Capítulo 51

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_¿Qué haces acá?-Pregunté con una media sonrisa.

_Vine a buscarla, princesa.-Dijo y me extendió su mano.

En mi cara se notaba la felicidad que tenía al saber que él había ido a buscarme, después de una discusión. Allí estaba Guido, todo mojado por la lluvia, extendiéndome su mano para que lo siga. 

_Que amable.-Dije y agarré su mano con fuerza, señal que no quería que me suelte. Él la agarró y me atrajo hacia él.

_Perdón, al final yo soy el que siempre la caga. Sos muy importante para mi y tengo miedo de perderte.

_Guido, mientras te comportes como un pelotudo, me vas a perder.-Dije separándome de él.

_Perdón, es que te juro que ya no sé que hacer, a quien creer. 

_¿A quién creer?-Lo miré confundida.-Fue Francisco ¿No?

La situación que se estaba viviendo entre nosotros dos era de película. Nos encontrábamos parados frente a frente, con la lluvia golpeándonos y los relámpagos iluminaban por momentos las calles oscuras y a nosotros.

_Tu silencio habla por sí sólo.-Me acerqué hasta él.-Guido, yo necesito que confíes en mí así como yo confío en vos.

_No se me hace tan fácil con mi hermano metido en el medio.

_Entonces vas a dejarte engañar por él.

_Necesito que me entiendas, por favor.

_¿Y A MI QUIÉN ME ENTIENDE?-Grité desesperada mientras que lágrimas rodaban por mis mejillas.

Me dolía que no confiara en mi, que no valore todo lo que estaba haciendo por él.

_¡ESE ES EL PUTO PROBLEMA! SIEMPRE QUERES QUE TODOS TE ENTIENDAN, QUE TODOS TE PRESTEN ATENCIÓN. ¡PERO NUNCA MIRAS A TU ALREDEDOR PARA PODER ENTENDER A LOS DEMÁS!

_¡ESO NO ES ASÍ! VOS SABES PERFECTAMENTE QUE TRATO DE AYUDARTE Y DE ENTENDERTE, PERO SIEMPRE DESCONFIAS DE MÍ.

_¿Y CÓMO MIERDA NO QUERES QUE DESCONFÍE? SI UN DÍA ESTAS CON FEDERICO MUY CARIÑOSA, AL OTRO A LOS BESOS CON FRANCISCO Y AL SIGUIENTE DICIÉNDOME QUE ME QUERES.-Notaba la furia en sus gritos. La situación se nos estaba yendo de las manos.-LO ÚNICO QUE ME DAS A ENTENDER CON TODO ESO, ES QUE SOS UNA CUALQUIERA.-Eso había terminado de sacarme. No lo dudé ni por un segundo y le di una cachetada.

_¡SOS UN HIJO DE PUTA!-Le grité en la cara. Él no respondió nada, sólo agachó la mirada.

Quería escuchar un "perdón" de sus labios, pero algo en mí me aseguraba que eso no iba a pasar. Así que preferí irme de allí, aunque no tenía un rumbo definido.

_Perdón.-Me dijo y frené mis pasos. Giré y lo vi mirándome fijamente.-No quise decirte eso.

_Pero lo dijiste.

_No quiero lastimarte, así que lo mejor va a ser que olvidemos todo lo que pasamos. Que cada uno haga la suya y sea feliz. De todos modos, vamos a convivir por un tiempo así que no quiero problemas.-La frialdad con la que hablaba eran puñales para mí.

_Está bien.

_Nos vemos después.-Dijo y se fue, dejándome sola en medio de la tormenta.

Mientras caminaba, lloraba desconsoladamente. Me dolía demasiado que todo termine así. No quería perderlo, pero él ya había tomado una decisión y a mi no me quedaba otra que respetarlo.

_¿Por qué todo es tan difícil? Me senté en el cordón de una vereda.

   Lloraba y lloraba, comenzaba a faltarme el aire y me alteraba peor.

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Narra Guido

Me dolía haberla dejado así, pero era por su bien. Yo le hacía mal a ella, y viceversa. Claramente nuestro destino no era estar juntos.

Llegué a la casa de Gaston, todo empapado. Decidí sacarme toda la ropa y dejarla en el lavadero. Luego, fui a darme una ducha. Al salir, escuchaba que el timbre de la casa no paraba de sonar.

_¿Qué haces acá?-Lo único que me faltaba era tenerlo a Federico acá.

_Necesito hablar con Maite, la llamo y no me atiende.

_No está, salió.-Respondí cortante.

_¿Con ésta tormenta la dejaste salir sola?

_Es grande y sabe lo que hace.

_¿SOS BOLUDO? ¡MAITE ES UNA CHICA DE 16 AÑOS QUE ANDA POR AHÍ A ESTA HORA SOLA Y CON UNA TERRIBLE TORMENTA?

_¡A MI ME HABLAS BIEN! Y SI TANTO TE IMPORTA ANDA Y BUSCALA, CONVERTITE EN SU PRÍNCIPE AZUL.

_No sabes lo que daría por ser la persona que ella ama, pero vos ocupas ese lugar y lamentablemente no lo valoras. Me voy a buscarla, yo SI la quiero bien.-Dijo y se fue.

Sus palabras quedaron resonando en mi mente por unos segundos.

_Sé donde puede estar.-Dije y el frenó sus pasos.-Vamos.-Dije y salimos.

Fuimos en su auto, la tormenta se ponía cada vez peor. Pasamos por una cuadra y vimos a una persona sentada en una vereda.

_Ahí está.-Dije y el frenó, bajandose antes que yo.

_Mai, ¿Qué te pasa?-Le preguntaba él totalmente desesperado.

Ella intentaba decirle algo, pero no paraba de llorar y se notaba que le costaba respirar.

_Vamos a un hospital ya. Toma las llaves y maneja vos-Me dijo Federico mientras cargaba a Maite en el auto.

En cuanto llegamos al hospital, la atendieron con urgencia.

_Yo no puedo creer que seas tan pelotudo de dejarla salir así.-El pibe no paraba de echarme la culpa.

_Discutimos y se fue. Además, no es tema tuyo.

_Guido, Maite no se merece todo lo que vos le estas haciendo, así que te voy a pedir por favor que te alejes de ella, porque al final en vez de ayudarla la hundis más.

_Flaco, vos no sabes como son las cosas así que por favor te pido que no te metas.

_¿Familiares de Maite Miguela?-Una doctora salió con una libreta.

_Nosotros.-Dije.

_¿Qué son de ella?

_Yo soy el novio y él es el hermano de su tutor.-Respondió rápidamente Federico y yo lo quedé mirando.

_Bien, la paciente sufrió una crisis nerviosa. Además, levantó temperatura debido a que estuvo demasiado tiempo bajo la lluvia, por lo que se puede notar en su ropa. ¿Recibió alguna mala noticia o algo por el estilo?

_Tuvimos una discusión y salió de la casa enojada. Digamos que no esta pasando por un buen momento.

_Entiendo. Quedará esta noche en observación para controlar la fiebre y ya mañana se podrá ir.-Asentimos-La paciente pide hablar con Federico.

_Soy yo.-Dijo el gil. La doctora le indicó la habitación en la que se encontraba y él se fue. No sin antes exigirme que le avise a Gastón. Ya me veía venir una cagada a pedo tremenda.

De alguna u otra forma, el culpable de todo siempre terminaba siendo yo. Federico tenía razón, fui un boludo al dejarla sola en medio de la tormenta, pero nunca pensé que esto podría llegar a terminar así. Siempre Maite terminaba sufriendo por mi culpa y yo ya no quiero más eso. Lo mejor será dejarla ir...

Lejos Del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora