Omnisciente
La castaña soltó un largo suspiro. El momento había llegado, el momento donde tendría que enfrentar a su primo y de una vez por todas, ponerlo en su lugar, y decirle que no puede interponerse en su vida.
Michael apretó los puños cuando se posicionó frente a los dos chicos que tenia en frente. Juraba golpear al imbécil que haría llorar a su querida prima, porque si, de alguna u otra forma ellos siempre se alejan, para él, esa relación era toxica y dañina.
—¡Karol! ¿Que mierda haces con este...animal? — espetó, mirándolo con desprecio. Trató de estar sereno, quería pelear, pero ya tenía una advertencia en la dirección y no quería ser castigado separándolo del equipo de fútbol. Quiera o no tendría que contenerse.
— Hey, yo tengo nombre — intervino Ruggero, con la misma actitud, tenia la misma advertencia que el anterior y él tampoco quería correr riesgos.
— ¡Joder basta! ¿¡Cuando van a dejar sus absurdas rivalidades?! Cuando van a comprender que todos somos iguales y que las diferencias no importa, estamos en el mismo sitio y por ende debemos llevarnos bien, todos — recalcó la última palabra. Karol tenía la mas mínima esperanza de que Mike recapacitara y si en verdad la quería, la deje ser feliz.
Nadie respondió nada. Los chicos presentes sabían que la ojiverde tenia razón, toda la razón. Las dos pandillas se habían declarado la guerra desde inicios de primer año, pero ¿de que servía Todo eso? Diversión. Era divertido tener a alguien con quien discutir, con quien odiarse y con quien originar discusiones donde no las había. Exacto, era un pensamiento demasiado absurdo como para ser real.
Eduardo miró a Karol con orgullo. Hablaba de una forma tan madura que hasta él mismo se sorprendía. La había estado ignorando en los anteriores días, y era lo mejor, para ella, y para su relación. No lo iba a negar, aún la seguía queriendo, y le dolia ver como se besaba con Ruggero.
Pero sabía que ya nada podría hacer, que ella había elegido y a él le había tocado perder. Tendría que hacerse la idea de que ella no estaría a su lado, y solamente verla desde lejos, siendo feliz. Por otro lado, Valería se había ganado su cariño. Era una chica muy simpática e inteligente, lo que tenía de bonita también lo tenía de astuta y audaz.
Sacudió la cabeza, volviendo a la realidad, viendo a Karol esconderse tras el cuerpo de su ahora novio. Sus ojos se cruzaron por breves segundos, pero ella rápidamente los desvío y se concentro en analizar a su primo, quien por sorpresa, aun no respondía nada.
Michael estaba confundido. Karol hablaba con razón, tal vez debería darle una oportunidad al imbécil, digo...a Ruggero y ver que tan fortuito es. Sin embargo, su lado malo le decía todo lo contrario.
— ¿Pretendes que te de permiso para andar con este? — preguntó irónicamente, alzándose de hombros.
Lionel y Gaston rieron. Les parecía gracioso ver como su líder ironizaba frente a las palabras de su prima. Aunque ellos también creían que ya era hora de sentar cabeza y dejar las absurdas rivalidades a un lado, a nadie le hacia bien aquello.
— No necesito tu permiso. Yo puedo estar con Ruggero si quiero, no me interesa si tu no estas de acuerdo, tu mismo te jodes — Sevilla sonrió de lado. Estaba demostrado otro lado de ella, un lado donde no tenia miedo a nada, por primera vez, luchaba por su relación, dejando su actitud de chica mala a un lado y volviendo a ser la misma que era antes.
— Okey, quieres portarte de esa forma, veremos que le dices a mi tía cuando se entere de todo esto — Michael sacó su celular del bolsillo y comenzó a teclear el número de la mencionada. Karol sintió su cuerpo tensarse, no había pensando en eso ¿Que le diría a su mama cuando se enterase que estaba de novia?
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2| La Chica Mala |Ruggarol| #ECHM2
FanfictionLuego de una penosa verdad, y una dolorosa ruptura, Karol Sevilla retorna al internado donde sus problemas comenzaron. Con una nueva actitud, se promete a si misma no volver a enamorarse. No obstante, su regreso causa muchas controversias, sobre tod...