Capítulo I: Recuerdo de invierno

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Es extraño como puedes ser parte de algo tan doloroso, llevándola tan lejos, a un sitio desconocido donde todo lo que llegas a conocer parece ser imaginario. Quince años tan solo y ya se encontraba ahí, al lado de su cama mientras ella estaba conectada a esa máquina que la mantenía con vida, sosteniendose de la cuerda fina

-deja de sentir pena por mí -señaló tan débil

-jamás sentiría pena por ti, mamá -fingí firmeza, aún si las emociones fueran contrarias

En un instante mi madre sonrió con dificultad. Había estado luchando desde hace años contra el cáncer, aún recordaba cuando una simple visita al médico por un chequeo de rutina había terminado en la peor noticia, el cáncer en los huesos.

A mi madre siempre la recordaba como una mujer fuerte y entregada, sonriendo y con determinación, honesta y amorosa con todos aquellos que la rodeaban. La había visto luchar y habían luchado con ella, pero después de que creer que el cáncer había cedido, pero regresó, esta vez con más fuerza. Dejándola en cama los últimos meses

Aún recordaba como mi madre dejó de someterse a esas terribles quimioterapias que la dejaban bastante mal, agotada y demasiado delgada. Recordaba como le había reclamado, diciéndole que era una cobarde... El miedo a perderla era el evidente hablador en ese entonces, no quería que ella muriera, no quería quedarme sin ella. Mi madre solo me miró, y dijo que me amaba, pero que su cuerpo ya estaba demasiado cansado, que no quería pasar lo que quedaba de vida aferrándose a algo que no podría ser, que quería disfrutar del modo correcto para si misma

¿Cómo es resignarse a que tu madre muera? Desgarrador, pero era su decisión, había luchado contra aquella enfermedad por mucho tiempo y ahora solo quería estar en paz y esperar a que la muerte viniera

Accedimos, aunque jamás sinceramente

Las últimas semanas había sido un torbellino, mamá había arreglado todo para la tutela pasara a manos de mi tía. Y bueno, lo cierto es que yo no tenía padre, cuando me preguntaban por él era una broma de lo más común que yo solo dijera "murió en el parto" después de eso mi madre solo decía "Lena, silencio" su voz severa me estremecía, era extraña escucharla con ese tono.  Lo cierto era que ella nunca hablo de mi padre y a mí ese tema nunca me llegó a importar, mi madre siempre sería lo suficiente

Mamá nunca tuvo pareja, tía Alex decía que siempre había sido así desde que yo nací, pero que en sus años de juventud mamá se había enamorado de alguien que le había cambiado la vida para siempre, cuando decidí preguntarle a ella, lo negó, fue cuando entendí que había sufrido por ese alguien. Y solo quizá ese alguien era mi padre, eso sería obvio

-¿Por qué no vas a descansar? -preguntó con una sonrisa sacándome de mis pensamientos

Negué al instante

-quiero quedarme

Existía el miedo permanente de que ella se iría en cualquier momento, y no quería que eso ocurriera aunque aquello sería inevitable, no quería desaprovechar el tiempo sin estar con ella

-ve a casa cariño, yo me quedaré aquí, te lo prometo no me iré a ningún lugar

Sus palabras me dolieron aún sin intención, el día que ella me faltará sería mi peor pesadilla, no estaba lista para ello... Nadie lo estaría

-¿me lo prometes? -cuestioné con las emociones expuestas-. ¿Me prometes que no te irás nunca?

Y aquí estaba de nuevo llorando y rogando a lo que fuera que estaba allá en el cielo que no me arrebatará a mi madre

-Cariño...

-por favor...

Ella alzó su delgada mano y tomó mis lágrimas que caían por mis mejillas

-siempre me quedaré contigo, siempre estaré presente en tu vida, no físicamente pero mi corazón se quedará contigo

La puerta de la habitación se abrió dejando ver a mi tía Alex con una gran caja de donuts. Intuitivamente eliminé mis lágrimas con la manga de mi suéter

-oh por favor sabes que no puedo comer eso -recriminó mi madre

-la joven Kara jamás había rechazado una caja de donuts, eso significa que la edad te ha hecho una vieja amargada -indico mi tía haciéndonos reír a ambas

-¿Cómo es que te han dejado entrar con eso? -pregunté con curiosidad

-tengo mis tácticas -señaló poniendo la caja sobre la camilla de mi madre-. Soy poli ¿lo olvidan? ¡puedo hacer lo que quiera!

-bien, poli, usa tus habilidades en Lena y sácala de aquí -pidió mamá

Mi tía me miró

-me quedaré aquí con ella -señaló-, me encargaré de traerla de vuelta si se queda dormida

Sonreí entristecida y me puse de pie

-¿Me lo prometes? -tenía que asegurarme

-lo prometo

Me acerqué a mi madre y la besé en la frente

-te veré mañana

-por supuesto, cariño

Y salí de la habitación con pasos cortos

Al llegar a casa me escurrí por el cobertizo buscando aquellos libros que mamá me leía cuando era pequeña, sería una buena idea leerle a ella en esta ocasión. Tomé la caja empolvada y algo llamó mi atención. No se trataba de un libro cualquiera, era diferente, la cobertura era de piel y estaba sujeto por un cordón de igual material, quite el nudo con cuidado, cuando esté cedió, una hoja cayó al suelo

Me incliné para tomarla y no era una hoja, sino una fotografía de mi madre joven abrazada de una chica de cabello negro, piel pálida y ojos verdes, era hermosa

Giré la foto y en ella con letra perfectamente hecha se leía

Lena & Kara
Recuerdo de invierno

Bueno quizá era su amiga por la cual me había llamado como ella. Giré mi vista hacia aquel libro, y solo entonces pude darme cuenta que no era un libro, sino el diario de mi madre.

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Solo el pequeño inicio de un fic que no abarca la historia de la chica con superpoderes, espero que puedan seguirlo y saludos
*Actualización una o dos veces por semana

Y aqui vamos sin corregir la vrd sorry!!!

Starlight [Supercorp - AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora