Infranqueable

Luz

Me siento tan inútil como
una estúpida polilla
siguiendo a una llama
que ni siquiera está encendida
pero sigue brillando.

Y aunque quemas desde aquí
yo sigo volando.

Porque sabes que aunque tenga
ciento yo siempre voy a ser
tu pájaro en mano.

Me jode que seamos
poco más
que ese romántico cielo
al que me lleva tu labio inferior
cuando besa mi espalda.

Para ti sólo es eso,
pero a mí me devuelves las alas.

Que me encanta, joder,
la manera en la que sonríes
como si no fueras consciente
de que removemos algo más
que tus sábanas.

Que maldigo, joder,
cada verso en el que te amo
y lo cobarde que soy en no
decirte nada, por si el pasado
ha podido con nosotros.

Tengo miedo de que la memoria
tenga más uñas que yo
y acabe rasgada del alma
y con el tiempo riéndose
en mi cara.

Al menos sé que tú no querías
hacerme daño.

Eres como un niño arrancando
las alas a una mosca.
Crees que no me duele
porque no me oyes gritar.
Pero el resultado es el mismo.

Era una polilla, gilipollas.
Y me he perdido en tu luz.

(La que voy a liar
para encontrarme).