Transcurrieron muchos años.
En épocas festivas; navidad e incluso año nuevo, un niño, acompañado de la soledad y un tazón de ramen instantáneo, era perturbado por las celebraciones en casas ajenas. El menor, se interrogaba entre gemidos silenciosos, si había cometido tan grave pecado para sufrir aquel incomprensible castigo.
En aquel entonces, desconocía las razones de las miradas repulsivas que se eclipsaban sobre su pequeña existencia; fueron años, los que necesitó para descubrir el culpable y origen de su infelicidad.
Sin embargo, en este año, el día de hoy, un niño; ahora ya un hombre, disfruta de una velada acompañada del calor de su familia; una que le concedió una chica, que aún en medio de tanto odio y negaciones de su familia, siguió observándole en la distancia, y hoy, es el motivo de su felicidad.
Final de año 2017; dedicado a Naruto.
