7: "Terquedad"

5.3K 388 150
                                    

Sigo mirando la repugnante escena. No se ni porque lo hago. Emilia no debe saber la clase de chico que es Ruggero, por eso se le insinúa tanto.

Ella sigue con su brazo sobre su hombro, mientras que él le sonríe de oreja a oreja, como si se conocieran de hace tiempo y tienen mucha química en común.

Hago un gesto desagradable y doy media vuelta, encontrandome con el perfecto perfil de Eduardo, quien se encuentra guardando sus cosas en el casillero y reniega por algo que no logro entender bien.

Sonrío satisfecha, y camino hacia él, sin quitar la sonrisa de mi rostro mientras me voy acercando. Él se da cuenta de mi presencia, y la mueca que antes llevaba se ha borrado por una sexy sonrisa.

—Hey, Karol — saluda, recostándose en el casillero — ¿Que onda?

— Venia a saludar, como tu hermanita te ha dejado solo — le sigo el juego, enroscando un poco de cabello en mi dedo índice.

— Ah si, esta hablando con el imbécil ese. Creo que le gusta, no se, Emilia siempre ha tenido feos gustos.

Ahora solo quiero matar a Emilia y no se porque. Antes me caía bien, pero ahora que conozco sus gustos, mi concepto hacia ella ya cambiado.

— ¿Iras a la fiesta de la facultad? — pregunta después de varios segundos, sonriendo.

— Por supuesto. No me la perdería por nada — respondo, dando una pequeña observada hacia la parte trasera, donde ahora solo se encuentra Ruggero con su grupo de amigos, queriendo aparentar que no mira hacia aca — Estaba pensando si...¿No quieres ir conmigo?

— Si, este...— Tartamudea — es que entre todos habíamos quedado en ir con Michael, pero le puedo decir que iré contigo. Aunque dudo mucho que le agrade la idea de que estaré con su primita.

Pongo los ojos en blanco. Otro más de los típicos cobardes que no se atreven a enfrentar a Mike. Como si él diera tanto miedo para no enfrentarlo.

— Entiendo, le tienes miedo — digo, provocándolo.

— ¿Miedo? Nena, yo no le tengo miedo a nadie. Y si quieres ir conmigo, obviamente que iremos — dice, acercándose peligrosamente hacia mí.

— Esa respuesta me agrada — le sigo la corriente, acercándome aun mas.

Nuestras narices chocan, solo basta con acercase un poco mas, para que nuestros labios se unan. Sonrío malvadamente y me alejo de forma brusca, dejándolo con los ojos cerrados.

Le hago un gesto con la mano y giro para irme. Escucho una maldición de su parte, haciendo que mi risa aumente más.

Paso por el lado de Ruggero y nuestros ojos se encuentran, se mantienen conectados por segundos hasta que decido romper aquella conexión, lanzándole una falsa sonrisa y continuar caminando.

Metros mas allá, veo a Erick, sentado en una banca hablando con...¿Candelaria? ¿Que hace Erick hablando con esa?

Por lo que sé, ellos no se hablaban, y ahora parece que fueran amigos de hace años. Se sonríen y sus caras están tan cerca que parece como que se fueran a besar

Erick es mi amigo. Y definitivamente sa tipa no es para él.

— ¿Interrumpo algo? — cuestiono, parandome frente a ellos cruzada de brazos.

— Si querida, te agradecería si te largas por donde viniste — responde la pelirroja, haciéndose la diva.

— No hablaba contigo. — ni la miro, mi vista se mantiene concentrada en el pelinegro que hasta ahora no se ha atrevido a hablar.

— Claro que no interrumpes — dice al fin, mirando de mala gana a la pelirroja — Cande y yo estábamos hablando sobre...un trabajo del periódico.

— ¿Periodico? — él asiente mientras que ella rueda los ojos — bueno, no me importa. Solo te advierto Erick, no confíes en esta tipa.

— Si supieras todo lo que hemos hecho — susurra Candelaria, provocando que el pelinegro la fulmine con la mirada.

Decido hacer oídos sordos e irme antes de arrancarle las ultimas extensiones que le quedan.

Y pensar que por ella Ruggero y yo nos separamos. Ambos tuvieron la culpa, estaban ebrios, pero sin embargo a él le importó poco o nada lo que yo sentía y ni siquiera me dio explicaciones. Y luego salió con el típico discurso de que yo no confió en él.

En serio que ese tipo era...es de lo peor.

Justo cuando estoy a punto de entrar a mi habitación, él de para frente a mí con sus manos en los bolsillos. Tiene una sonrisa de lado mientras me escanea de pies a cabeza.

— Tenemos que hablar — dice después de haberme recorrido con la mirada.

— Bueno yo no — le digo con indiferencia queriendo abrir la puerta pero su mano en mas fuerte y me detiene, juntando nuestros cuerpos.

— Tu terquedad no te va llevar a ningún lado — afirma, a centímetros de mi rostro — ¿Por qué coqueteas con todo el mundo? ¿Lo haces para provocarme? ¿Para sacarme celos? Pues lo logras, me revienta verte con ese imbécil que se hace llamar Eduardo.

— Anda vete con tu rubia y a mí dejame en paz — reprocho, forcejeando pero lo único que consigo es acercarme mas a él.

— Cuando entenderás que ninguna rubia me interesa. A mí la única chica rebelde que me gusta, eres tú — vuelve a decir, juntando nuestras narices. — y ahora lo único que quiero es besarte. Pero se que me golpearas donde mas me duele.

— Solo besame de una jodida vez.

Él sonríe, posando sus labios sobre los mios, pero sin moverlos.

.

.

.

Volví!!♡

Tengo una mala noticia :'v. Me iré de viaje hasta el lunes, y no se si podre publicar en esos días, tendré mi celular a disposición pero dudo mucho que tenga tiempo para escribir. :c

Respecto al capítulo ¿Que les pareció?

¿Que habrá entre Candelaria y Erick? ¿Tendran un nuevo plan? V:

¿Beso Ruggarol? ♥✘

90★ para continuar :3

2| La Chica Mala |Ruggarol| #ECHM2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora