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Suga
Me había quedado solo. No sabía dónde estaba Jimin y yo esperaba que no estuviera con Jungkook, porque sé lo que el pelinegro estaría haciendo ahora mismo. Más bien, lo que Bunny Killer estaba haciendo.
Parece que soy el único que ve lo peligroso y suicida que es estar supuestamente muerto a los ojos de todos y salir a la calle, aunque sea enmascarado de ese estúpido conejo. Para asesinar a gente, exponiéndose a que le descubran y además le detengan por cometer mil delitos.
Joder, ¿y si Taehyung se digna algún día a ver las noticias y se acuerda de todo? ¿O si al menos se acuerda de la existencia de Bunny Killer? Sale en todos los telediarios, es el mayor asesino nacional. ¿Qué pasaría con el esfuerzo de ocultarnos todo este tiempo?
La verdad es que nunca he querido saber cómo se las arregla Jungkook para esconder todo esto, para tener cada detalle preparado y el extra de controlarse a sí mismo. El largo trabajo que le ha llevado dominar sus tres personalidades es totalmente increíble. Todo esto lo hacía por amor, para poder estar con Tae, para no hacerle daño. Si se hubiera quedado un poco más al lado de Kim, Bunny Killer le hubiera matado.
Pero ahora es diferente, todo esta bajo control. Sigue pareciéndome algo enfermizo pero, ¿quién soy yo para juzgar? He hecho cosas peores por ese demonio disfrazado de angelito llamado Park Jimin.
Aún así, en una casa de locos, creo que me queda un poco de humanidad y cordura. Pienso en el pobre Taehyung y también en el plan que su enamorado ha hecho. No me lo ha explicado todavía pero sé que ya lo tiene todo al pie de la letra, cada segundo planificado y analizado. No puedo negar que me produce curiosidad, aunque también miedo. El jovencito no se anda con tonterías y he visto con mis propios ojos hasta qué punto puede llegar su obsesión.
Porque sí, porque Jeon Jungkook es un psicópata. Pero joder, mentiría si dijera que el chico no tiene un corazón gigante y sufre por todo lo que le pasa. En silencio, pero lo hace. Es una de las cosas que más nos acercó a él y a mí, no somos personas que expresan lo que sienten.
Nos refugiamos en nosotros mismos y damos mucho sin esperar recibir nada a cambio. Pero es la actitud con la que hacemos esos gestos de bondad por la que pasamos desapercibidos. Nadie diría que somos buenas personas, porque no mostramos las cosas buenas que hacemos. Sufrimos sin decir una palabra.
Por eso mismo estoy asustado, porque bien sé que todo eso se queda dentro y se puede transformar en muchas cosas. Ansiedad, rabia, depresión, tristeza, vulnerabilidad.
Esas son todas las razones por las que ahora mismo debo intentar encontrar todos los documentos del plan de Jungkook. Yo también estoy metido en esto, creo que merezco saberlo.
No tengo ningún tipo de llave para abrir sus cajones y cajas, pero me crié en la calle y era pobre: la experiencia de la vida me sirve mucho más que la de la universidad. Puedo abrirlas sin problema alguno.
