.

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Llegamos al hospital y nos dirigimos a el escritorio.

- Allison Brown, llamé hace quince minutos.- digo al joven que está allí.

- Si señorita Brown, ya la está esperando su doctor en la segunda planta.- consulta mí archivo.- Enfermera Mitchels,- se dirige a una chica pelirroja.- traiga una silla de ruedas para la señora y llévela a la segunda planta, el doctor Williams la está esperando.

- Si señor.- dice la chica obedeciendo y me acerca la silla, yo me siento y vamos rumbo al asesor.

- Agggg!- se escucha un grito contenido, y todos volteamos a ver la entrada, donde Frederick viene sujetando a Alexia que está sudada y doblada sobre si misma.- Te voy a matar, te juro que te mato Frederick, esto es tú culpa.

- Rápido otra silla de ruedas!- grita el joven del recibidor.

Enseguida la traen, Alex se sienta y Frederick se acerca corriendo al escritorio.

- Soy Frederick Nort y ella es mí prometida Alexia, la está llevando la doctora Robson. Tiene cesárea programada, pero se adelantó. Se siente muy mal y...

- A nadie le importa!- grita Alex.- Qué me los quiten ya! Agggg!- vuelve a doblarse sobre si misma agarrándose el vientre.

- Llévela ya mismo con la doctora Robson.- dice el chico de recepción asustado.

- Allison, tu también?- pregunta Frederick.

- Si, pero yo lo llevo mejor que ella.- digo frunciendo el entrecejo.

- Ya dejen de hablar y sáquenmelos.- gruñe Alex.- Lo siento Allison pero la estoy pasando muy mal.

- Si cariño tranquila, ya va a pasar, son contracciones.- Frederick sale corriendo tras la enfermera que lleva a Alex. Ellos se meten en un ascensor y nosotros en el otro.

- Quien diría que ambas íbamos a ser madres el mismo día.- digo a Sebastián.

- Pobre Frederick, lo que le espera.- se compadece Sebastián.

Llegamos a mí planta y me llevan a la sala de partos donde me ayudan a desvestirme y me ponen una bata. Las contracciones cada vez se acortan más y contengo la necesidad de pujar, estoy comenzando a sentir miedo.
Las enfermeras acaban de prepararme y me recuestan en la camilla.

- Hola Alli.- dice mí médico acercándose con otro hombre.- Él es el anestesista ahora te pondremos la epidural, con ella dilataras más rápido y pronto comenzaremos con el trabajo de traer a tú pequeña al mundo.

- Hola Allison necesito que te pongas de costado y te hagas una bolita sin apretar tu vientre.- yo lo hago y siento como el doctor  toca mis vertebras, y luego siento el pinchazo.- Listo, recuéstate normalmente. 

- Ahora yo veré tu dilatación y sabremos en cuanto tiempo podremos comenzar.- me toma las piernas y las pone en los estribos de la camilla para mantenerlas abiertas y hace un rápido tacto.- Sientes la necesidad de pujar?- yo asiento.- Dilatas muy rápido, creo que en diez minutos podremos comenzar.
 
- Cómo estás hermosa?- pregunta Sebastián apareciendo poco después con una bata azul y una cofia.

- Nerviosa.- respondo.

- Estoy contigo, todo va a salir bien.- dice él besando mí frente.- Me volví a cruzar con Frederick, me dijo que Alex deberá de tener parto natural ya que el primer bebé ya casi estaba asomando.

- Pobrecilla, ella tenía todo plan... Uuuuu.- la contracción me deja sin aliento y el médico y la partera y las enfermeras se acercan.

- Allison llegó la hora.- dice poniéndose los guantes.- En la próxima contracción quiero que empujes. Y recuerda, cuenta diez segundos y relájate.

Yo asiento recuperando el aliento.

- Ya viene.- digo sintiendo la nueva contratación.

- Bien Allison, uno, dos, tres empuja.- dice mí médico.

- Haaaa.- trato de contener el grito mientras me enderezó en la camilla y pujo contando mentalmente hasta diez.

- Relájate.- yo caigo hacia atrás respirando con dificultad por el esfuerzo.- Bien, esto va muy rápido, ya puedo ver asomar la cabeza, en la próxima contracción puja con todas tus fuerzas.

Cuando siento venir la nueva contratación pujo conteniendo un grito para no asustar a Sebas quien está a mí lado tomando mí mano y dándome apoyo.

- Excelente Allison ya salió la cabeza.- dice el doctor y Sebastián se acerca a mirar.

- Cariño ya casi está con nosotros.- dice con los ojos llenos de lágrimas. 

Vuelve a tomar mí mano justo cuando viene otra contracción y yo me enderezó de nuevo pujando con todas mis fuerzas, sintiendo mí rostro quemar por el esfuerzo y las gotas de sudor resbalando, la contracción acaba y vuelvo a caer hacia atrás.

- Ya falta poco Allison, sus hombros ya salieron, creo que con pujar dos veces más ya está.- me apoya el doctor.

Me atraviesa otra contracción más fuerte que las anteriores y vuelvo a enderezarme está vez tomando mis rodillas, empujó con tanta fuerza que estoy apretando los dientes y siento un regusto a sangre en mí boca, de golpe la presión disminuye totalmente.
El llanto, ese maravilloso llanto se oye como señal de que mi hija llegó al mundo.

Sebastián me ayuda a recostarme de nuevo mientras las enfermeras se ocupan de Julie.

- Sebastián, debes de salir de la habitación.- pide el médico.

- Pero...

- Sal por favor, tenemos que normalizar las cosas aquí.- veo como una enfermera sale de la habitación con mi hija y otra acompaña a Sebastián hasta la puerta.

- Tranquila Allison, todo está perfecto, solo debemos cortar la hemorragia por el desgarro y en menos de lo que piensas estarás en tú habitación con tú hija.- dice mientras trabaja.- Ya has expulsado la placenta junto con Julie, realmente eras una mujer fuerte.

- En éste momento me siento todo menos fuerte.- digo en una risa débil.

- Créeme que eres fuerte.- dice una enfermera.- Tuve un hijo hace un año y no pare de gritar en todo el parto.

Siento el agotamiento caer sobre mí y mis ojos se cierran.

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Despierto en una habitación Sebastián está sentado a mí lado con mí pequeña en sus brazos.

- Allison despertaste.- se pone de pie.

- Quiero verla.- yo me siento con esfuerzo en la cama y él me la tiende.- Es perfecta.- sollozo.

Sus grandes ojos azules están abiertos observándome, y en ese momento cuando la vi todo sufrimiento y rastro de dolor quedó atrás, ella ahora era mí mundo y yo iba a darlo todo por protegerla.

- Te amó.- Sebastián besa mí frente.- Me perdonaste lo imperdonable, no me abandonaste aun cuando yo no te recordaba, y ahora me hiciste padre. Allison eres la mujer de mi vida y juro que te voy a amar por el resto de mí existencia. Gracias por todo.

- Te amó.- las lágrimas ruedan por mis mejillas. Sebastián se acerca y nos besamos hasta que un chillido proveniente de Julie nos hace separar riendo.

- Owww, mí princesa está celosa?- pregunto acariciando con un dedo su mejilla.

Golpean la puerta de la habitación.

- Todos están esperando afuera para verte y conocer a Julie.- explica Sebastián.

- Hazlos pasar.- digo sonriendo sin poder dejar de observar a la personita que acaba de darme el título de mamá.

Malditas Vegas, Maldito Alcohol, les doy gracias por esté Amor (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora