Capítulo treinta y cinco

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Mally Singer tomó el arma, apuntó mi cabeza y no dudó en apretar el gatillo.

Ese fue el primer pensamiento que cruzó por la mente de Michael Harris esa mañana. De todos los escenarios que imaginó cuando el insomnio carcomía sus noches, jamás creyó que sería durante sus horas laborales, justo mientras cumplía con una reunión de estadística general. A mitad de la junta, recordó a Gretta entrar en el salón, abriendo las puertas de par en par haciendo que todos giraran. Tenía el rostro contraído y el pecho le saltaba agitado, se movió en zancadas hasta el asiento de Michael e inclinándose a su oído, le susurró que debía bajar a la planta principal por una emergencia.

Gretta no dio más detalles, incluso cuando Michael le pidió que lo hiciera. A la expectativa de su decisión, si seguía la junta o la terminaba antes de lo previsto, todos los empleados le tenían los ojos encima. En breves segundos colocó los dedos sobre la mesa para impulsarse y ponerse en pie, emitiendo una disculpa antes de retirarse, seguido de su secretaria.

En la cabina panorámica del elevador, subió un antebrazo al cristal y apoyó la frente sobre su extremidad. Una capa de sudor le calaba desde la nuca y se extendía por la base del cuello, al tiempo que un estremecimiento subía por su columna vertebral. Cuando el ascensor se detuvo, el primero en salir fue Michael, caminó al lobby y se detuvo en el centro del mismo. Sus oídos captaron el estruendo de muchas voces, gritos, y la sirena de varios autos policiales en la fachada del edificio, procedentes de una acumulación de personas cargando en sus manos carteles y pancartas que decían asesino. Los oficiales, por su parte, procuraban mantenerlos alejados de la entrada, al igual que los periodistas y reporteros que se unían a la concentración, filmando y tomando fotografías con sus cámaras.

Aquella muchedumbre alzó los gritos al distinguir la presencia de Michel a través de las puertas transparentes y la policía tuvo que doblar sus esfuerzos para mantenerlos al margen. Michael colocó los brazos en forma de jarra, preguntándose qué estaba sucediendo; Gretta apareció desde atrás, cargando una tablet en sus manos.

—Debe leer esto, jefe—le extendió el dispositivo.

Michael asió el artefacto y achicó los ojos para leer lo que resultó ser un comunicado de prensa del New York Times, el cual, según los datos preliminares, fue emitido apenas un par de horas. Éste hablaba del lamentable fallecimiento del empresario Arthur Singer, cuyas empresas y acciones cotizaban en territorio canadiense. Durante un viaje de negocios con su esposa, tuvo la desgracia –remarcó el artículo– de reunirse con Michael Harris, empresario y dueño de casi toda la producción tecnológica del norte del continente, pero también el encargado de extorsionar a Arthur con el fin de obligarlo a trabajar en su construcción en Seattle, sin saber que él mismo sería el que causaría su muerte. Aunque este suceso no se ha confirmado del todo –seguía el enunciado–, la población de Nueva York ha mostrado su enojo y decepción realizando protestas en Harris Industries. Hasta que no se encuentre al culpable, Michael Harris continuará siendo el único responsable de la muerte de Arthur Singer.

Y de esa manera concluyó el artículo.

Una nueva ola de gritos se escuchó desde afuera, cayendo como avalancha en los tímpanos de Michael. El aborrecimiento de las personas, más los escándalos que relataban las redes sociales, lo apremió a darse media vuelta sobre sus talones, de manera que ese puñado de personas no fuesen testigos de cómo su rostro era arropado por la vergüenza.

—Señor Harris—una voz masculina a su costado derecho, hizo girar su cuello—. Al parecer nos hemos vuelto a encontrar en una situación precaria—señaló a los protestantes con un movimiento de cabeza.

Michael lo miró de arriba abajo, buscando entre sus recuerdos dónde había conocido al mismo hombre. ¡Por supuesto! Se trataba de Thomas Morgan, el oficial que investigaba su caso. La primera y última vez que le vio, fue en Seattle.

Amor Por Contrato | ResubiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora