Hermione estaba extasiada de trabajo. No tenía tiempo para nada, ni para ella, ni sus hijos y mucho menos para su esposo. No es que fuera una mochila que tenía que cargar, pero todas las noches llegaba tan tarde que lo único que deseaba era dormir, y se iba tan temprano que no podía siquiera preparar un desayuno. Cuando acepto con mucho honor ser ministra de magia, sabía las responsabilidades que conllevaba aunque no se esperaba que eso limitara su vida a trabajo y más trabajo, estaba agotada.
Esa noche lo había decidido, había llegado tan cansada que no percató que su hija estaba esperándola junto a su marido aunque se habían quedado dormidos en el sillón. Fue directo hacia la cama y miro el reloj, las 2 am. No podía creer que había estado tanto tiempo en el ministerio, había salido de su casa a las 6 de la mañana. Estaba agotada, el pelirrojo entró con el ceño fruncido a a habitación
-Buenas noches, Hermione-le dijo soltando un bufido. Ella se acercó esperando algún saludo mejor, cuando noto que el solo se dio vuelta sin mirarla siquiera.
-Ron, ¿Pasa algo?-le pregunto confundida. El jamás tenía actitudes así con ella.
-Nada, señora ministra-respondió sarcástico. Hermione entendió todo, sabía que eso se le estaba yendo de las manos, que no podía llegar a ese horario, que tenía una familia que cuidar y querer, sabía que ellos la amaban y ella también lo hacía.
-Lo siento tanto, Ron...-susurró. El la escucho. Despacio Hermione le abrazó el brazo y a los segundos ambos se relajaron, como si el enojo de Ron nunca hubiera pasado.
-Rose te estaba esperando, hoy le llegó la carta para ingresar al colegio, creo que jamás la vi tan feliz...-hablaba despacio como si quisiera dar a entender muchas cosas. Tomo a la castaña por la cintura y la beso, fue un beso tierno y ella se dejó llevar. Lo extrañaba, hacía mucho tiempo que no tenían momento para estar juntos por su trabajo y cuando ella no trabajaba, por los niños. La castaña profundizó el beso y se quedaron juntos hasta quedarse dormidos
La mañana siguiente Hermione se despertó feliz, había sido una hermosa noche y había decidido algo, no más horas extras, no más fin de semanas perdidos por ayudar en el ministerio. Quería más tiempo así, con su esposo, con sus hijos. No podía creer que se habia perdido un momento tan importante para su hija.
Se levantó dándole un suave beso a su esposo que no entraba a trabajar hasta las 10, ya que había dejado el puesto de auror cuando nació Hugo, y trabajaba actualmente con su hermano en su tienda de bromas, era algo que realmente lo hacía feliz a él y ella no dudó en darle apoyo para que lo haga.
Se vistió y fue a preparar un desayuno para los cuatro, de verdad se había esmerado, había preparado waffles, chocolate, galletas y muchas cosas ricas. Sabía que su esposo hacia desayunos todas las mañanas muy cargados (aunque no se quedará a comerlos)
Espero a que se despertaran, la primera fue su hija Rose, quien al principio al verla se sorprendió, aunque recordó que debía estar enojada, pero no pudo viéndola ahi, sonriendo. Hermione corrió a abrazarla, la extrañaba tanto.
-Felicidades, Rossie-le dijo con el rostro más feliz que nunca-te pido perdón por no haber estado en ese momento, sé que es algo súper importante y...
-Ya hable con Rose de eso amor, ya sabe que no lo hiciste a proposito y que...-ella no lo dejo terminar, se acercó a darle un profundo beso en agradecimiento a todo lo que hacía, lo amaba y jamás iba a dejar de hacerlo.
-Hoy no voy a ir al trabajo, ya hablé con Ethel y se lo hice saber, hoy es el día de mi familia.
Todos se sorprendieron, y corrieron a abrazarla, Hugo estaba recién levantado y llegó después al abrazo, aunque por supuesto se unió.
Comieron todo el desayuno, no quedo ni un trozo de tarta. Estaban felices, Ginny iba a pasar a buscar a Rose y Hugo para llevarlos a jugar con sus hijos. Fue una buena excusa para que el pelirrojo y la castaña pudieran pasar un tiempo a solas como merecían.
Hermione amo esa tarde como nunca antes, se sentía libre. Amaba a su esposo, no se había dado cuenta de cuánto extrañaba estar con él hasta ese día, se amaban de verdad.
Harry y Ginny pasaron con sus hijos y se quedaron a cenar en la casa con ellos. Eran felices, todo era como antes, nadie podía estar menos contento. Hermione decidió que aunque trabajara de ministra iba a tomarse días franco, iba a regresar más temprano y disfrutar de su vida, no iba a perderse nada más, iba a ser completamente feliz.****************
Holaa! Como andan? Espero que bien. Este capítulo es sobre algo que muchos especulan que le puede pasar a Hermione siendo ministra, y yo creo que probablemente ella lo podría sacar a flote porque ama a su familia, que creen?
Espero que les haya gustado mucho este shot❤️
Saludoss, Male
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One-Shots Romione
Fiksi Penggemar•La sabelotodo y el insensible... •La nutria y el perro... •La sangre sucia y el traidor a la sangre... •El Jing y el Jang... •Ron y Hermione... Escribo One-Shots de Romione porque me gusta escribir y más sobre mi pareja favorita, espero la le...