Capítulo 5

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Jonh Riley sonrió, su voz era clara y suave como una canción, y tan tranquilizadora que hacía que todo lo malo se fuera en cuestión de segundos. En cierta medida; ver a esa chica le proyectaba una tranquilidad que creía perdida desde hacía mucho tiempo.

—Tranquila, Lylum, no te haremos daño —sonrió nuevamente—. Me llamo Jonh, Jonh Riley, ellos son Marco, Dutch y Xirack, son mis amigos —cada uno respondieron con una sonrisa forzada y uno que otro gesto, ella aún mantenía una mirada algo nerviosa pero ya no estaba tan aterrada como al principio.

—Lylum, ¿puedes decirnos, qué hacías dentro de ese orbe? —inquirió Marco con delicadeza, ella lo miró extrañada.

—¿O-orbe?

—Sí, emergiste de eso —apuntó a las piezas que quedaron tras la explosión—. ¿No lo recuerdas?

—No —dijo llena de confusión.

—¿Sabes cómo llegaste aquí? —le preguntó Jonh, ella negó con la cabeza—. ¿Sabes qué está pasando? ¿O tan siquiera recuerdas algo?

—Solo... solo mi nombre, no sé qué está sucediendo —todos se miraron confundidos, pero quien realmente no sabía qué pasaba era Jonh, ¿acaso todo había sido obra de Altham? O realmente se habían metido en algo mucho más grande que recuperar un simple objeto como él la había dicho.

—Lylum, vamos a sacarte de aquí —ella abrió los ojos y se mostró entusiasta—, necesitamos algunas respuestas.

El tiempo que le había quedado libre lo aprovechó para revisar el motor y algunos compartimientos de la nave, a final de cuentas su aventura no había resultado como él quería. Siguió revisando la maquinaria mientras que Minck escuchaba música y leía una revista virtual, solo para reírse de la gente y los encabezados que aparecían. Cuando una alarma comenzó a sonar en su radar y un pequeño grupo de objetos apareció en él. Miró de reojo y se sorprendió, instantáneamente tecleó unos comandos y la Infinity utilizó su camuflaje defensivo. La nave había desaparecido, se había mezclado con la selva.

—Niño, niño ven rápido —llamó a Ben, él llegó a toda prisa, Minck señaló en el radar a los objetos—, ¿sabes qué es eso?

—Alguien se acerca...

—Y esas son malas noticias —miraron por los cristales y alcanzaron a ver dos pequeños vehículos voladores—, llama a Jonh, dile que tenemos problemas.

Lograron salir de aquel lugar luego de un rato, consiguieron devolver los muros a la normalidad, y sin problemas se encaminaron a la salida. Lylum caminaba a lado de Jonh y no se despegaba ni un metro, era tan inocente al punto de ser algo alarmante, pues pensó en cómo reaccionaría al mundo exterior, después de todo, había pasado mucho tiempo confinada en aquel orbe. La luz ya se veía y ella se notaba bastante alarmada, tomó el brazo de Jonh antes de salir.

—Tranquila, no pasará nada —le sonrió, tomó su mano y juntos salieron. Ella cerró los ojos al sentir la intensidad de la luz solar, pero cuando los abrió quedó extasiada ante lo que vio, los árboles, las plantas, las flores, el calor, la humedad, todo era increíble ante sus ojos. Estaba maravillada, como si todo fuera un sueño, o más bien, como si ya no estuviera en uno.

Largó una risitas y se despegó de él, danzó y brincó entre las ruinas de aquel templó como una chiquilla ajena a la realidad, mientras los desconcertados mercenarios se preguntaban lo que ocurría.

—¿Alguna vez viste algo igual? —inquirió Marco mientras le daba un trago a su licorera.

—Nunca —largó su mejor amigo sin despegar su mirada de ella. Estaba intrigado, más que confundido en realidad.

INFINITY: El Último Guardián (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora