Capítulo 68

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  _Volví.-Respondió.-¿Me vas a dejar entrar o qué?

_Justamente estaba por salir a correr.-Cerré la puerta automáticamente, antes de que Francisco vea a Alelí.

_¿Vestida así?-Señaló el jean y el buzo que llevaba puesto, junto con mis pantuflas.

_Si.-Respondí.

_Vos estas rara, no sé que te pasa. Ni un hola me dijiste, hace 3 meses no nos vemos boluda.

_Perdón, pero no sé que esperas de mi si las cosas no estaban bien entre nosotros cuando vos te fuiste.-Respondí

_Si, pero que se yo. Esperaba que por lo menos me hayas extrañado un poquito. Mai, yo me equivoqué con vos desde el principio y la verdad que me arrepiento muchísimo. Este viaje me sirvió para darme cuenta de mis errores, para encontrarme a mi mismo y saber hacia donde voy.-Pude ver que estaba siendo sincero, sus ojos traían una mirada distinta, se notaba que estaba cambiado y para bien.

_¿Y hacía dónde vas?

_A un futuro con muchas metas por cumplir. Quiero estudiar para ser profesor de educación física, quiero llevar una vida normal, pese al apellido que llevo.

_¿Posta?-Exclamé sorprendida.-Pensé que lo tuyo era la música.

_Amo la música, tocar, cantar. Pero siento que no es lo mío, que no me gustaría llevar la vida que llevan mis hermanos. No me sentiría yo.

_Wow, me sorprende verte tan distinto. Te noto más tranquilo, relajado. Me alegra ver que estas intentando curar tu alma.

_Si, necesito borrar mi horrible pasado y empezar a vivir este hermoso presente.

_Nunca me hablaste de tu pasado, pero por lo que decís, veo que la pasaste mal.

_La verdad que sí.-Suspiró.-¿Cuty está?-Preguntó.

_No, no esta.-Mentí.-¿Vamos a lo de Guido? Él debe estar, vive allá ahora.-Señalé la casa del frente.

_¿No te ibas a correr pantuflitas?-Preguntó en tono burlón. 

_Cambié de idea.

_Bueno, vamos entonces.-Cruzamos la calle y tocamos timbre.-Anda vos primero así después caigo yo de sorpresa.-Dijo mientras se escondía a un costado.En ese momento me llené de nervios, temía que Guido me dijera algo y que Francisco escuchara y se diera cuenta de que andábamos en algo.

_Hola am...

_¡HOLA RUBIO!-Exclamé haciéndole señas para que captara el mensaje pero fue en vano.

_¿Qué te pasa? ¿Qué haces así?-Rió al ver mis pantuflas de unicornios.

_¿Nunca viste a una persona en pantuflas?-Bufé.

_Si, pero no de unos unicornios.

_Soy única lo sé.-Reí.-Te tengo una sorpresa. 

_¿Qué tenes para ofrecerme?-Se acercó para darme un beso y yo me alejé.

_¡SORPRESA!-Dijo Francisco y Guido quedó inmóvil.

_¿Qué onda bro?-Lo abrazó una vez que reaccionó.

_Bueno, yo los dejo porque tengo cosas que hacer.-Dije.

_Quedate Mai, no hay drama.-Dijo Fran.

_Gracias pero tengo tarea y ustedes necesitan su espacio.-Dije.

_Bueno, después paso a saludar a Cuty.-Dijo y se adentró a la casa de Guido.

_Che, trata de que no vaya a lo de Gaston. No quiere que vea a Alelí, por favor.-Le supliqué.

_No te preocupes, yo me ocupo ¿Haces algo esta noche?-Negué.-¿Queres venir a casa? Así hablamos y me contas que onda tu primer día de colegio.

_Dale, me copa la idea. Nos vemos.-Me despedí de él y fui a mi casa.

_Cuty, tus papás ya volvieron.-Dije una vez que entré.

_No Mai, ellos vuelven en unos días.

_No Gaston, Francisco era el que acaba de tocar la puerta. Adelantaron el viaje.

_¡LA PUTA MADRE!-Dijo algo alarmado.-¿Qué mierda hago con Alelí? 

_Mirale el lado positivo, es una señal de que tenes que hablar con tus papás lo antes posible. 

_Tengo miedo de como vayan a reaccionar, de que no la acepten.

_Cuty, tus papás son dos seres maravillosos. Si me aceptaron a mi que soy una intrusa, imaginate a ella que es su sangre. 

_Si, tenes razón.-Suspiró.

_¿Queres que te acompañe para que hables con ellos?

_No, gracias. Pero prefiero ir con Alelí ahora mismo.

_¿A dónde preferís ir conmigo?-Preguntó Alelí.

_A que conozcas a mis papás.-Respondió él.-Ponete un abrigo y las zapatillas así vamos.

_Suerte.-Le dije antes de que se vayan.

Me acosté a dormir un rato y cuando me desperté, tenía una llamada entrante de Federico.

*Conversación Telefónica*

Maite: _¿Hola?

Federico: _Mai, ¿Todo bien?

Maite: _Si, ¿Y vos?

Federico: _Si todo bien. Che, ¿Te acordas del abogado que te conté que nos podía ayudar, Damian Martelli?-Sentí algo en el pecho al escuchar ese nombre.

Maite: _Si, ¿Qué pasa?

Federico: _Hablé con él, le conté un poco la situación y nos quiere ver ahora. Decime por favor que podes. 

Maite: _Ss, si. ¿En dónde?

Federico: _Te paso a buscar y vamos a su estudio. 

Maite: _Dale, te espero. 

*Fin de la comunicación telefónica*

Aunque les suene loco, sentí algo en mi pecho al escuchar ese nombre. Como que sentía que ya lo había escuchado antes, no sé. 

Me dediqué a pensar tanto en eso, que el tiempo se pasó volando y de un momento a otro me encontraba con Federico yendo a encontrarnos con aquel estudio. 

_Llegamos.-Dijo estacionando frente a aquel estudio.

_¿Es acá?

_Si, por.

_No, por nada.-Me quedé sorprendida al ver que aquel estudio era el mismo en el que casi entro aquella vez con Guido.

_¿Estas bien?-Asentí.-Bueno, entremos.

_Buenas tardes, ¿Qué se les ofrece?-La chica que supuse era la secretaria del lugar, nos atendió.

_Buenas, tenemos cita con el doctor Martelli.

_Si, suban al 4to piso que la secretaría de allí los atenderá.-Agradecimos y subimos al ascensor.

Sentía que mis piernas eran gelatina, me temblaban las manos y sentía una presión en el pecho. Todo a causa de los malditos nervios que me estaban consumiendo.

Llegamos al piso y una chica nos hizo pasar al despacho. Allí estaba él.

_¿Usted?-Pregunté sorprendida al verlo y pude notar que él también estaba sorprendido de verme.


Lejos Del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora