Perdida en el manto de estrellas
Con la mirada teñida por las lágrimas
No podía parar de gritar
De sangrar
Como un trapo me deje caer
Rendición bañando mi ser
Morir, el más hermoso destino que pude visualizar
Fue entonces cuando el roció de una estrella fugaz alumbró mi existir
Débilmente, vencida, alcé mi mirar
Hallé luz en medio de una profunda oscuridad
Entre las tinieblas tu sonrisa calentó mi pecho...
Corriendo de manos enlazadas huimos
Reímos
Contemplamos la grandeza que el mundo nos quiso mostrar
Bajó el mismo centenar de estrellas perdí la noción de la realidad
Descubrí tu ser
El tacto de tu piel
El calor de tu cuerpo
El vibrante latir de tu pecho
Estaba soñando...
Y todo sueño tiene su final...
Toda flor se convirtió en sangre
Toda sonrisa se transformo en agonía
Tu cuerpo contra el mío
Bajó un riego carmesí
Tu corazón perdiendo el ritmo
Yo, que no puedo dejar de llorar
Te llamo
Me alteró
Pero no hay palabra ni gesto que te haga regresar
El amor prevaleció vivo hasta el final
Vida o muerte
Este sentimiento de ningún modo se puede apagar
Y yo... A la muerte le doy la bienvenida
Todo, con tal de poder estar contigo...