Lejos Del Sol

Capítulo 16

Narra Francisco

Aunque no lo crean, llegar a esta familia me dio mucha alegría, pero a la vez, mucha incomodidad. ¿Ustedes saben lo que es vivir 12 años pensando que sos alguien que básicamente es una mentira? Si, durante 12 años viví en una mentira, pensando que era feliz, mientras que mi verdadera familia me buscaba desesperadamente.

Mis hermanos, Guido, Patricio y Gaston me recibieron con mucho amor. Ese abrazo que me brindaron me trajo momentos borrosos a mi mente, mientras que sentía como algo en mi pecho se unía. 

La presentación me dio el gusto  de saber que Maite, (Mi "seguidora" número 1 como la titulamos con mis amigos) también resultó ser integrante de mi, ahora familia, Sardelli. Apenas dije "Hola" ella cayó desmayada. Soy todo un ganador muchachos/as

En el tiempo que los médicos la atendían, nos pusimos a charlar con mis hermanos Guido y Patricio, mientras Gaston se ocupaba de la piba.

Guido, era el pibe con el que más me identificaba-y no sólo por lo físico-en lo personal. Me contaron que de chicos nosotros dos éramos muy unidos, compartíamos absolutamente todo. Creo que fue el que más se emocionó al verme, no sé porque.

Patricio, con él compartía la forma de ser tan... egocéntrica. Y no nos avergonzamos de eso, al contrario. No cualquiera es una tormenta de facha como lo somos nosotros. Somos la envidia de los pibes, porque todas las minas vienen a nosotros, como si fuéramos imanes para ellas. 

Gaston, fue la persona que logró dar conmigo en una exposición del colegio, no sé como. Fue todo tan de golpe que no logro recordarlo bien. Pero con él sé que podré contar cada vez que necesite desahogarme, es como un consejero fiel.

Mis papás, no puedo decir mucho sobre ellos porque no recuerdo casi nada de mi infancia a su lado, pero sé que son lo mejor. Mamá, con una caricia o mirada dulce, logra curarte el alma. Papá, la persona que con sus abrazos te hace sentir cosas inexplicables.

Yo sabía que este era realmente mi lugar, y no aquel calvario que viví antes del cual no quiero hablar aún. 

Con esta nueva familia sentía y quería empezar de nuevo, cambiar todo de mí. Pero no me sentía capaz de cura todas las heridas solo, necesitaba a una persona a mi lado. Ya no quería seguir siendo ese mujeriego que se acostaba con cualquier mina linda que se le cruce en el camino. Con mis 18 años, toque más cuerpos que corazones. Lo sé, suena tan romántico, pero esa es mi realidad, realidad que ahora en más quería cambiar, o tal vez no.

Estaba en un momento de mi vida tan confuso que no sabía que carajo hacer, que camino o decisiones tomar. Simplemente no sabía nada. Quería dejar ese lado oscuro, pero a la vez disfrutaba del sexo y no me gustaba nada la idea de tener un "Amor" era un asco y afectaba mi imagen de Ganador. 

En fín, de ahora en más me dedicaría simplemente a vivir el momento y después ver que carajo hacía con mi vida.

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La comida había terminado, eran cerca de las 00:00 hs. Todos mis hermanos se habían retirado, diciendo que un día de estos volverían a verme.

Mamá y papá se fueron a dormir, mientras que yo fui a descansar a lo que fue mi cuarto en mi infancia... Estaba todo tan intacto, cada juguete, cada peluche, absolutamente todo estaba como yo lo había dejado, según mi madre. 

Al pisar aquel cuarto, algún que otro recuerdo invadió mi mente, pero siempre era borroso. No podía identificar muy bien las escenas. Más adelante les explicaré bien.

Me di una ducha y luego me tiré en la cama con el fin de descansar, pero no lo logré. La propuesta de Guido me había dejado bastante pensativo.

No entendía muy bien porque quería vengarse de Maite, ella era una chica bastante pelotuda sinceramente y no creo que sea capaz de algo tan de novela como esto. Además no demostraba ser el tipo de adolescentes que sólo les importa las jodas, el alcohol, la ropa y todo lo superficial.

En sus ojos podías ver que ella lo único que buscaba era amor, aferrarse a alguien que no la suelte más. Y creo que eso fue lo que la llevó a comportarse de una manera tan psicópata conmigo.  

No quería verla sufrir, no sin antes conocerla. Es por eso que acepté el trato de Guido, para poder conocerla más y descifrar ese misterio que oculta. Pero esto el rubio no lo podía saber, ya que pensaría que me gusta y no es así. Maite no es más que un capricho para mí, nada más. Y ese capricho pronto se me iba a cumplir...