And you.... Believe in the magic?
Capitulo 12
Narra Luke
Lo se. Lo se. Era un Oops que cambiaba de opinión cada dos minutos. Pero lo había pensado durante todo el día; y ella necesitaba de mi ayuda, así como yo me había ofrecido para ayudarla.
A último momento había decidido cambiar de parecer y le había marcado a Lisa para decirle que tenía unas cosas que hacer y que nos juntemos mañana.
Ella parecía estar ocupada, porque dijo que si en dos segundos. Colgué el teléfono y comencé a buscar a ____ por todo el colegio, hasta que la encontré allí, caminado furiosa hacía la oficina el director.
- ¿porque debería?- preguntó ella.
¿Porque debería darme otra oportunidad? ¿Porque había dejado a Lisa por eso? ¿porque yo se lo estaba pidiendo? ¿Porque era más que obvio que lo necesitaba? ¿porque era mi deber que se saque buenas notas en el colegio?
Fruncí el ceño, ¿cual era la verdadera respuesta a eso? ¿que no había dejado de pensar en ella en la clase de matemáticas y cada vez que sentía su mirada sobre la mía sentía que la sangre subía a mis mejillas, algo que no me había pasado antes con Lisa?
- Porque quiero ayudarte de verdad, chica, lo prometo- le dije. Ella me miró.
- Hagamos algo Luke- le dijo ella mientras se acercaba a mi- ¿no tenías que juntarte hoy con Lisa?- preguntó de repente.
- ¿como sabes eso?
- Lo supuse- se encogió de hombros. Sus manos se movían con rapidez; como si algo la pusiera nerviosa.
- Lo dejamos para mañana- admití.
- ¿soy el segundo plan?- levantó la ceja. Suspiré cansado; no era difícil el enseñarle, si no el conseguir que se siente en una mesa. O que tome un libro por voluntad propia; le daba más rodeos al asunto de los que mis papás a lo de el psicólogo.
- Claro que no- le dije- Vamos, _____, deja que te enseñe algo..
- mañana- dijo ella, sonriente.
¿Mañana? ¿justo el día en el que había quedado con Lisa? ¿quería evitar que me junte con ella, o quería hacerme la vida imposible? o quizás quería hacerme la vida imposible al evitar que me junte con ella.
<<Deja de pensar que son celos, Hemmings>>- me dije a mi mismo. Ella nunca sentiría celos de Lisa por más que me gustaría; aun que ni siquiera sabría decir el porque.
Quizás porque tiene una manera de fingir que es mala cuando en realidad es un amor por dentro y lo único que quiere es alguien que la abrace por siempre y no la suelte jamás, y le recuerde todos los días que está bien que no se ponga maquillaje ni se arregle mucho porque así se ve perfecta; y yo estaría encantado de ser ese alguien. Claro que a ella no le importaba.
- ¿porque mañana?- le pregunté confundido.
- Porque mañana es tu cita con Lisa- musitó, como si fuera obvio y comenzó a caminar por las escaleras. Me quedé pensativo durante un rato y luego corrí detrás de ella; me gustaba la manera en la que se movía de un lado a otro al caminar y sin embargo seguía en una sola línea recta.
- ¿y que? ¿porque quieres impedir que salga con Lisa?
- No quiero impedir que salgas con Lisa a pesar de que sea la chica materialista de la que me contaron..
- Espera.. ¿que?
- En fin- prosiguió ella, sin explicar a lo que se refería con ella. ¿Es que acaso conocía a Lisa? Lisa podía ser un poco manipuladora, pero a pesar de todo era.. Linda- Si de verdad te importo yo.. O bueno, no yo, si no el querer enseñarme, supongo que no te molestará dejar a tu novia durante un día, ¿no?- preguntó alzando la ceja. La miré pensativo; y ella desapareció como si me dejara allí la respuesta para que yo mismo la averigüe por mi mismo.
Podía ver como se alejaba, moviendo todo lo que tenía. Sonreí para mis adentros, ¿cuando fue el día en el que se me hizo tan difícil dejar de pensar en ella?
Yo pensaba que era el chico al cual no le importaba si la señorita perfecta pasaba al lado mío; pero al parecer estaba equivocado, porque cada vez que olía su perfume de fresas cerca de mí sentía que se había abierto una nueva puerta del cielo solo para que yo sea bienvenido y pueda disfrutar de toda su naturaleza.
Pero a pesar de todo; tenía que sacarme a la chica de la cabeza. Era imposible que alguien como ella se fije en alguien como yo. Distintos en todo aspecto y sentido; si yo era negro, ella era blanco, si yo era derecha, ella era izquierda, si yo era arriba, ella era abajo, si yo era caliente, ella era frío, si yo era feliz, ella era triste. Completamente diferentes, y nunca creí en eso de que los opuestos se atraen.
Al contrario, toda mi vida creí que ni siquiera existía eso de las almas gemelas.
Que eran juegos nada más para que las personas con poca suerte- como yo- creyeran que a pesar de todo había una pequeña esperanza cuando la esperanza era lo que menos había.
Hay momentos en los que hasta tu sombra se aleja en el día más soleado y no quieres volver a saber nada de ti; mucho menos del mundo; es entonces cuando te miras en el espejo y te das cuenta de que te odias, y piensas, ¿como voy a hacer que alguien guste de mi si ni siquiera yo lo hago?
Pero no haces nada por cambiarlo.
Entonces yo me odiaba tanto como Tom odiaba a Jerry, o con la misma fuerza con la que homero toma una cerveza; pero en versión odio.
Era lo contrario a una persona con un autoestima alto; y ella era lo contrario a las personas que considerarían siquiera salir conmigo, como ______.
Ella era más bien una burbuja, y yo era un cactus sin ningún lugar sin espinas. O mejor aún; una aguja de dos lados.
Yo era una aguja de dos lados loco por una burbuja.
NOTA IMPORTANTE: Lo que Luke no sabe es que si le pone a esa aguja un poco de agua con detergente y a dejo allí durante un rato; se puede pegar perfectamente a la burbuja