Te me ofreciste
después de tantos años
en bandeja
y como a cualquier llamada perdida
te puse en rojo en mi lista
pero no te borre del corazón."Te llamaré mañana, hoy
ya es muy tarde" le digo
a tu foto de la mesilla
sin pensar en que ya voy
por la cuarta copa de vino.Y cuando tu no estás,
me escuchan los litros de alcohol
y por la mañana, aceite de ricino
seco y dulces uvas pasas
como si fueras tú el reloj de la pared.
Y me da por pensar ¿qué fue de él?
con el teléfono en la mano,
sabiendo que marcaré
y volverás, tarde o temprano,
a deshacer mis nudos, y mi cama,
hiriéndome otra vez.Y sonriendo al cigarrillo,
lo chuparía de nuevo,
riendo a masocas carcajadas
para no oír a mis pulmones chillarme
que me abandonan por insensata,
por creer que esta calada
sería diferente.Me muero por ver tu cara
cuando me mires al fondo
de las pupilas
buscando tu cama,
tu hueco sabor tabaco
y lo único que veas
sea un cigarro a medias, apagado,
cubierto de cenizas.-¿Quieres?
-No, gracias, lo estoy dejando.
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Infranqueable
PoetryPara ti que, aunque cambias de forma, siempre serás tú, mi pequeña y eterna musa.