Ruggero
— ¿Lo amas? — pregunto con una punzada en el pecho, esperando que su respuesta sea negativa.
— A ti te amo mas — responde, la notó sincera, me ha demostrado que dice la verdad. Extrañamente, me siento satisfecho.
— Lo se — digo, forzando una sonrisa sin mostrar los dientes.
Me acerco y la abrazo, rodeando su cintura con mis manos. No estoy molesto, es decir, debería estarlo, mi chica se ha besado con otro, pero extrañamente no siento rencor por ella, la amo, y es lo único que me importa para que lo nuestro dure.
— Lo siento, tú no te mereces esto, yo soy una estúpida y...— no la dejo continuar, uno nuestros labios obligándola a callar. No voy a permitir que se insulte, quizá no fue la mejor decisión, pero saber que vuelve a ser mía me tranquiliza.
—Solo prometeme algo — vuelvo a decir acunando su rostro con mis manos — después de esto...todo se acaba, entre ustedes.
Karol baja la mirada y no habla nada. La miro confundido, esperaba un sí de inmediato, pero ella parece no querer responder eso. Estoy nervioso, temo que no me ame lo suficiente como ella dice.
— Lo prometo — sonrío. Se demoró, pero al menos siento seguridad en su voz. La abrazo de nuevo, siento su corazón latir con fuerza sobre mi pecho, y no se si es por el nerviosismo o por lo que acaba de pasar. — yo quiero estar contigo.
Esta vez es ella quien corta la distancia y me besa. Sonrio encima sus labios, esa respuesta es la que necesitaba para tranquilizarme y confiar una vez mas, en sus palabras.
Estoy aferrado a ella, su cuerpo es como un imán que me atrae sin poder evitarlo. Me hechizó desde el primer momento que la vi, y ahora que oficialmente es mi novia, solo quiero gritarlo a todo el mundo.
La tomo de la mano y volvemos al comedor. Visualizo a Eduardo desde lejos, no sonríe, no muestra felicidad, está sentado al lado de uno de sus amigos, con la cabeza agachada y las manos entrelazadas. Unas ganas de ir y golpearlo me invaden, pero de inmediato las desecho al sentir el tacto de Karol. Armar una pelea no está dentro de mis planes.
(...)
Emilia me sonríe mientras me cuenta una anécdota de cuando era pequeña. No puedo evitar apreciar su bonita razón, no es que ella me guste, simplemente estoy apreciando la belleza femenina, desde un lado masculino.
Envuelve un pedazo de cabello en su dedo mientras sigue narrando. Me río ante los gestos que hace, es simpática, graciosa, me gusta compartir tiempo con ella. No ponemos atención a lo que el profesor escribe en la pizarra, y sé que nos ganaremos un buen sermón después de esto.
— ¿Y como te va con Karol? Supe que regresaron — pregunta luego de finalizar con su historia y de alguna forma, me pongo nervioso — uy ¿hay algo mal? — añade, al ver la expresión en mi rostro.
— Nada malo — respondo, reprimiendo las ganas que tengo de decirle que su hermano la besó — estamos bien, la amo y ella me ama a mí, eso es lo que importa.
Asiente y vuelve su vista a la pizarra, por alguna razón, su sonrisa se ha borrado y ahora se ha transformado en una notoria mueca.
— No es necesario que finjas — dice y mi expresión varía — Eduardo me contó lo que paso entre ellos, y bueno, si yo hubiera sido Karol no hubiera besado a otro chico que no fueras tú.
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2| La Chica Mala |Ruggarol| #ECHM2
FanfictionLuego de una penosa verdad, y una dolorosa ruptura, Karol Sevilla retorna al internado donde sus problemas comenzaron. Con una nueva actitud, se promete a si misma no volver a enamorarse. No obstante, su regreso causa muchas controversias, sobre tod...