Capítulo 49

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_No soy ciego, me doy cuenta.-Comentaba él con una expresión muy sería.

_Esta bien.-Bufó.-Si, si me pasan cosas con él. 

_¿Ves? Yo tenía razón.-Rió.

_Pero no quiero arriesgarme y salir lastimada.-Escondió su cabeza entre sus piernas.

_Guido es una persona llena de amor que sería incapaz de lastimarte. Puede cometer errores, porque es un ser humano, pero nunca te haría daño sólo porque se le canta.

Maite y Gaston estaban manteniendo una charla que hace mucho necesitaban tener. El tema central de la conversación era simplemente Guido.

_Cuty, tengo 16 años y él 28 años. Es imposible que pueda haber una relación seria entre nosotros. Además, es tu hermano y yo ahora vendría a ser como tu hija. Es algo muy feo, muy raro.

_Maite, vos no sos mi hija de sangre, por lo tanto no le veo nada de malo. Y con respecto a la edad, no tiene lógica porque es sólo un número. Además, me sorprende que te importen tanto esas cosas insignificantes. Si lo quisieras de verdad, no estarías dudando tanto.

_Lo quiero, pero tengo miedo. Aunque ahora que cuento con tu apoyo, me siento más tranquila.

_Mai, yo quiero tu felicidad y también la de mi hermano. Además, yo no soy nadie para juzgarlos si quieren estar juntos. Lo único que te voy a pedir que no lo uses y no juegues con él. 

_Quédate tranquilo que yo lo que menos quiero es eso. Gracias por entenderme.-El timbre sonó y Gaston fue a abrir.

En menos de 3 minutos, toda la familia Sardelli se encontraba allí. No era para menos, habían acordado juntarse a merendar ya que los Alicia, Gaston y Francisco viajaban esa noche rumbo a España.

Maite saludó uno por uno a las visitas y luego salieron al patio a sentarse. 

_¿Cómo andas?-Le preguntó Guido-a la ahora rubia-mientras se sentaba a su derecha.

_Bien, adaptándome a esta vida.-Rieron.

_¿Y tu novio?-Preguntó Francisco mientras se sentaba a la izquierda de Maite.

_¿Que te importa flaco?-Contestó ella de muy mala manera.

Guido le lanzó una mirada a Maite como diciendo "Calmate"

_Sólo te pregunté, nada más.

_Perdón, pero me molesta ese tipo de preguntas. Además, ni siquiera es mi novio.-Contestó ella en un tono muy cortante.

_Martina tampoco es mi novia.

_¿Te pregunté?-Maite trataba de alejarse a toda costa del chico de rulos.

_Andate a la mierda.-Dijo el chico el rulos y se fue a sentar al lado de Pato. 

Los allí presentes se dieron cuenta del momento tan tenso, pero prefirieron ahorrarse las preguntas y comentarios.

_Te estas yendo un poquito al pasto me parece.-Le decía a su amor en voz baja.

_Me tiene cansada, lo quiero a millones de kilómetros lejos de mi.

_Bueno, pero trata de disimular un toque.

_No soy careta.-Contestó ella de una.

_Por eso me gustas. Te comería la boca en este mismo instante.-Le comentaba mientras la miraba fijamente con mucho amor.

_Basta Guido.-Ella reía mientras su cara estaba tan roja como un tomate.

_¿Viste como la mira?-Preguntaba Francisco a su hermano Pato mientras observaba a Guido y Maite.

Lejos Del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora