Infranqueable

Nostalgia

Que la tinta que derramé
desde mis ojos rotos te dé
las gracias por enseñarme
a escribir en los márgenes.
Porque guiaste mi pluma
y con ella me apuñalaste.

Los pájaros que escucharon lamentos
oscuros de mi boca, que se callen.
Porque contigo crecí hasta tener
los pies en el suelo y la cabeza
entre las nubes.

Y que los kilómetros que reían
al vernos no vernos más se acorten
y lloren.
Porque contigo aprendí
a salvar la distancia
volando entre tus alas hacia
la linea del horizonte.

Y que esa parte de tu alma
que extrañaba mi cuerpo
se calme.
Porque solo tu comprendiste
el erotismo de mi mente
cuando la desnudaste.

Y que no sea muy tarde
para arrepentirte,
pero tampoco pronto
para tenerte.       
Porque no te cansaste,
pero yo era demasiado poco
para algo tan grande.

Que las cartas que se perdieron
por el camino
nunca te lleguen,
y que se lleve el viento
los suspiros
que me quedaban.
Porque las palabras
no fueron suficientes,
pero ya no me quedan lágrimas.

Y que si la felicidad
se nos agotó, mejor no vuelvas.
No digas nada.
Porque prefiero no vivir
contigo más momentos
y conservar
para siempre intactos los recuerdos
de tus besos
frente a la mar brava.

Que tengo miedo de ensuciarnos
la memoria con palabras de rechazo.

Mejor sigue andando,
y no me mires a la cara.
No creo que pudiera soportarlo.