|| 6 ||<< Maratón>>

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—¡Vamos Cabello!, ¡Corre!.—La entrenadora gritaba a todo pulmón viendo a la jóven tratar de anotar.

—Dinah, la matarán, es tan pequeña comparada a esos gigantes.—Lauren cerró los ojos con fuerza, no quería ver como mandaban a volar a su chica.

Luego de que ambas llegarán a un acuerdo de no salir con nadie más hasta que su relación estuviera definida, las jóvenes se habían tomado tiempo para conocerse entre si.

—No te preocupes, lo soportará.—Le dijo Gordon, llevaba una camiseta del equipo, abrazo a su esposa volviendo su atención al partido.

Lauren lo miró con admiración, como podía el estar feliz apoyando a su castaña y su propio padre no, en el trascurso de las dos semanas que llevaban conociéndose Camila no le había detallado nada de su familia, sólo describía a Gordon como su padre secundario.

—Están ganando.—Susurró su hermano llegando con unas bebidas.—Lo cual significa que perderé la apuesta.

—Eres un traicionero, ¿Cómo puedes aportarle al otro equipo?.—La ojiverde lo miró mal y tomó una de las bebidas.

—Es lógica, ellos son gigantes, pero bueno...

—A veces no cuenta el tamaño, si no la astucia, mira a David y goliat.—Opinó Dinah sin dejar de mirar el campo.

—¿Eso no es de la bíblia?.—Chris apartó a Lauren y se centro en una conversación con la polinesia.

Lauren miro a las porristas entre ellas Normani, luego como un pitido sonaba y toda la multitud gritaba. El equipo había ganado.

—¡Vamos!.—Grito Dinah bajando las gradas corriendo hasta el círculo que se había hecho en el campo.

Una pequeña punsada por el ruído golpeó sin compasión a la cabeza de la ojiverde que decidió quedarse un poco alejada de la multitud esperando a que Camila saliera de ahí para poder celebrarle.
Y así fue, la morena salió de entre toda la gente buscando con la mirada a Lauren, cuando la encontró no dudó en correr hasta dónde estaba.

—¡Ganamos!.—Gritó cargándola con felicidad, Lauren río en el aíre sorprendida por la fuerza de ese pequeño cuerpo que amaba.

La beso con emoción. —¡Felicidades!.—La abrazo con fuerza sin dejar de mirarla.

Chris que no veía con buenos ojos aquéllo se encaminó para regresar a casa.

—¡Hey!, ¿No vas a la fiesta de celebración?.—Dinah lo alcanzó y lo miro con duda.

—Somos de segundo año, eso es solo para los de último.—Explicó poniéndose nervioso.

—Chris...Sé que no te gusta eso de tú hermana y Camila, pero no te lo tomes a mal, somos jóvenes, no le veo nada de malo querer tener a alguien, deja de pensar en los demás y piensa en ti, vamos a esa fiesta, te apuesto que aguantó más tequilas que tú.—La rubia rio con ganas por la cara de sorpresa que su compañero hizo.—Ser una de las inteligentes no me quita lo divertida.

—Muy bien rubia me haz convencido.—El mayor de los Jauregui se encaminó con ella de regreso al campo.

**

Lauren:
Era mi segunda fiesta en la vida y aún no me acostumbraba a todo el ruído y a las personas muy cerca tuyo.
Me sentía sofocada en esa habitación asì que me escape al baño, mojé mi rostro un poco y tomé un gran suspiró.

—11:25...—Estaba feliz de saber que Chris estaba aquí, de otra manera mis padres ya me estuvieran llamando como locos.

No entendía como Camila disfrutaba de esto, luego del partido habìa estado tomando y tratando de pasarse conmigo, en otro de mis días habría cedido sin problema, pero hoy me sentía bastante mal.
Su actitud me estaba molestando...

—¿Laur?...¿Estás ahí?.—Su voz un poco cansada al otro lado de la puerta me sorprendió.

—Si...—Susurré.

—¿Puedes dejarme entrar?.

Abrí la puerta y ella entró con un olor a alcohol que me molesto enseguida, últimamente solía estar sensible a los olores.

—Lauren...—La morena cerró el retrete y se sento en el, me recoste en la pared y la mire esperando sus palabras.—Siento haberte insistido tanto, es solo que estoy acostumbrada a...

—¿A no rogar?, ¿A tener un acoston todos los días?.—Solté con más enojó del que debería.

—¡No!, yo...Soy un poco idiota y torpe a veces, y yo no quiero arruinar esto, he estado muy sensible hoy y tù también lo estas, puedo sentirte, siento que te conozco, pero...Todos se olvidan de mi y no quiero que tú te aburras y te vayas, porque yo...—Su voz se quebró y la miré con tristeza, me arrodille a su altura y miré sus lágrimas para luego limpiarlas.

—No me aburriría de ti nunca, me molesto que fueras tan insistente, pero...Yo también he estado sensible, y no tengo la menor idea del porque, nunca quise hacerte sentir así.—Mi voz también estaba quebrandose, ella se levantó y se abrazo a mi cuerpo, a este punto ambas estabamos llorando.

—Eres lo mejor que hay en mi vida hasta ahora, y sé que son apenas unos días, y sé que sonará un poco apresurado, pero...Te quiero.—Susurro en mi oído un poco mas calmada, mi pulso se aceleró de una y ella lo sintió de alguna manera.—¿Eso siginifica que también lo haces?.—Levantó la mirada con esa sonrisa que la caracterizaba.

—También lo hago, también te quiero, tengo un poco de miedo, esto es demasiado rápido, pero contigo todo es rápido.—Solté con una risita.

Ella me beso, un beso lleno de amor que término con ambas sonriendo como tontas en los labios de la otra.

—La gente pensará mal.—Susurro.

—¿Por qué?.

—Hemos estado demasiado tiempo aquí...—Rio subiendo y bajando las cejas.

—Tonta.—Le dije dandole un suave golpe en el hombro.—A decir verdad...No quiero salir de aquí, quiero acurrucarme contigo, hablar de lo que te tiene mal, muéstrame Camz, muéstrame quién eres en la oscuridad, porqué piensas que todos te olvidan, confía en mi.

***

Las jóvenes salieron de la fiesta faltando unos minutos para la media noche, para muchos parecía que Camila la llevaría a algún hotel para tener un poco de sexo, pero a diferencia de lo que las personas imaginaban, la jóven conducio hasta la orilla de la carretera, desde las alturas todo parecía más pequeño, desde ese mirador toda la ciudad parecía pequeña.

—Solíamos venir y acampar cerca de aquí con mi familia.—Susurro abriendo la parte de atrás del auto, movió los asientos convirtiéndolos en una cama, Lauren miro con duda.—No Lauren, no he tenido sexo con nadie en el auto.—Rodó los ojos ante lo que seguramente la chica estaba pensando.

—Lo siento.—Susurro adentrándose al cómodo lugar.—Muchas pensarían que eres una asesina, y tendrían miedo de quedarse aquí. —Soltó con una risita.

—Tonta.—Se rio la morena tirandole una manta de ositos.

Se acomodaron mirando la ciudad frente a ellas, el viento estaba suave y perfecto.

—Ellos...—Camila quería comenzar a hablar, deseaba contarle todo a la ojiverde.—Yo no quiero que te sientas mal por mi, fue mi decisión, son mis consecuencias.—Aclaró antes de comenzar su historia.

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&quot;Cinderella&quot; ||CamrenG!P||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora