"Cinderella" ||CamrenG!P||

|| 9 || <<Maratón>>

Luego de una sesión bastante larga de besos, las jóvenes comenzaron a ver la película.
Camila estaba feliz con Lauren durmiendo a en su pecho, para la desgracia de ambas, casí eran las 8.
La película de netflix mantenía a la morena entretenida, tanto que cuando el celular de Lauren sonó, lo contestó sin poner mucha atención.

—¿Hola?.

—¿Lauren?.—La voz de un hombre hizo que Camila quitará su atención de la película.

—¿Qué pasá?.—Despertó algo pérdida al no sentir a Camila.

—Es tú padre.—Susurro con miedo, Lauren rodó los ojos tomando el celular.

—¿Hola?.

—¿Lauren?.

—Si papá...

—¿Con quién estás?, te dije que llegarás antes de las ocho.—Habló el hombre seriamente.

—Si, estaba con Camila.

—Otra vez con esa niña, tendrás que traerla a casa otro día, te estas juntando con ella muy seguido y aún no la conozco.

—Si, si, ella me llevará, llegó en un rato.

—Cuídate mucho.—Colgó.

—¿Por qué le tienes miedo a mi padre?.

—No sé, es un poco intimidante.

—Y quiere que te llevé a casa.

—Bien, si estás ahí no podra interrogarme.—Se encogió de hombros poniendose su chaqueta.

—Error, de eso ninguno de mis conicidos se salva.

—Yo prometo ir a tú casa si...—Camila tomó la mano de su novia.—Te presentó en una cena como mi primera novia oficial.

Lauren penso por unos segundos antes de aceptar, ya se habia ganado a Dinah, ganarse a sus padres no seria tan difícil.

—Te llevaré en mi bebé.—Dijo dándole uno de los cascos de su motocicleta.

—Bien, pero no quiero morir jóven, ve con cuidado porfavor.

—Lo haré.

***
Lauren:
Llegamos al frente de mi casa, el viaje había sido muy lindo, sobre todo ir abrazada a Camila, aunque muchas veces tuve que pedirle que bajará la velocidad.
Estaba totalmente feliz por todo lo poco que habiamos pasado juntas.

—¿Y que te pareció mi casa y mi propuesta improvisada?.—Me pregunto recostandose en la motocicleta, sin ella saberlo se veía realmente linda y sexy de esa manera.

—La verdad, ahora te tengo como una niña rica y mimada, algo así como una Kardashian.—Ella rio de mi broma, rodeé su cuello y nos dismos un cortó beso.—De tú propuesta, no puedo ser más perfecta.

—Me alegra que aceptarás, y no, no soy una niña mimada.—Volvió a besarme.

—Lo tendré en cuenta, conduce con cuidado que no eres inmortal.—Nos besamos una última vez, ella subió nuevamente a su motocicleta y yo entré a mi casa con una sonrisa.

—"Amiga".—Escuche a mamá, me volteé y estaba en el sofá mirando las noticias.

—¿Nos viste?.

—Tienes suerte que no las viera tú padre.

—¿Estás enojada?.

—Si, pero porque no me lo hayas confiado, soy tú madre, debería saber estas cosas.—Su mirada triste me hizo sentir culpable.