Starlight [Supercorp - AU]

Capítulo LXXII: Nosotras Mismas

                                           "make me immortal with a kiss"
Christopher Marlowe

Tiempo atrás la idea del sexo era meramente alejada, innecesaria y mi inocencia la encasillaba en algo que jamás podría hacer, mostrarme completamente, el pudor estaría fijo y el permitirme ser tocada tan íntimamente era inexistente... Vaya, eran ideas que en cierto punto me aterraban y garantizaba que no sería posible

Pero todo lo que me convertía era ella, yo era el ser más hambriento en cuanto la situación se fijara en tenerla a solas de esta manera, en donde sabíamos que nuestros sentimientos y deseos estaban expuestos y que serían imposibles calmarlos. Las memorias volvieron a aparecer, aquel tiempo problemático, dónde todo comenzó a temblar, aun sin intercambiar nuestros pensamientos revoltosos y volvernos alejadas, no dejamos de tener sexo, en ese entonces podría parecer solo necesidad, y si la sinceridad apareciera aun no sé como explicar aquello, lo único que puedo decir es que era inevitable acercarnos de esa manera al menos, o simplemente Lena era tan inevitable

-no puedo creer que esto este ocurriendo -señaló entre besos húmedos volcados de necesidad, su voz se mostraba entrecortada-. Carajo, no sabes lo mucho que te he echado de menos ...y solo se ha tratado de unas malditas semanas

La amaba, podía repetirlo de manera constante, amaba todas sus facetas, la seria, la egocéntrica, la culta, la sarcástica, la romántica y la molesta. La amaba completamente, sin filtros y sin ninguna reserva

Mis manos decisivas buscaron el ajuste del vestido en su espalda, y Lena cambio la intensidad del beso, sus labios se mostraron pausados tan tranquilos que al instante hace que me detenga para poder mirarla

-¿qué sucede? -cuestiono, es extraño verla tan apacible

-quiero contemplarte -comienzo a sentir los colores en el rostro y niego avergonzada sin dejar de sonreír, sus manos se acomodan sobre la base de mi cuello-. No sabes como me encanta cuando sonríes, y la forma de tu nariz cuando lo haces

-oh vamos -quiero esconderme, aquellos verdes abrillantados siempre causan intimidarme-. Odio mi nariz al sonreír

-amo cuando niegas mis halagos, síguelo haciendo que podré pasar horas en ello -su media sonrisa hizo entrada-. Tenemos toda la noche al menos

-Dejaré de quejarme entonces -accedo retirando mis anteojos y colocándolos en el pequeño tocador-. Sólo si dejas hacerte el amor, sin ninguna interrupción de por medio esta vez

Entrecierra la mirada, como si lo evaluara. ¿En serio lo esta haciendo?

-hecho, pero...-ahí iba de nuevo

Pongo los ojos en blanco

-es increíble que nada de esto cambie después de tanto tiempo -le apunto, aunque en realidad adoraba él que ella se esmerara en dejar las cosas en claro-. No creeré que eres pasiva, Lena ¿de acuerdo?

-¿tenías que decirlo? -cuestiona elevando su ceja, la palabra “pasiva” para ella era la miasma incomodidad que la palabra “virginidad” para mí, altamente vergonzosas e innombrables-. solo trato de mantenerme en mi sitio -trata de explicar aquello que parece no tener ningún sentido

-bien, ¿podemos comenzar? El romanticismo se ve amenazado con esta charla

Esta vez es ella la que me besa sin preámbulo alguno, hemos terminado aquellas palabras que la mantienen "en su sitio". Nuevamente me desconecto de todo alrededor, y ella se va conmigo, no hay nada mas que la suavidad de sus labios en los míos, todo deja de impórtame en cuanto su lengua encuentra la mía en contemplación. Las prendas comienzan abandonar nuestros cuerpos para quedar unidos aferrándose a si mismos, la calidez de su piel vuelve a ser reconocida. La tenue luz de lámpara puede obsequiarnos la escena más maravillosa, aun no nos ha interesado llegar a la cama no hay prisas en el momento. Mis labios recorren su cuello mientras que su pulso me hace saber la necesidad de ambas, el aroma de su piel invade mis sentidos haciéndolos necesitados de ella.