Omnisciente
Ambos se miraron. Karol disfrutaba ver el semblante de Ruggero, pues claramente se notaba que estaba celoso gracias a las caricias que Eduardo le brindaba abrazándola por la cintura.
La castaña siguió sonriendo hasta que de percató de quien se encontraba al lado del chico. Emilia - la rubia que antes le caia bien y ahora ya no tanto- tenía su brazo al rededor del hombro de él y se susurraba algo al oído, haciendo que ambos rieran con los rostros muy cerca.
Fastidiada, Sevilla bufó y cruzó los brazos, haciendo que el chico que la estaba abrazando se separe y la mirara extrañado.
— ¿Ocurre algo? — preguntó confundido ante la reacción de la chica. — Oh mira, mi hermanita si vino — añadió, mirando hacia donde la susodicha se encontraba — y nada más y nada menos que con el imbécil que se cree la gran cosa.
Karol seguía mirando aquella escena con los brazos cruzados, mal diciendo internamente al sujeto ese que le causaba celos inexplicables. Había decidido no volver a sentir algún tipo de sentimiento hacia él, pero cuando lo volvió a ver, eso fue casi imposible. Y ahora más que lo veía de lo mas sonriente con otra chica que no era ella.
— Ven, invitame un trago — ordenó, sujetando la mano de su acompañante y llevándolo hacia la barra de bebidas — una cerveza por favor — le pidió al barman quien la miraba atentamente esperando a que ordenara algo.
— ¿Cerveza? — cuestionó Eduardo sentándose a su lado — ¿No crees que es muy fuerte cuando la noche recién empieza?
— Esta noche, vamos a embriagarnos! — gritó, añadiendo un grito euforico que solo ellos escucharon.
****
Ruggero observaba atentamente como la castaña de ojos verdes se dirigía a la barra y ordenaba algo. Sabía a la perfección que a ella no le asentaba el trago, que a loa primeros vasos ya se encontraba ebria y fuera de sus sentidos.
Pero, no le debería importar ¿No? Tenía a ese idiota a su lado, y parecía muy feliz que la este acompañado.
Mientras tanto, Emilia no paraba de decirle cosas sobre la fiesta y otras para tratar de entablar una conversación. Esperaba con muchas ansias que Rugge la invitara a bailar y la besara como nunca nadie lo haya hecho.
Sin embargo, parecía que el castaño no tenía esos mismos planes, pues no paraba de mirar hacia donde su mellizo y Karol se encontraban. Varias veces, la rubia se había preguntado si ellos habían tenido algo, pues se miraban de una forma muy intensa. Pero desechaba la idea, pues también los había visto discutiendo y no tenían algún tipo de cercanía.
Entonces ¿Por qué Ruggero no paraba de mirar hacia allá? Tenía muchas ganas de preguntárselo pero no lo hizo, no quería parecer entrometida.
— ¿Quieres bailar? — le preguntó él, haciendo que ella sonría extensamente y deseche sus pensamientos.
La rubia asintió y tomo su mano, caminando hacia la pista de baile donde varios chicos se encontraban. Al llegar, estaba a punto de rodear su cuello pero no lo hizo, pues él no tenía intención de hacerlo con su cintura en iba a hacer un bochornoso momento. Así que se dispuso a bailar por su propia cuenta.
Michael Ronda los miraba desde lejos, mientras le daba un sorbo a su bebida. No es que le interesara la vida de Ruggero, pero le fascinaba que estuviera con otra chica y que por fin dejaria en paz a su prima.
Por mas que eso haya pasado hace tiempo, todavía lo detestaba por haberse metido con karol, y la rabia que sentía hacia él seguía intacta.
Siguió bebiendo con sus amigos hasta que se percato de aquella rubia despampanante que se le acercaba lentamente. Valentina se colocó a su lado, y se recostó en la pared junto con él, mirándolo a los ojos.
— ¿Que haces tan solito? — le preguntó, provocándolo.
— No estoy solo — respondió, sonriendo de lado — ahora estas tú.
— Ven, hay que desaparecer un rato — dijo, sujetándolo de la mano y llevándolo a rumbo desconocido.
(...)
Los minutos pasaron. La cabeza de Karol daba vueltas y vueltas, ahora se encontraba sola, bebiendo mas cerveza desde hace rato. Eduardo se había ido por los regaños de su hermana diciendo que también estaba ebrio.
— ¡Karol! — chilló Carolina, acercándose acompañada de Agustín — mira como estas, has bebido demasiado.
— Callate y dejame beber — respondió, con ese tono raro que caracteriza a las personas ebrias.
— Ahora vuelvo, iré a buscar a...ya vengo — intervino Agus, lanzándole una mirada cómplice a su novia y desapareciendo entre el tumulto.
Karol rodó los ojos y siguió bebiendo, haciendo caso omiso a los regaños que su amiga le lanzaba.
Al cabo de minutos, Agustín apareció acompañado de un chico al que la castaña desconoció debido a la oscuridad de la fiesta.
— Karol. Estas completamente ebria — eso fue suficiente. La susodicha reconocí aquella voz a la perfección. Se trataba de Ruggero.
— Tú largate — le espeto, dando un golpe en la mesa. — no necesito nada de ti.
— Chicos, no se preocupen, yo me encargo. — dijo, sin quitar la vista de la castaña.
— Amiga, me encantaría llevarte yo pero no puedo. Le prometí al director encargarme de todo cuando todos se vayan. Disculpa — dicho eso, Agus y ella desaparecieron dejándolos solos.
Ruggero y Karol se miraron, pero rápidamente ella le sacó la lengua haciendo que él carcajee.
— Eres berrinchuda. — le dijo, sonriendo.
— Anda vete con tu nueva rubia, yo estoy bien sola.
El castaño la tomo de la mano y la obligo a pararse, de un fuerte tirón la tomo de la cintura pegándola a su cuerpo, haciendo que ella suelte un jadeo. Ruggero empezó a olfatear su cuello, provocando que la chica eche su cabeza hacia atrás, disfrutando de las caricias.
Ascendió sus besos hacia su mandíbula, y se detuvo en la comisura de sus labios, debatiéndose en si besarla, o no.
—Besame. Joder, besame de una jodida vez — ordenó, juntando bruscamente sus labios.
Y la beso desesperadamente, introduciendo su lengua en su cavidad bucal sin autorización alguna. La necesitaba, se necesitaban, y aquel beso desesperado daba fe de eso.
.
.
.
Jelouuu! xD
Gracias por leer :3
¿Que les pareció el Capitulo? ♡
¿Se esperaban el beso del final?♥
90★ y continuo

ESTÁS LEYENDO
2| La Chica Mala |Ruggarol| #ECHM2
FanfictionLuego de una penosa verdad, y una dolorosa ruptura, Karol Sevilla retorna al internado donde sus problemas comenzaron. Con una nueva actitud, se promete a si misma no volver a enamorarse. No obstante, su regreso causa muchas controversias, sobre tod...