Problemas con Orejas

Capitulo 1

—¡Este hombre es un genio! —rie estruendosa mente el cliente.

—Coño,  yo no puedo creerme el filo que tiene su cuchilla—sus grandes manos comienzan a golpear el hombro de mi socio con gran aprobación—Te lo digo, las pieles de esos castores se hacían mantequilla, quisimos probar en un alce pero ya teníamos el tiempo encima.

—Eh sido la envidia de todos,  hombre—le golpea el brazo a mi socio—Jamas me separaré de esa cuchilla, se la heredare a mi hijo mayor—estalla en carcajadas.

—¡Ahora todos queremos esa cuchilla! —dice el otro cliente—Dame una cifra—le dice con seriedad a mi socio.

—Las cuchillas como esas se lleva su tiempo en tratar un filo así, pero por ser amigo de nuestro cliente frecuente podríamos tener la lista para dentro de un mes—dice todo profesional mi socio.

—¿Y si me vuelvo cliente frecuente de ustedes?

Mi amigo desvía lentamente la mirada,  como si estuviera realmente pensando,  pero en realidad esta buscándome para que le pueda confirmar una fecha exacta. Una vez que sus ojos miel me encuentras llevo un dedo a mi cabeza para que sepa que lo tendré en consideración dependiendo de sus compras. Mi socio comprende y transmite mi mensaje,  lo que es mejor el cazador cierra el trato y salen todavía con grandes sonrisas en sus rostros.

—Loki, ya termine el inventario de Pesca, ya encontramos las redes que faltaban—dice algo cansada Olivia.

—¡Jefe debe hacer algo con esas malditas ratas! —dice un poco exaltado Paco— Le juro que he visto una del tamaño de un mapache,  no hay forma de que yo vuelva a subir el lunes y mucho menos yo solo—se auto abraza.

—Yo iré a mi respectivo descanso de dos hora—dice con una gran sonrisa y me entrega las hojas del inventario.

—Te daré las dos horas si te quedas conmigo a cerrar la tienda—ella solo mueve sube su dedo en afirmación mientras se coloca su chaleco y gorro—Paco ve a limpiar las vitrinas,  si Biel me necesita di le que suba a mi oficina.

—Si Jefe.

Hay días en los que me río de la ironía de ser la cabeza de una gran armería como la mía; dos niveles de exhibición para casería de presas favoritas, y pronto inauguraremos "La Zona"  en el sótano donde se podrá exhibir la mejor colección de cuchillos de caza que he traído desde Albacete. Pero hay otros días,  precisamente hoy,  que el ser un conejito es el problema mas grande de todos.

La mayoría de mis compradores son humanos,  pero de los cambia formas que vienen siempre son cazadores, no creo que en el mundo exista un cambia forma que sea presa y se dedique a cazar, no niego que han venido algunos por artículos de pesca pero nunca por artillería pesada. Y precisamente son esos cambia forma de caza que se sienten ofendidos al recibir "consejos" de un dulce conejito como yo y prefieren al rinoceronte que es Biel.

Siempre me viene a la mente "¿Que demonios estaba pensando mi padre al dejar que papá me enseñara a cazar desde los 6 años? " el único lugar donde me siento un poco mejor es dentro de mi oficina, o mi casa, se podría decir que mi vida social es casi nula sino fuera por mi único amigo y socio Biel.

Las ventajas de tener un corpulento socio es que el puede ocuparse de los clientes enérgicos de la mañana y yo puedo asesorar en las noches a las compras de ultimo momento, puede que no seamos vendedores pero nos gusta escuchar las necesidades de nuestros clientes. En mi tranquila oficina mantengo el papeleo un poco a raya, pero siento que necesito un gran café cargado para mejorar este día tan frío. Pero antes de que me levantara,  mi celular comenzó a sonar.