Capítulo 7

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-¿Si?.- Conteste el celular

-Hola hermosa

-Hola Ale.- Salude a Alessandro y mire a Lauren, quien se notaba molesta. Estuve esperando toda la mañana por la llamada de Ale y se le ocurre llamarme cuando estoy hablando con Lauren.

-¿Cómo estás, hermosa?

-Bien, ¿Y tú?

-Muy bien hermosa. Estaba pensando en ti y en las ganas que tengo de verte.- Sonreí

-Apenas nos vimos ayer.

-Si, pero otra salida no me vendría mal. Además quede en recompensarte lo de ayer.- Reí

-Está bien, ¿donde te veo?.- Lauren seguía mirándome molesta.

-Estoy afuera de tu casa hermosa.

-¿En serio?.- Pregunte sorprendida.- Síguete derecho, a unas cuatro cuadras hay un mercado, te veo afuera.

-Bien.- Dijo y colgamos.

-Lo siento Lauren, yo...- Suspiro y negó con la cabeza.- Tengo que irme, pero podemos..

-¿Como que irte? ¿A donde, con quien y con el permiso de quién?.- Interrumpió mi mamá

-Alessandro me invito a salir y va a pasar por mi ahora.- Dije sonriendo

-Pero Mila, Lauren vendrá a comer con nosotras. Prepararé un rico arroz con plátanos y un agua de mango para ustedes.

-Lo siento, voy a salir con él.- Les sonreí a modo de disculpa.

-Sinu, no creo poder ir a comer con ustedes, tengo algo que hacer.- Dijo Lauren mirando a mi madre

-Oh no, no aceptaré un no como respuesta. Hace mucho que no te veo y este mi hija o no, yo quiero convivir contigo. Tú también eres como una hija para mí.- Le sonrió y asintió aceptando.

-Bueno, yo me voy.- Le di un beso a mamá y cuando también iba a darle uno a Lauren, ella se giró mirando el puesto de Don Mateo.- Nos vemos.- Dije mirando a mi mamá

-Con cuidado hija.- Asentí y salí de ahí. Alessandro estaba esperándome ya.

-Hola hermosa.- Dijo mientras me metía al coche, la primera vez que salimos, me contó que a él no le gustaba eso de abrirle las puertas a las mujeres y todas esas cosas porque decía que las mujeres deberían ser independientes y no sé que. Pero no sé que tenga de malo un toque de caballerosidad.

-Hola Ale.- Se acercó y me dio un beso rápido en los labios, le sonreí tímidamente.

-¿Vamos a comer algo?.- Asentí y nos fuimos de ahí.

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Lauren POV
-Me haces sentir vieja Lauren.- Me reí

-Ya sabes cómo soy Sinu, si veo que algo es pesado, no tengo ningún problema en cargarlo para ayudar.

-Eres una toda una caballera.- Volví a reír, extrañaba a Sinu.

-¡Laurenzo!.- Grito Dinah mientras entrábamos a la casa.

-Hola Dinah.- La abrace y cuando me quise separar, no me dejo alejarme.

-Extrañaba tenerte aquí tonta

-Extrañaba que me insultaras.- Ahora si nos separamos y golpeó mi brazo.- ¡Ouch!, ¿y eso por qué fue?

-Por irte mucho tiempo y no pensar en nosotras, sabes que eres una hermana para mí y otra hija para mamá.

-Lo siento DJ, pero en verdad tenía que irme.

-¿Y por qué tenías?, crei que te ibas por amor.- Sonreí

-Hay muchas cosas que pasaron conmigo Dinah, luego de lo de tu hermana, algunas cosas me siguieron saliendo mal.

-¡¿Embarazaste a esa tal Kate?!

-¡¿Qué hiciste qué Lauren?!.- Pregunto Sinu saliendo de la cocina.- ¿Acaso no te enseñe a cuidarte señorita?

-Lauren, ¿Y la criatura? ¿Vive contigo? No la he visto, ¿Por qué aún no la conozco?

-¿Es niño o niña?

-Oigan Tranquilas, en primera no puedo embarazar a nadie..

-Con esos dedos y esa mirada, uno nunca sabe.- Dijo Dinah y Sinu asintió, me sentí un poco incómoda.

-Pero no lo hice.- Dije riendo.- Muchas cosas me pasaron, algunas buenas y también malas, pero así es la vida. En verdad lamento haberlas dejado sin decirles nada, ustedes son como mi familia, no era mi intención irme así, pero lo hice por una razón y no me arrepiento.

-No te preocupes, pero ya no vuelvas a irte así.- Asenti

-¿Y la enana?.- Pregunto Dinah

-Salió con el tal Alessandro ese, fue por ella al mercado y de ahí creo que la invito a comer.- Le contestó Sinu con simpleza y Dinah me miraba divertida.- Iré a preparar la comida

-¿Por qué me miras así?.- Pregunte cuando Sinu se fue y nosotras nos sentamos en la sala.

-Eres muy obvia Jauregui

-No entiendo.- Dije confundida

-¿Sigues enamorada de mi hermana verdad?.- Mis labios se entreabrieron un poco, pero de ellos no salió ni una palabra.

-¿De.. de que hablas?.- Pregunte haciéndome la tonta.

-Te mueres de celos que salga con él, porque tú no has dejado de quererla.- Habló sonriendo y negué

-Dinah, no hagas esas tontas suposiciones que, no son verdad.- Comente nerviosa

-Bien, pues entonces hablemos de lo bien que se ven juntos ¿no crees?. Él es tan guapo y musculoso, y ella tan linda, no tanto como yo, pero hacen una muy hermosa pareja, estoy segura que no tardan en hacerlo oficial...

-¡No!.- Grite molesta y la sonrisa de Dinah se hizo más grande.

-¿No qué?

-Creo que van muy rápido no, me contaste que apenas se conocieron, no pueden andar así de rápido.- Dije tratando de disimular mi enojo

-¡Oh vamos Jauregui! Aún te mueres por mi hermana, acéptalo de una vez.

-¿Qué? No, las chicas mueren por mi, yo ya no muero por nadie..

-¿Esperas que te crea eso?

-Pues deberías, es la verdad.

-¿Me quieres ver la cara de estupida, Jauregui?.- Pregunto Dinah molesta

-¿Tengo que responder eso?.

-¿A que te refieres?

-A que ya estoy viendo tu cara de estupida qué haces siempre.- Dije riendo y ella me miró indignada

-¡Eres una idiota Lauren!.- Comentó lanzándome un cojín y yo lanzándole otro, iniciando una guerra.

-Ustedes nunca cambian, dejen de estar peleando y vengan a comer ahora.- Dinah y yo seguíamos riéndonos.- Vengan a la mesa.- Nos levantamos y nos dirigimos al comedor. Al sentarnos, ella golpeó mi brazo.

-¡Deja de golpearme!

-No lo haré, sigo enojada contigo. Te golpearé hasta que se me pase el coraje.

-No sé como Shawn está enamorado de una agresiva como tú.- Me burle

-Sabe apreciar lo que es bueno.- Se encogió de hombros y volvimos a reír.- Así como tú con mi hermana.- Me susurró y la mire mal

-¿De que tanto hablan ustedes dos?.- Nos preguntó Sinu entregándonos nuestros platos de comida mientras yo servía el agua.

-Nada interesante Sinu.- Le sonreí.- Porque mejor no me cuentan que ha pasado por aquí desde que me fui.- Asintió y entre las dos me contaron muchas cosas que ocurrieron durante mi ausencia.

HavanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora