Joel dio 3 estocadas más antes de correrse dentro del condon.
-Vístete rápido, y no me vuelvas a buscar más.
La chica asintió, se cambio, y salió del cuarto de Joel.
Joel es el dios que puede seducir a cualquier mujer, e incluso hombres. Él es un dios del cielo, que controla el rayo. A menudo usándolo como un arma, incluso el trueno.
Todos en la ciudad de Mount Olympus lo amaban.
Cualquier mujer que tenía el permiso de acostarse con Joel, eran muy afortunadas.
Pero aún así, habían mujeres que se ponían bien celosas.
Joel bufo frustrado, se vistió y se miró en el espejo. No sabía como las chicas no lograban excitarlo.
Hubo dos toques en la puerta, -Señor, alguien quiere verlo.- Maria dijo, entrando al cuarto.
-¿Se puede saber quien?
-Su hermano, señor. Christopher esta aquí.
Joel se sorprendió.
-Déjalo pasar.
-Si señor.
María abrió la puerta, y al instante Christopher apareció. Maria sonrió y salió de ahí, cerrando la puerta.
Christopher abrazo a Joel fuertemente.
Christopher es el dios del mar, e incluso el cielo. Algunas similitudes con Joel.
-Hermano, que bueno volver a verte.
-Igual mente, en verdad te extrañe.- Christopher sonrió.
-¿Como te fue en el mar?- Joel le pregunto a su hermano, -Supongo que bien, no te miras nada mal.
Christopher rio, -Me fue bien, en verdad amo mucho el agua. Fue el paraíso estar ahí.
-Me alegra. Estoy feliz con que mi hermanito esté feliz.
-Aw, no empieces con tus cursilerías, sabes que me da diabetes.- Christopher soltó una risa, -¿Como te a ido acá?
-Bien, creo.- Joel miro a Christopher cruzar sus brazos, -Okay, no me a ido bien.
-Pero acabo de ver a una chica salir de tu cuarto.
-Estoy dudando de mi sexualidad, por eso no me a ido bien. Necesito tus consejos, acabo de follar a una y no me sentí complacido.
Christopher rió.
-¿Entonces que? ¿Planeas tener relaciones con un chico?
-Lo tendré que hacer, ni modo de quedarme así, confundido.- Joel rasco su nuca pensativo, -¿Y si lo intentas conmigo?-
Joel lo miro con cara pervertida.
-¿Estas jodiendome? No tendré relaciones contigo cochino.- Christopher lo miró con asco.
-Ya ya. Es broma, no te creas.
-Escucha, tengo que ir a la plaza por unas cosas. Regresare para la cena, te veo luego.
-Esta bien, adiós.
Christopher salió del castillo, y Joel se acostó en su cama, viendo el techo.
-Hay papa, ¿por que no me das el permiso de conocer al dios del amor? Necesito enamorarme de alguien, solo el sabrá que hacer.