Fuiste ese cactus y sus espinas
Que esperaba tenso el agua
que nunca llegaría;
y cuando llegó en forma
del amor de tu vida
lo cambiaste por un sol incandescente.Y así te pudriste, mirando a poniente, preguntándote por qué,
si no te lo merecías.Quizá, angelito sin halo,
te diste tal golpe al caer de ahi arriba
que, en vez de prestarme tus alas,
me robaste las mías.Yo no te llamo cielo,
prefiero llamarte caída
que los gritos que me arrancas
se parecen hoy, más que nunca,
a la puerta que guarda Cancerbero.Se secan las rosas sin el veneno
de tu saliva,
adictas tanto a la muerte
como a morir en vida.
Y me preguntas por la espera,
tranquilo, yo te espero,
no tientes a la suerte,
me quedan siete vidas,
que aunque me haya partido las uñas
escalando tus heridas
el fuego que resucitaste
dentro arde,
arde dentro.Ahora veo el mundo
del color de tus ojos,
ya que un dia vi en ti
lo que veían los demás
y de lo que me advertía
todo el que te conocía;
"alejate de ese chaval,
por sus poros solo suda mentiras".Aquí me tienes hoy por darte una oportunidad,
por creer que algo podrido
podía cambiar,
y saber que yo he crecido
y tu te has quedado atrás
compensa el día en que me pregunté:
¿qué puede salir mal?Qué ironía de la Vida, que tú seas mi más fiel lector, pequeño victimista.

ESTÁS LEYENDO
Infranqueable
PoetryPara ti que, aunque cambias de forma, siempre serás tú, mi pequeña y eterna musa.