Capítulo XLV: Bobo Bar (Parte 2)

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No! -el nombre de Alex no saldría de mi boca, de eso estaba segura

-¿entonces? ¿Crees que estoy contigo para eso, Kara? ¿no fui lo suficientemente sincera contigo? -estaba enfadada, sus ojos estaban oscuros y su voz era teñida de frialdad

-¡pensé que era por mí! ¡pensé que era la única que te había hecho sentir eso! En ningún momento pensé que tendrías una adicción al sexo -nunca podía confiar de lo que de mi boca salía, siempre me traicionaría

El rostro de Lena se volvió rojo completamente, no uno de vergüenza sino de enojo en su totalidad

-has hecho que mi sinceridad contigo se vaya a la mierda, sigue alimentándote de rumores estúpidos -recalcó cada palabra con la mandíbula contraída-. No porque te las gastes de santa tienes derecho a juzgar

-yo no te estoy juzga... -ahora el tema de mi virginidad entraba en juego aquí

-lo hiciste, supongo que al enterarte comenzaste a huir de mí, te ahorraré el tiempo de hacerlo ahora mismo terminando ¿cómo es posible que alguien como tú pudo involucrarse con alguien como yo? ¿Cierto? ¿Cómo es que te lo permitiste? Eso es lo que te has dicho ¿no?

Y me alejé de ella, camine hacia la pesada puerta ajustando la palanca de metal, impidiendo que pudieran entrar y desconociendo sí alguien pudiera estar dentro escuchando nuestra conversación. Volví hacía ella, sin ningún espacio entre nosotras, aun si ella decidiera escapar no la dejaría

-seria buen momento que dejaras de hablar -pedí retirándome los anteojos y colocándolos en los mosaicos a su espalda, no quería que nada se interpusiera al mirarla, Lena no agregó nada más lo cual agradecí-. Lo único que pude pensar era en ti y tus manos sobre mi cuerpo todo el tiempo, en estar contigo de todas las manera posibles, tuve miedo de todo lo que me estabas despertando... jamás me sentí de esa forma con nadie

Podía verla directamente, sus ojos se suavizaron pero su rostro seguía contraído y fue mi tiempo de actuar. Mis labios tomaron los suyos sin aviso y sin vergüenza alguna, Lena no respondió al instante por lo sorpresivo que fue, lo cual aproveche para besarla a mí modo. Mi tacto fue lento, ajustándome a sus labios pausadamente disfrutando de cada milímetro de ellos, como si todo dependiera de esa acción, tiré con mis dientes sus labio inferior suavemente para después acariciarlo con la punta de mi lengua, podía pasar mis días besándola de aquella manera o experimentado besos que pudieran comprobar mis sentimientos por ella mientras me lo permitiera. Y Lena reaccionó, su mano fue a mi nuca trayéndome más hacia ella, el beso se hizo más profundo y húmedo, su lengua encontró la mía en una desesperada sincronización, mi piel comenzó arder. Mis manos fueron hacia su caderas aferrándome a ella tras la extraña sensación que comenzó a sentir mi centro, que buscaba el de Lena. Nuestro beso se vio interrumpido por la enloquecedora sensación

-¿cuándo vas a entender que solo has sido tú? -preguntó jadeando-. Si he tenido encuentros jamás pude sentir nada de esto que me has hecho sentir, por eso estaba huyendo

Volví a sus labios, y con movimiento que jamás creí hacer comencé la fricción aún más certera

-lo lamento, en serio -era mi turno de hablar-. También estaba huyendo de ti por lo terrible sexual que me estaba sintiendo, creo que las malditas hormonas decidieron despertar muy tarde

-¿solo conmigo? -el brillo en sus ojos apareció

-no deseo estar con nadie más -nuestros jadeos eran descompensados

-¿ni con tu estúpido amigo Winslow? -sus labios se deslizaron por mi mandíbula mientras seguíamos con la peligrosa conexión que no cedía-. No me agrada -dijo en la curva de mi cuello

Starlight [Supercorp - AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora