Starlight [Supercorp - AU]

Capítulo XXXIV: Táctica y Estrategia

-Kara, se mi novia -los nervios se hicieron presentes al escucharla, en verdad lo había pedido con aquella seguridad en su voz, dejándome a mí en un estado contrario... inestable ante ella

Mi mirada conectaba con la suya, la única que podía estar en un sitio, la que buscaba algún tipo de repetición porque ciertamente todo parecía confuso casi irreal. Mi pulso estaba totalmente elevado, podía escucharlo y sentirlo claramente. Lena Luthor podía ocasionar aquello con demasiada facilidad sin esforzarse un poco

-¿novia? -pregunté aún dudosa

Ella no respondió, simplemente parecía contemplar cada movimiento nervioso, como el ajustar mis anteojos una y otra vez, o el continuo movimiento de mi pie que hacía que la mesa redonda se tambaleara. En un instante pude darme cuenta de cómo ejercía una fuerza elevada sobre su mano, retiré la mía avergonzada, mis palmas habían comenzado a humedecer. Yo era un completo desastre

Moje mis labios, en espera de que continuara

-es como darle un nombre a todo esto, lo sé, una etiqueta si lo piensas bien -señaló con detenimiento-. Kara, no me importa llamarlo de ese modo...

-¿salir juntas? ¿Citas y tomarnos de la mano en ellas? -mi voz nerviosa tanteaba aquel tema

Sonrió ante lo dicho

-es algo más que eso, supongo...

-¿presentarnos como tal? -pregunté

-probablemente...

-¿conocer a nuestras familias? ¿Llevarte al cumpleaños de mi madre el próximo fin? ¿Eso es lo que quieres decir?

Sus ojos se abrieron en sorpresa, negó mientras levantaba su mano hacia mí dirección en un intento de silenciar mi escena teñida quizá en lo ridículo

-espera... ¿me estas invitando a una reunión familiar, Kara?

Sí, eso había hecho

-¡no! -retractarse era estúpido, pero aun así lo hice

-de acuerdo, eso sería demasiado rápido -aquel tema le era divertido al parecer

Quedé mirándola con incredulidad, volvió a llevarse el libro Mario Benedetti al rostro

-¿rápido has dicho? Eres tú quien me ha pedido que seamos novias de repente -puntualicé en un susurro-, después de compartir unos... ya sabes

-¿compartir qué? -seguía con la mirada puesta en las líneas

-después de besarnos

-demasiado desatinado tu comentario y fingiendo que no lo deseas nuevamente, ya hemos pasado por esto -señaló con su sonrisa de lado aún sin mirarme-. Y si te lo he pedido es porque quiero besarte cuando quiera, Kara

-romántico comentario -la ironía dio paso

Cerró aquel libro con brusquedad, y se inclinó hacia mí. Su mirada adquirió un total dominio así como su sonrisa que parecía totalmente divertida y segura

-¿quieres romanticismo, Kara? -cuestionó, no pude responder más que un simple murmullo al tenerla tan autoritaria y cerca-. Sé que si lo hago, tus piernas comenzarán a actuar por si solas y saldrás corriendo, o el bajo control de tus palabras dirá lo contrario a lo que sientes por temor

-¡no soy una cobarde!

-pero tampoco eres Elizabeth Bennet así que... -se hundió en hombros